miércoles, 20 de enero de 2016

JUZGANDO AL COCKER; POR FRANCISCO RANEA



En primer lugar y antes de entrar en valoraciones de partes concretas hay varias consideraciones que entiendo son de vital importancia.
Para mí, quizás lo más importante, es la diferenciación de sexo.
A distancia considerable el juez debe constatar la masculinidad en el macho y la feminidad en una hembra. Créanme que esto tiene una importancia capital en el juicio de cualquier raza.
Por muy correcto que sea un ejemplar, si no presenta una impronta definida en el sexo, no estaré en disposición de otorgarle la calificación de excelente. Estamos acostumbrados a oír a algunos criadores que la forma más fácil de producir machos potentes es utilizar hembras masculinas para la cría. Yo, sin entrar a desmentir tal afirmación entre otras cosas porque tiene su base de certeza, no puedo estar de acuerdo con esta práctica. La cría no puede basarse en buscar camadas de machos o hembras. La cría es algo bastante más complejo y debe estar basada en el estudio genético, la concomitancia de defectos (que los progenitores no presenten los mismos problemas, ni tratar de compensarlos: un macho hiperangulado cruzado con una hembra falta de angulación nos dará cachorros con un problema u otro, pero nunca correctos). En la genética, salvo caracteres muy concretos, no existe la ley de las compensaciones a pesar de que es una creencia tan generalizada como falsa, la armonía en el tipo (aunque pudiéramos pensar que los pedigríes son adecuados para el cruce, si el macho y la hembra no
representan un tipo, olvidémonos de los papeles, con toda probabilidad no saldrá lo que buscamos) y otras muchas consideraciones en las que no me voy a extender, pero nunca he sido
partidario de tomar atajos porque estos supongan un camino más corto.


Es verdad que existen sementales y reproductoras importantes en la cría de cualquier raza, que no son ejemplares con éxito en las exposiciones, pero esto no es la tónica general, siempre forman parte de excepciones anecdóticas.
En segundo lugar, el ejemplar que tenemos delante debe emanar tipicidad. Cuando un juez está concentrado en su trabajo, debe tener en su cerebro impresa la imagen de prototipo ideal (lógicamente esa imagen no es la misma para todos los jueces ya que, al igual que en los criadores, cada uno tiene su propio prototipo dentro de los márgenes que el estándar nos permite interpretar) y el perro que tenemos delante debe asimilarse lo más posible a dicha imagen.
Por tanto la tipicidad forma parte de una valoración de conjunto y un buen ejemplar debe representar dignamente la estampa de su raza.
En tercer lugar, la armonía en el conjunto. Yo digo que un perro es armónico cuando transmite la sensación de que no le sobra ni falta nada (en su conjunto), aunque después al valorarse por partes, lógicamente tenga sus defectos y cualidades.


Y por último en la valoración global, la clase.
Cuando hacemos una visión de conjunto delante de un grupo de perros, siempre hay algunos que nos llama la atención de manera especial y a veces es una percepción subjetiva que no depende necesariamente de una buena presentación basada en una conducta adiestrada, si no que emana de la personalidad del perro.
Estos son los perros con clase. Hay personas bellas que no son atractivas, atractivas que no son bellas y lógicamente bellas y atractivas, bien pues el atractivo se puede asimilar a la clase y la calidad a la belleza. Pero son cosas distintas.
Y bien, hasta aquí, he hablado de conceptos importantes aplicables a cualquier raza a juzgar, entremos ahora en detalles específicos de nuestra raza.

TEMPERAMENTO:
El cocker debe ser un perro equilibrado, vivo y alegre en ring. Por tanto nos permitirá sin problemas tocarle y ver dentadura, mostrándose casi indiferente a la manipulación, sin signos de timidez, miedo o agresividad, incluso a veces tomará nuestro examen como una invitación al juego, esto es normal. Su alegría y vivacidad la muestra principalmente con un típico movimiento continuo de cola (en movimiento siempre y frecuentemente cuando está posado pendiente del presentador en todo momento)


CABEZA:
El cráneo ancho y levemente abovedado, tiene que guardar una armonía perfecta con el hocico, ancho y profundo con belfos carnosos pero adheridos al maxilar y nunca colgantes y sueltos como en un mastín español. El stop marcado al igual que el surco frontal. Los planos del cráneo y el hocico vistos de perfil deben ser paralelos y de igual longitud (ojo con las cabezas que presentan cañas nasales cortas, estas son defectuosas).
La cabeza debe ser modelada con curvas suaves en todas sus partes y nunca cincelada con arista prominentes. Sus rasgos son suaves.

OREJAS:
De forma lobular, de inserción baja al nivel de los ojos. Extendidas deben llegar a la punta de la nariz, bien cubiertas con pelo largo y sedoso.

BOCA:
Maxilares anchos y fuertes sin curvarse haciadentro de manera que la dentadura forme una tijera perfecta. Las mucosas deben estar lo más pigmentadas posible. En cuanto a las piezas dentarias existe diferencia de criterio en cuanto a su falta. Tengamos en cuenta que los jueces británicos son muy permisivos en este terreno (sólo miran el cierre) y la base de la cría se encuentra en este país. También estamos ante un perro de caza en el que la falta de alguna pieza no supone merma en su funcionalidad.
Yo entiendo que debería ser penalizado el perro a partir de la falta de dos piezas, siempre que se trate de premolares. Sin embargo los jueces continentales no son tan flexibles en este terreno, sobre todo los alemanes.


TRUFA:
Debe ser ancha y bien desarrollada con orificios nasales amplios .La pigmentación de la misma varía en función del manto. Marrón en los chocolate y negra en el resto de los colores. En los rojos se puede presentar una despigmentación en los meses de fríos (nariz de invierno) para volver a pigmentarse en negro en los meses de primavera verano, pero no debemos confundir esta despigmentación con una nariz rosa que normalmente se presenta con color de ojos amarillos y mucosas rosas. Si nos encontramos ante un ejemplar de estos tendremos que descalificarlo.

OJOS:
De color marrón o marrón oscuro, penalizándose los colores ámbar claro (exentos de excelente) o amarillos y azules que no podrán optar a la calificación de muy bueno.
Los párpados deben ser negros excepto en los chocolates que será de color marrón. Deben estar bien encajados en la órbita, ni hundidos y mucho menos saltones. De forma almendrada, ni redonda ni oblicuos. La separación entre ambos debe ser aproximadamente igual a una medida y media del mismo entre el lagrimal y la comisura externa de los párpados.
Los ojos forman parte primordial en la expresión de la cabeza, deben transmitir inteligencia, dulzura y nobleza.
 
CUELLO:
Debe estar muy musculado, en tronco de cono y de longitud media. Nunca en forma de cisne (como presentan algunos perros de líneas
americanas) ni corto que reste elegancia.
La piel debe estar suelta pero sin presentar atisbo de papada. Y su
inserción al tronco va a venir determinada en gran medida por
una correcta posición de los hombros y por tanto de las angulaciones delanteras.


MIEMBROS ANTERIORES:
Deben ser fuertes con un buen hueso y sustancia, rectos y verticales, tanto vistos de frente como de perfil. Su separación nos debe permitir introducir la mano con los dedos unidos entre los brazos y el pecho. El carpo debe ser recto y nunca angulado como el pastor alemán (los carpos vencidos deben penalizarse).
Las manos redondas con los dedos apretados y cerrados, se debe penalizar el pie de liebre y los dedos separados o abiertos.
La angulación escápulo humeral y el tamaño de estos huesos es de suma importancia por varios motivos:
a) Porque constituye en estos momentos un defecto bastante generalizado en la raza, incluyendo a ejemplares de élite a los que estamos acostumbrados a ver ganar en nuestras exposiciones razas, grupos y BIS.
b) Porque va a determinar de forma decisiva un movimiento correcto. Por tanto debemos fijar nuestra atención en que el perro extienda, tanto hacia alante como hacia atrás, el miembro de manera que se ajuste los más cercano posible al punto de apoyo.
c) Porque va a determinar una inserción de cuello correcta. La escápula debe presentar una buena longitud, aproximadamente igual a la del húmero y ambos formar un ángulo de 45º + 45º o sea 90º divididos en dos partes iguales por la horizontal que pasa por la articulación de ambos huesos.
Si trazamos una vertical desde la cruz al plano del suelo, ésta debe pasar por el codo. Cuando esto ocurre es porque, o la angulación está rotada en un sentido u otro y aunque tenga 90º no está repartido en 45º + 45º o uno de los huesos no guarda la proporción correcta en longitud respecto al otro.
Cuando la angulación es mayor de 90º aunque las longitudes de los huesos sea correcta presentará el perro una cruz muy alta, prominente y un cuello mal insertado formando un ángulo muy cerrado con la línea superior (defecto común en ejemplares de líneas americanas) y lógicamente el perro presentará una amplitud escasa en el movimiento.
Cuando la angulación es menor de 90º presentará un cuello embutido en el tronco, con cruz poco marcada y un movimiento poco eficiente con un desgaste energético excesivo.


TRONCO:
Los puntos más importantes que se deben tener en cuenta son:
a) Línea superior, que siempre debe ser horizontal, por lo que todo indicio de silla, carpa, línea descendente o línea ascendente debe penalizarse en función del grado en que aparezca cualquiera de estos
defectos.
b) Grupa, debe dibujarse, vista lateralmente, con una leve curvatura anterior al nacimiento del rabo. Vista desde arriba debe ser muy ancha de manera que nos dé la imagen de que el perro es más ancho de caderas que de pecho.
c) Tórax. La caja torácica formada por costillas bien arqueadas, llegando al esternón a la altura del codo en perros jóvenes y adultos. Profundo llegando las costillas flotantes muy atrás para reducir la longitud del flanco.
d) Riñones. Compactos y cortos, hay que tener en cuenta que la zona lumbar es un punto débil y desprotegido (aquí ya no hay costillas) por lo que en movimiento es la parte de la columna vertebral que más puede afectar a la firmeza de la línea superior. Hay veces que nos presentan perros pasados de peso, precisamente para tratar de disimular unos flancos largos y hundidos, por lo que tendremos que palpar las últimas costillas flotantes y la cresta ilíaca para poder ver con claridad la longitud de los flancos.
e) Línea inferior. Empezando por el antepecho que debe ser prominente y marcarse por delante del hombro (articulación escapohumeral) descendiendo la línea y pasando a la altura del codo y recogiéndose levemente en la zona abdominal, sin curvartura agalgada ni vientre descendido.


 TREN POSTERIOR:
La pelvis debe presentar inclinación (en torno a los 30º) con un
fémur en buena longitud (con 90º de angulación en la cadera) y con musculatura fuerte en muslos. La tibia debe ser ligeramente mas larga que el fémur y con una angulación de 90º. Por último el corvejón debe ser bajo con unos metatarsos cortos y estar apoyados a nivel de la vertical que pasa por el pubis.
El cocker al ser un perro compacto y pesado nunca debe tener una angulación trasera excesiva, a pesar de que esta le pueda dotar de mayor amplitud en el paso, porque sobrecargaría la articulación de la cadera y tendría que vencer un sistema de palancas más resistente
desperdiciándose gran cantidad de energía (cuanto más lejos se encuentre el punto de apoyo de la vertical que trazamos desde la articulación de la cadera ésta soportará mayor tensión y peso).
Por el contrario un fémur corto y unas angulacion es abiertas le restan potencia a la musculatura del muslo que es en definitiva quien se encarga de imprimir la fuerza en el desplazamiento.

RABO:
El movimiento alegre de la cola es caracteristico de la raza y debe presentarse siempre, « merry « cocker. Debe ser muy grueso en su punto de inserción y afinarse progresivamente hacia el extremo. Su inserción no debe ser desde la misma línea superior, debe dibujarse una curva leve en la grupa. El porte en reposo debe ser avacado, recto sin hacer curvatura y cuando el perro está en atención o movimiento puede presentar una ligera curvatura hacia arriba aunque es deseable que también permanezca recto.
Su porte en movimiento puede superar levemente la línea superior, pero nunca enroscarse sobre la misma (defecto muy importante) o formar ángulo recto con el dorso como los terriers.
Cuando ocurre esto es porque su inserción es demasiado alta y la grupa es prácticamente plana, también es un defecto importante.
Si la inserción es baja nos encontramos con el problema contrario, grupa muy inclinada, pero esto en ejemplares muy jóvenes es corregible ya que la inclinación de la grupa tiende a reducirse en el crecimiento y tras los partos de las hembras.
Cuando está apuntada debe ser nunca demasiado corta que no se vea, ni muy larga que interfiera en el incesante movimiento alegre
cuando el perro está en acción.


PELO:
Debe ser liso, de textura sedosa, nunca áspero u ondulado, no muy profuso y nunca rizado. Las extremidades anteriores, el cuerpo y las
extremidades posteriores por encima de los corvejones deben tener suficientes flecos.
Son varios los colores en nuestra raza, divididos en sólidos y particolores. En los sólidos sólo se permite una mancha blanca en el
pecho, en cualquier otra parte es descalificable.
Por último, no me gustaría dejar sin precisar que la importancia que
otorguemos en el juicio a las cualidades y los defectos van a ir en
función del momento por el que atraviese la raza y es aquí donde está la diferencia entre el juicio de un especialista y el de un juez no especialista. Según la fase por la que atraviese la mejora y selección en cada raza exige que otorguemos una atención dirigida hacia aspectos concretos (tanto virtudes, como defectos), y eso es algo a lo que el juez especialista está obligado a considerar estando al día permanentemente.
Un juez está obligado a conocer “la letra”, pero un juez que se considere especialista, además de “la letra” debe saber “la música” del estándar, o sea, como decía en el párrafo anterior, el momento crítico por el que atraviesa la raza.

 

Adaptación al cocker del texto realizado por D. Francisco Ranea Munill: Juzgando al Labrador
Publicado en www.cockeringles.org