jueves, 10 de marzo de 2016

¿COMO APROVECHA LA COMIDA NUESTRO PERRO?


El aporte continuo de nutrientes es una necesidad constante para el mantenimiento me- tabólico normal del animal, lo que se traduce en el mantenimiento de la vida. Para ello, es necesaria la ingestión de una serie de sustancias que satisfagan tal necesidad, teniendo su ori- gen en la alimentación. Sin embargo, estas sustancias existen en bajas proporciones en forma directamente absorbible, por lo que deben ser primeramente transformadas para permitir su absorción y puedan ser utilizadas por el organismo.
La estructura que asegura la disminución del tamaño de las partículas, transformación química y absorción de los alimentos, así como la eliminación de los residuos está constituida por el aparato digestivo, cuyo funcionamiento básico se conoce con el nombre de fisiología del aparato digestivo. 



Fisiología del aparato digestivo
Las principales funciones del aparato digestivo se pueden resumir en:
«Transformación» de los ingredientes brutos en pequeñas moléculas asimilables me- diante:
– Fenómenos físicos. Masticación, mezclado gástrico, peristaltismo intestinal.
– Procesos bioquímicos. Efecto de las enzimas digestivas vertidas por las glándulas ane- xas (salivares, hígado, vesícula biliar, páncreas) y de las glándulas propias del tubo di-
gestivo (gástricas, intestinales).
– Absorción de los productos de la digestión.
– Eliminación de los residuos que se producen durante la digestión.

El sistema digestivo consiste esencialmente en un tubo que posee un diámetro variable, el cual se origina en la boca y termina en el ano del animal. 


 

La boca
Dentro de la boca nos encontramos con los dientes, siendo la fórmula dentaria la siguiente:
Perro adulto: (I3/3; C1/1; PM4/4; M2/3) x 2 = 42 piezas dentarias.
Cachorro: (I3/3; C1/1; PM4/4) x 2 = 32 piezas dentarias.

I = Incisivos.
C = Caninos.
PM = Premolares.
M = Molares.

Todos ellos tienen una función específica y en un principio son caducos, es decir, el perro cambia los dientes de leche entre los 3-5 meses. La fórmula puede cambiar con respecto a de- terminadas razas.

La cavidad oral es utilizada para masticar los alimentos, así como para su mezcla con la saliva, pero también es usada como mecanismo de prensión y como arma de defensa o de agresión. 





Sus principales funciones se resumen:
– Prensión de los alimentos. Los alimentos sólidos son agarrados y sostenidos con los dientes, fundamentalmente caninos e incisivos, para posteriormente desgarrarlos e introducirlos al interior de la cavidad bucal mediante movimientos de la cabeza y man- díbulas. Los alimentos pastosos y líquidos son aprehendidos con la lengua, para estos últimos colocan la extremidad libre de la lengua en forma de cuchara.

– Masticación. En esta acción intervienen las mandíbulas, lengua y carrillos y es la pri- mera fase de la digestión. Es un acto reflejo que se inicia con la presencia de alimentos en el interior de la boca, que puede ser interrumpida a voluntad para eliminar aquellos fragmentos no adecuados. Con ella se aumenta la superficie de los alimentos para fa- vorecer su mezcla con la saliva. Por lo general es en el perro un acto incompleto y los alimentos se degluten rápidamente.

– Salivación. Es la secreción de saliva por parte de las denominadas glándulas salivares (parótida, mandibular, sublingual, cigomática), compuesta por agua, electrolitos, moco y sustancias bactericidas que facilitan la deglución. La cantidad de saliva segregada depende de las características del alimento, principalmente su composición de agua.

– Formación del bolo alimenticio. 




La faringe y el esófago
Una vez que el bolo alimenticio está bien masticado e insalivado (en lo perros se suele producir una deglución rápida), el tragado o deglución de este se produce en dos fases:
Fase voluntaria. Los alimentos son conducidos por la lengua hacia atrás y hacia arriba de forma que el alimento es empujado con fuerza hacia la faringe.
Fase refleja. Corresponde al tránsito del alimento por la faringe.

La faringe es un órgano músculo-membranoso en forma de embudo que se extiende de la base del cráneo hasta el inicio de la laringe y esófago. Sirve de vía de paso común al sistema respiratorio y tubo digestivo, y su función principal es permitir el paso del alimento sólido o líquido hacia el digestivo y de aire hacia el respiratorio.

El esófago es un conducto músculo-membranoso en forma de tubo que conduce el alimento de la región laringo-faríngea hasta el estómago, después de haber atravesado el diafragma. El transporte del alimento a lo largo del esófago se realiza por movimientos peristálticos que los empujan hacia el estómago conjuntamente con la fuerza de la gravedad. 





Estómago
Es una dilatación saculiforme del tubo digestivo situado entre el esófago y el intestino delgado. El orificio anterior o cardias y el posterior o píloro son dos esfínteres que controlan el paso del alimento a través del estómago. El jugo gástrico es el producto de secreción de las glándulas gástricas. Es un líquido incoloro, transparente, muy ácido, que contiene pepsina y ácido clorhídrico. Existe el vertido conjunto de otro tipo de sustancias que no se mencionan por su complejidad de acción.

El estómago solo dejará paso hacia el intestino de aquellos alimentos que estén prepa- rados adecuadamente, es decir, que tengan el tamaño y la consistencia adecuada para que se produzca la digestión intestinal. 







En la fase gástrica hay dos tipos de estímulos:
– Mecánicos. Cuando el alimento entra en el estómago se produce una relajación muscular que permite la distensión de la pared gástrica, a continuación, y en la zona distal del estómago, se desencadenan movimientos gástricos que mezclan y trituran el alimento y que provocan el avance de este hacia el intestino. La cantidad de jugo segregado es escasa.
– Químicos. La cantidad de jugo segregado depende del tipo de alimento.
La velocidad de vaciado depende del tipo de alimento, si es un líquido, por regla general tarda unos dieciocho minutos en salir, aunque puede llegar a una hora, y en cuanto a los sóli- dos, depende del contenido de grasa, si es carne magra tardará de tres a cuatro horas desde su ingestión hasta que sale del estómago. 




Intestino
El vaciado del estómago hacia la primera porción del intestino delgado (duodeno) no se produce hasta que este esté preparado, mientras, el estómago actuará como almacén.
En el intestino se degradan la mayoría de los alimentos. En él se absorben los elementos de degradación y se forman las heces.

El intestino delgado es un tubo músculo membranoso que une al estómago con el intesti- no grueso a través del ciego. En este tramo digestivo, intervienen el jugo entérico, que se pro- duce en las glándulas existentes a lo largo de toda su pared, el jugo pancreático, secretado por el páncreas, que se segrega durante los periodos digestivos y contiene casi todos los fermentos necesarios para la degradación de los alimentos, y la bilis, que es segregada por el hígado y almacenada en la vesícula biliar hasta los periodos de digestión. 
Para el avance y degradación de los alimentos, la ayuda de los movimientos propios es necesaria, siendo de tres tipos diferentes: contracciones anulares, movimientos longitudinales y el peristaltismo, que transporte el alimento en dirección anal. 


En el intestino grueso, se produce la terminación de los procesos digestivos y de absorción de los alimentos degradados, reabsorción de agua, almacenamiento del alimento no digerido (colon) y formación de heces. A ello contribuye la flora bacteriana existente. 






El tiempo de permanencia en el tubo digestivo de un alimento oscila entre 20-48 horas desde su ingestión hasta su expulsión.






Articulo publicado en Perro.Cool