Hace casi 20 años que Ron cogió un pincel por primera vez y comenzó a pintar como una liberación del mundo empresarial en el que vivía como gestor de comercialización y diseño en una empresa con sede en Los Ángeles. En su búsqueda para encontrar lo que realmente le inspiraba, miró a los ojos de su cachorro recién rescatado, Rufus, y comenzó su camino de pinturas brillantes, coloridas, de perros cariñosos.
No fue hasta que vendió algunas pinturas de su niños de cuatro patas, que su esposa, Buff, le dijo que ya no podia formar parte de las pinturas, por lo que una vez más se encontró Ron en busca de inspiración. Lo encontró junto a un refugio local. Tras la pintura y la venta de varios retratos de perros, donó un porcentaje al refugio, a partir de lo que Ron llama Art is Going to the Dogs.
Podría haber permanecido pintandoa los animales del refugio, pero el 11 de septiembre de 2001, fue testigo, junto con todos los estadounidenses, de como el mundo cambiaba para siempre. Mientras observaba los acontecimientos que se desarrollan vio la historia de Sirius, el perro detector de explosivos que murió en la Torre II. Ron se conoció al guia de Sirius, David Lim, lo que le llevó a la pintura de Sirius, varios perros de búsqueda y rescate y perros de terapia para mascotas implicados en la tragedia.
Desde entonces, ha pintado un sinnúmero de perros que sobrevivieron a insuperables adversidades, los perros que se dedican a servicios, así como la continuación de retratar la belleza de los perros rescatados y familiares queridos.
Mientras que pintaba a Sirius, el padre de Ron murió inesperadamente en octubre de 2001 y al regresar del funeral su perro Jazzy sufrió un ataque masivo y él y Buff dijeron adiós a su muy querido amigo y compañero.
Texto extraido de www.ronburns.com
Over 20 years ago Ron picked up a brush for the first time and started painting as a release from the corporate world where he was managing his LA based marketing and design firm. In his quest to find what truly inspired him he looked into the eyes of his newly rescued puppy, Rufus,and began on his path of painting bright, colorful, loving dogs.
It wasn’t until he sold a few paintings of the family four-legged kids, that his wife, Buff, said she could no longer part with the paintings and so once more Ron found himself looking for inspiration. He found it next at a local shelter. After painting and selling several of the dog portraits, he donated a percentage back to the shelter, beginning what Ron calls Art is Going to the Dogs.
He might have remained content painting shelter animals but on September 11, 2001, he witnessed, along with all Americans, the world change forever. As he watched the events unfold he saw the story of Sirius, the explosive detection dog that died in Tower II. Ron reached out to Sirius’ handler, David Lim, which led to the painting of Sirius, several search and rescue dogs and pet therapy dogs involved in the tragedy.
Since then he has painted countless dogs that survived insurmountable odds, dogs that devote themselves to service as well as continuing to portray the beauty of rescued dogs and beloved family members.
While painting Sirius, Ron’s father died unexpectedly in October 2001 and upon returning from the funeral his dog Jazzy suffered a massive seizure and he and Buff said good-bye to a much loved friend and companion.