martes, 21 de junio de 2016

LAS ESPIGAS Y LOS PERROS


Con la llegada de la primavera llegan las flores, la hierba crece y las espigas aparecen. Las gramíneas, en especial algunas especies como la avena loca (muy frecuente en nuestros campos, arcenes y solares), han diseñado una forma muy interesante de diseminarse. Forman unas espigas con semillas que tienen forma de “arpón” se enredan en el pelo de los animales y estos las desplazan y al mudar el pelo las dejan caer. Pero este diseño hace que no solo sea el pelo de los animales donde se clavan, son muy afiladas y por su forma se van clavando cada vez más siendo imposible que retrocedan.Esta forma hace que sean capaces de introducirse en cualquier orificio o crearlo ellas mismas. Es muy frecuente que acudan perros con espigas clavadas, pudiendo tenerlas en lugares muy diversos:

Orejas
Es el lugar más típico y conocido. Los perros se meten entre la hierba alta o juegan en el pasto y se les mete una espiga, que por su forma en seguida se desplaza hasta el fondo del oído siendo imposible verlas a simple vista. La sintomatología es muy llamativa, ya que un perro que baja a la calle estando totalmente normal de repente mantiene la cabeza girada o la sacude intensamente de forma continuada, algunos se quejan cuando les tocan la zona más baja de la oreja. Hay que acudir a la consulta lo más pronto posible para mediante la visión a través de un otoscopio y la ayuda de unas pinzas especiales extraer la espiga. Si tardamos en acudir el oído se inflamará dificultando mucho la extracción siendo necesario en muchas ocasiones medicar durante unos días para bajar la inflamación del oído de forma que podamos ver y extraer la espiga. En casos que se descuidan pueden provocarse otitis muy graves llegando a perforarse el tímpano e introducirse a través de el la espiga. Hay remedios caseros como introducir aceite en el oído del perro que en lugar de ayudar agravan el problema. Este problema se puede ver en cualquier tipo de perro, pero se observa especialmente en los que tienen las orejas caídas, siendo los reyes los cocker. Para extraer la espiga necesitamos que el perro este muy quieto y es un proceso molesto y doloroso por lo que en muchas ocasiones necesitamos sedar al animal. 


 
Ojos
Las espigas también se introducen en los ojos, alojándose normalmente debajo de uno de los tres parpados que poseen los perros. El perro acude a la consulta con un ojo muy inflamado, es raro que sean los dos, con legañas verdosas y con dolor. Este proceso se suele observar en unas horas, el perro intenta rascarse el ojo y suele mostrarse inquieto. También hay que acudir a al consulta con urgencia ya que pueden provocarse daños irreversibles en el ojo. Bajo sedación exploramos bajo los parpados y si se confirma la presencia de una espiga la extraemos, en muchas ocasiones no se ve hasta levantar los parpados. Tras la extracción de la espiga realizamos una prueba con fluoresceína para buscar las úlceras cornéales que se producen comúnmente al ser arañada la cornea con al espiga.

Nariz
Los perros van olfateándolo todo y al hacerlo en ocasiones aspiran una espiga. Los síntomas suelen ser estornudos continuos, que se rasquen la nariz con la pata y en ocasiones sangrado. Estas espigas son muy difíciles de extraer por la morfología interna de la nariz (cornetes nasales). Hemos de sedar al perro y con ayuda de un otoscopio nos introducimos en la nariz y si observamos la espiga la extraemos con ayuda de unas pinzas especiales. El problema radica en que con el otoscopio solo llegamos al principio de la nariz y si se ha introducido mucho no llegamos a ella. En ese caso necesitamos la ayuda de un endoscopista que puede introducirse mucho más adentro ya que el endoscopio es flexible y puede realizar las curvas que hay en el interior de la nariz. Pero ni siquiera esto es seguro, ya que hay una pequeña zona donde no se llega con el endoscopio entrando por la nariz, habría que entrar por atrás realizando un pequeño agujero en el cráneo. El problema se agrava porque el perro puede aspirar profundamente tragándose la espiga de forma que llegaría al estómago, en ocasiones muy raras pueda aspirarse e ir al pulmón. Pese a que la espiga no este en la nariz el perro puede tener síntomas durante unos cuantos días pro la irritación que provoca. Por esto cuando exploramos la nariz y no vemos la espiga nunca podemos estar seguros de si no esta la espiga o es que no llegamos a ella. En condiciones ideales siempre haríamos una endoscopia y en caso de no encontrarla una resonancia magnética pero los costes son muy elevados y en la mayoría de casos la espiga ya no esta. Si dejamos la espiga en la nariz los hongos y bacterias que suelen tener las espigas comenzaran a crecer en ese medio ideal donde están ahora (húmedo y calido) pudiendo llegar a destruir los cornetes nasales.

En los espacios interdigitales
Al andar por la hierba seca es muy fácil, sobretodo en perros con el pelo largo o semilargo, que se enreden espigas y acaban clavándose introduciéndose en la carne. Los perros presentan unos granos grandes que acaban perforándose, es necesario acudir a la consulta para intentar extraer esa espiga y poner medicación para controlar la infección, inflamación y poder eliminar los posibles pequeños restos de espiga que queden. 



En los dientes
Cuando los perros cogen objetos que están en al hierba es muy común que las espigas se introduzcan en al boca. En un perro con la boca sana no suele ocurrir nada pero si tienen problemas de retracción de las encías se forman unas bolsas donde se introducen las espigas pudiendo agravar las infecciones de la boca. 



En la piel
Las espigas se clavan a través de la piel en cualquier lugar del cuerpo pudiendo producir grandes fístulas al ir clavándose cada vez más. Normalmente aparecen como grandes bultos en la piel especialmente en los pliegues que se forman en la ingle y las axilas. El tratamiento es similar al de los espacios interdigitales pero ocasiones es necesario realizar cirugías para poder curar al perro.

Vulva y pene
Es más común en las perras ya que se agachan para orinar, pero también lo encontramos en machos. Las espigas se introducen en la vulva o en el prepucio provocando graves lesiones. El tratamiento es similar al anterior, pero se nos puede complicar provocando dificultas para orinar o infectandose el tracto genitourinario.

Lugares poco frecuentes
La capacidad que tienen las espigas para clavarse hace que puedan atravesar el músculo, al clavarse en la piel, y llegar al tórax o el abdomen, también al aspirarlas llegan al pulmón o son capaces de perforar el intestino tras se ingeridas, provocando graves lesiones que en muchas ocasiones llegan a ser letales. En estos casos la única solución es una intervención quirúrgica a tiempo y un diagnóstico rápido que suele ser muy difícil. 



En resumen hay que intentar no llevar a nuestros perros a lugares donde hayan muchas espigas, es especialmente peligroso cuando la hierba esta alta y seca y cuando la zona esta recién segada.



Escrito por Antonio Folch Marín en PIO CONSEJO