martes, 13 de diciembre de 2016

HISTORIA DEL PERRO EN MEXICO


La existencia del perro en las comunidades precolombinas mesoamericanas fue considerada hasta la conquista de México y aún durante los siglos XVI y XVII como de gran importancia en los diversos aspectos de la vida social y por consecuencia les tenían gran estima. Ligaron al perros con actos religiosos y ya que la relación perro-religión fue un fenómeno común en toda Mesoamérica, es seguro que son tan antiguos como las culturas de esta región.


Aparentemente los perros eran usados en ceremonias religiosas de sacrificios, como alimento y en los entierros humanos, en ceremonias los depositaban completos o solo ciertas partes, en la alimentación, como una importante fuente de proteínas y en la religión se usaban de manera limitada por situaciones socio-económicas, porque costaba mucho criarlos o adquirirlos.



Una importante fuente de datos para saber cómo se usó el perro durante los siglos XV y XVI es el Códice Florentino, obra escrita por Fray Bernardino de Sahagún quien conformó uno de los relatos más completos de esta especie..
Decía que en Mesoamérica existieron varios tipos de perros, a los que se les llamaba de diversas maneras, chichi, itzcuintli, xochocoiotl, xochcocoyotl, tetlamin, tehui, tehuitzol, xoloitzcuintli y tlalchichi.




Eran de diversos colores y podían tener pelo o ser pelones. Algunos como el tlalchichi eran de pequeña talla.En las ilustraciones aparecen cuatro tipos de perros uno de pelo largo y muy abundante, de color claro, orejas caídas y cola esponjada a quien le asignó varios nombres, al segundo, un perro pelón de orejas levantadas y color café claro a quien le llamo xoloitzcuintli, el tercero fue llamado tehui y aparece con orjeas caídas, sin pelo y más chico que el anterior, el cuarto un perrito de pelo corto, hocico afilado, orjas levantadas y patas cortas, llamado tlalchichi.Tres razas de perros que vivieron en el centro de México del siglo VII al XVI, el perro con apariencia "común", los pelones a los que sonocían como xolitzcuintli y tehuí, y a los perrillos de patas cortas los tlalchichis, posibles antecesores de los chihuahueños.



En 1850 arqueólogos en el estado de Chihuahua, descubrieron representaciones de perros de la época prehispánica, las cuales eran notablemente parecidas a los perros que en aquella època se vendían a los turistas norteamericanos, por lo que se dedujo erróneamente que el origen de dichos perros era el estado de Chihuahua razón por la que lleva el nombre actual "Chihuahueño" y en inglés "Chihuahua".



Publicado en El Perruno Digital