sábado, 27 de julio de 2019

NUTRIENTES; ¿CUALES Y POR QUÉ?


El ser humano adora a sus perros y los colma de cuidados de todo tipo. Por ello, no escatima a la hora de hacerles la vida más cómoda. Sin embargo, si esta humanización del perro afecta a su alimentación, puede ser peligrosa para su salud.
Para intentar que esto no se produzca por falta de información, vamos a ver las diferencias más importantes entre el hombre y el perro en cuanto a la nutrición, así como los nutrientes fundamentales y sus funciones.



Las primeras diferencias entre ambas especies serían anatómicas, por ejemplo, el número, la forma y la disposición de las piezas dentales, lo que influye en su funcionalidad; el número de receptores gustativos, nueve veces mayor en el hombre; la poca cantidad de enzimas digestivas en la saliva del perro, por lo que no hay predigestión; el volumen y la acidez del estómago; así como el tránsito del intestino delgado del intestino grueso, mucho más rápidos que en el hombre.


Proteínas
Las proteínas están formadas por cadenas de aminoácidos, que permiten la construcción y regeneración de los tejidos. Son las únicas moléculas del organismo que contienen nitrógeno y también sirven para fabricar las enzimas que llevan a cabo las reacciones químicas del organismo.
Obviamente, las proteínas aportan aminoácidos esenciales, como la arginina, la histidina, la leucina, la treonina, el triptófano y la valina; pero también aportan aminoácidos azufrados, como la metionina y la cistina.


Hidratos de carbono
Reciben esta denominación un grupo de nutrientes que básicamente proceden de los vegetales, cuya función, tanto en el hombre como en el perro, es aportar energía de uso inmediato. Los más importantes son los almidones, los azúcares, las fibras alimentarias, los fructo-oligosacáridos (FOS), los manano-oligosacáridos (MOS) y las mucinas.


Lípidos
También son conocidos como materias grasas y además de aportar energía, más en concreto como reserva de energía, son una fuente indispensable de ácidos grasos de distinto tipo, por ejemplo, los ácidos grasos omega 6 y omega 3, el ácido gamma-linolénico, el ácido eicosapentaenoico (EPA) y el ácido docosahexaenoico (DHA) y los ácidos grasos conjugados (ALC). Los lípidos también tienen un papel funcional en el organismo, ya que sin ellos algunas vitaminas no llegarían a las células, por ejemplo las vitaminas liposolubles: A, D, E y K.


Minerales
Estos componentes no son ni materia orgánica ni agua y resultan indispensables para diversas funciones; por ejemplo, el calcio interviene en la osificación, el fósforo en el transporte de energía, el potasio y el sodio en el equilibrio iónico celular, y el magnesio en los impulsos nerviosos. Todos ellos pertenecen al grupo de macroelementos, pero existe otro grupo de minerales, los oligoelementos, que son imprescindibles para el organismo aunque en pequeñas cantidades. Algunos de los más importantes son el hierro, que sintetiza la hemoglobina en los glóbulos rojos; el zinc, vital para la piel; el cobre, que sirve para sintetizar los pigmentos cutáneos; el yodo, que interviene en el funcionamiento de la glándula tiroides, y el selenio, que actúa como antioxidante. Pertenecen al grupo de “cenizas” porque se obtienen por la combustión de las materias primas.


Vitaminas
Por su variedad, es difícil definir la función exacta de las vitaminas, ya que esta varía en función de cada una de ellas. No obstante, se trata de sustancias orgánicas carentes de valor energético propio pero imprescindibles para el metabolismo y la regulación de las funciones celulares. Algunas de ellas son muy conocidas, como la A, fundamental para la vista y la regeneración cutánea, o la D, que interviene en el metabolismo del calcio y del fósforo. Pero otras lo son menos, por ejemplo, la H, al menos con esta denominación, ya que se trata de la biotina, necesaria para la piel y el pelaje. Incluso, está el grupo formado por la familia de vitaminas B, entre otras, B1, B2, B5 y B6, que son, respectivamente, la tiamina (funcionamiento del sistema nervioso), la riboflavina (piel), el ácido pantoténico (crecimiento y piel) y piridoxina (energía celular).


Otros nutrientes
En este grupo se incluyen los nutrientes que suponen un valor añadido en los alimentos y que pueden servir para prevenir algunas enfermedades, para retrasar procesos degenerativos o simplemente para mejorar el bienestar del animal. Estos nutrientes, que realmente no son indispensables para el organismo pero que pueden mejorar su calidad de vida, reciben el nombre de nutracéuticos y son de lo más dispares, como los antioxidantes, los condroprotectores o las bacterias para regular la función intestinal. Dentro del grupo de nutracéuticos están los pigmentos carotenoides y los polifenoles (antioxidantes), la glucosamina y la condroitina (condroprotectores), así como el extracto de mejillón verde (preventivo de la artrosis), el aloe vera y la curcumina (estos dos últimos muy positivos para la piel).


Ya solo nos queda citar el agua, que como todos sabemos es el constitutivo más importante del organismo y que es considerada un nutriente más que participa en todas las funciones vitales del organismo.




Publicado en Royal Canin