Los perros son especiales. Cualquiera que tenga uno lo sabe.
Además, la mayoría de los dueños tiene la sensación de que su perro
entiende todo lo que le dice y cualquier movimiento que hace. Las
investigaciones llevadas a cabo en las dos últimas décadas demuestran
que los perros son capaces de entender la comunicación humana como
ninguna otra especie. Ahora bien, un nuevo estudio confirma que, si se
quiere amaestrar a un nuevo cachorro, para tener el máximo de
posibilidades de que el animal siga lo que le estamos diciendo, hay que
hablarle de una determinada manera.
Un nuevo estudio ha descubierto que, cuando hablamos a un
cachorro, empleamos un tono más agudo aún, y que esta táctica,
efectivamente, ayuda a los animales a prestar más atención. El estudio,
publicado en la revista Proceedings of the Royal Society B,
mostró que cuando se habla a los cachorros usando el lenguaje dirigido a
los perros, estos reaccionan y atienden mejor al instructor humano que
cuando se usa el lenguaje normal.
Luego, los investigadores reprodujeron las grabaciones a
varios cachorros y perros adultos y registraron su comportamiento de
respuesta. Vieron que los cachorros reaccionaban más intensamente a las
grabaciones hechas mientras los hablantes miraban imágenes de perros (al
lenguaje dirigido a los perros).
El estudio no comprobó el mismo efecto cuando se trataba de perros adultos. Pero otros estudios que han registrado las reacciones de los canes a la voz humana en interacciones cara a cara, incluido el realizado en mi propia investigación, indican que el lenguaje dirigido a los perros puede ser útil para comunicarse con estos animales, sea cual sea su edad.
Seguir un dedo que apunta
También se ha demostrado que podemos comunicarnos con estos
animales a través de gestos. Desde que son cachorros, los perros
reaccionan a los gestos humanos, como el de apuntar, de una manera que
otras especies no pueden. La prueba es muy sencilla.
Ponga delante de su perro dos tazas idénticas cubriendo pequeñas
porciones de comida, y asegúrese de que el animal no puede ver el
alimento y no tiene ninguna clase de información sobre el contenido de
las tazas. Entonces apunte con el dedo a uno de los dos recipientes
mientras establece contacto visual con su perro. Este seguirá su gesto
hasta la taza hacia la que usted apunta y la examinará con la esperanza
de encontrar algo debajo de ella.
Esto ha llevado a pensar que, en realidad, las habilidades y el comportamiento de los perros en este terreno son adaptaciones al medio humano.
Es decir, que vivir en estrecho contacto con los seres humanos durante
más de 30.000 años ha hecho que los perros desarrollen unas aptitudes
comunicativas iguales en la práctica a las de los niños.
Sin embargo, existen diferencias significativas entre la
manera en que los perros entienden nuestra comunicación y cómo la
entienden los niños. Según la teoría, a diferencia de los niños, los
perros entienden el gesto de apuntar como una especie de orden suave
que les indica a dónde dirigirse, más que como una forma de transmitir
información. En cambio, cuando el gesto se le hace a un niño, este
piensa que le estamos informando de algo.
Escrito por Juliane Kaminski en El País