La procesionaria del pino provoca en los perros una reacción alérgica
con mucha inflamación y dolor en los ojos y la boca, y puede
causar pérdida de visión, o incluso la muerte del animal.
Afortunadamente, una actuación rápida tiene muy buen pronóstico.
Los problemas empiezan habitualmente en el mes de enero y se prolongan hasta bien entrada la primavera
A medida que suben las temperaturas, las orugas de los pinos inician
su descenso a la búsqueda de un lugar donde enterrarse para formar las
crisálidas, de las que saldrán en el mes de julio convertidas en
mariposas.
Así es como durante el mes de enero o febrero empiezan a verse
hileras de orugas peludas que bajan de los nidos blancos que formaron
en verano, principalmente en lo alto de los pinos, aunque también
en cedros y abetos.
Es inevitable la curiosidad que causan en los perros, pero hay que
evitar que se acerquen a ellas ya que la toxina que contienen los pelos
puede provocar una fuerte reacción alérgica en ojos y boca.
El contacto con la lengua puede ser mortal. En los ojos, la reacción
alérgica en conjuntiva y córnea produce necrosis y una gran inflamación,
que en los casos más graves puede provocar desprendimiento de retina y
pérdida de visión irreversible.
Los pelos de la procesionaria del pino contienen toxinas que provocan gran inflamación y dolor en los ojos.
Síntomas: cómo saber si el problema se debe a la procesionaria del pino?
El caso más habitual es el de un perro que, después de haber estado
paseando por el bosque, empieza a rascarse los ojos, los tiene
inflamados, parpadea de forma especialmente frecuente (blefaroespasmos) o
se queja de dolor.
Habitualmente los síntomas son muy rápidos, muy agudos y muy graves.
En ocasiones ocurre que al producirse en un paseo de tarde, no nos
damos cuenta hasta el día siguiente, cuando el animal ya está muy
incómodo, se queja o simplemente no quiere ni moverse.
Lesiones producidas por la procesionaria del pino en el ojo de un perro.
La actuación urgente es clave para evitar complicaciones.
Actuación: qué hacer ante la reacción alérgica provocada por la procesionaria de los pinos?
Ponerse lo más rápidamente posible en manos de un especialista asegura que no haya complicaciones graves.
Será necesario eliminar todos los pelos de la superficie de la córnea
y de la conjuntiva. Para ello no es necesario entrar en quirófano, pero
posiblemente haya que sedar al paciente para trabajar bien con la ayuda
de un microscopio.
Posteriormente se aplicará un tratamiento basado en corticoides.
Si la actuación es al cabo de uno o dos días ya no será posible
extraer los pelos, porque se habrán disuelto en la superficie de la
córnea. Entonces habrá que limpiar bien la zona y aplicar tratamiento
tópico o en pastillas.
El tratamiento nunca requiere cirugía.
Pronóstico: riesgos y complicaciones
Cuando se llega a tiempo el tratamiento es muy eficaz y los animales responden muy bien.
Si se tarda en actuar, pueden producirse lesiones ulcerativas con mucha inflamación y dolor.
En casos más extremos pueden aparecer uveítis o complicaciones en la
retina debido a la inflamación de la coroides, que puede desencadenar un
desprendimiento de retina con pérdida de visión.
Publicado en IVO Instituto Veterinario Oftalmológico