El pequinés es una de las razas pequeñas más
llamativas, gracias a su largo pelaje, sus grandes ojos y su aspecto
gracioso. Su nacimiento se sitúa en el sudeste asiático, estando muy
ligado a interesantes leyendas de la zona, y su historia está repleta de
detalles curiosos. En este artículo hacemos un pequeño resumen de la
misma.
Origen y vida en Pekín
Se trata de una raza nativa del sudeste asiático,
siendo considerada descendiente de los legendarios perros lanudos del
Tíbet. Los primeros documentos asociados al pequinés datan del siglo
VIII, unos grabados de la corte imperial de China, durante la dinastía
Tang. Según una antigua leyenda de la zona, el pequinés nació de la
unión entre un león y una mona, lo que explicaría su aspecto y su
carácter orgulloso y valiente.
Leyendas aparte, este perro se convirtió rápidamente en una
mascota altamente valorada por la religión budista y las familias
aristocráticas. Destaca la figura de la emperadora Tzu Hsi,
conocida cariñosamente como “Vieja Buda”, quien se dedicó a la crianza
de perros de razas pequeñas, poniendo fin a la vieja costumbre de
administración de fármacos para que mantuvieran su tamaño. Fue ella
quien estableció las primeras reglas para determinar su patrón y
endureció la ley, condenando a muerte a todo aquel que robara o dañara a
un pequinés. Y en la época de Confucio (749 a.C.,) este perro era
utilizado para caza menor.
Llegada a Gran Bretaña
La llamada Guerra de la Flecha también fue un acontecimiento íntimamente ligado a la historia del pequinés.
En 1860 se produjo un ataque por parte de los británicos a Pekín,
invadiendo su casa imperial y hurtando, con ello, cinco pequineses. Uno
de ellos, una hembra extraordinariamente pequeña llamada Looty, fue
regalada a la reina Victoria, y los otros cuatro a diferentes
personalidades de la aristocracia y realeza.
El pequinés en Estados Unidos
No
sería hasta comienzos del siglo XX, con el fin de la rebelión de los
Bóxers, cuando este perro llegó a Estados Unidos. La emperatriz Tzu Hsi
obsequiño con algunos ejemplares a varias damas estadounidenses, entre
ellas Alice, la hija de Theodore Roosevelt. También existía un pequeño
porcentaje de contrabando.
En 1091 se exhibió el primer ejemplar de la raza en EEUU,
llamado Pekín, y los criadores profesionales ya habían tomado interés en
la misma. Un poco más tarde, en 1906, el American Kennel Club comenzó a
hacer inscripciones, y en 1909 se fundó el Pekingese Club of America, con lo que el pequinés adquirió una gran fama. Actualmente es una mascota común en un buen número de países.
Publicado en MundoPerros