Los perros grandes lo tienen más complicado para encontrar el hogar que necesitan. Además, tres de cada diez canes que se abandonan cada año en España son de tamaño XL. En este artículo se recogen cuatro razones para adoptar a un perro enorme:
Muchos son grandes amigos de los niños, suelen ser bonachones, sí
pueden vivir en pisos y, además, aprenden más rápido. También se ofrecen
algunas precauciones antes de adoptar a un gran can.
Adoptar a un perro grande, una amistad de altura
Los
perros enormes lo tienen más difícil para encontrar una casa que los
canes de raza pequeña. Uno de cada tres perros que se abandonan en
España es de gran tamaño, según el estudio Fundación Affinity sobre
abandono de animales de compañía. Esto significa que, cada año, 36.000
amigos peludos de gran envergadura pierden su hogar.
Los
perros de talla XL, sin embargo, arrastran algunos perjuicios que
conviene conocer, ya que en ocasiones ocultan un simple desconocimiento,
falsas ideas que explican que estos gigantes amigos de cuatro patas
pasen más tiempo en los centros de adopción de animales que sus
compañeros de menor tamaño
"No
hay que desechar de primeras a un perro por su tamaño cuando se quiere
adoptar; la altura de un can no determina su personalidad", advierte la
veterinaria Rosana Álvarez Bueno, coautora de 'Manual de Etología
Canina' (2007) y responsable del portal Etología veterinaria.
A continuación se recogen cuatro grandes razones -y de peso- para adoptar a un perro enorme o talla XL.
1.
Perros enormes, grandes amigos de los niños: Niños y perros pueden
entablar una relación de amistad muy sólida, que trascienda de las
palabras. La salud de los menores es, además, otra razón de peso para
adoptar a un can: los expertos recuerdan que perros y gatos ayudan al
bebé a crecer más sano.
Los
niños pueden marcar la decisión sobre el tamaño de un animal a la hora
de adoptarlo, ya que hay tallas más adecuadas que otras para convivir
con los menores de la familia. Los hogares con niños no son buenos, en
general, para un perro demasiado pequeño: su reducido tamaño los hace
delicados y frágiles, y los menores no suelen ser demasiado cuidadosos
con estos canes tan pequeños.
Un perro enorme, por el contrario, tiene algunas ventajas de altura cuando en casa hay niños. "Un animal grande es más apto para convivir con niños, además, los bebés le pueden agarrar para empezar a andar", señala Álvarez Bueno.
Un
peludo amigo de gran envergadura es asimismo más resistente para
soportar algunos comportamientos infantiles. "Un perro grande padece
menos si el niño le agarra de la cola o se le tira encima", explica la
etóloga. Estas conductas deben vigilarse en cualquier caso, ya que los
perros, como los humanos, sufren el dolor.
2. Perros enormes, canes bonachones: El carácter del animal, con independencia de su talla, es la primera razón que debe guiar la elección del can que se quiere adoptar. "Aunque no todo mundo está preparado para adoptar a un perro, los canes de gran tamaño tienen cualidades únicas, entre ellas, una capacidad inmensa de dar amor", asegura la asociación Dogs XL Rescue (Rescate de perros XL), que trabaja para encontrar hogar a los peludos más grandes.
Un
perro pequeño suele ser más nervioso que uno de mayor tamaño. La altura
de un can, sin embargo, no determina su personalidad. Otros factores
influyen de forma más decisiva en el carácter de un animal, como la raza
o los cruces de raza de perros, en el caso de los canes mestizos. Y,
sobre todo, es esencial la educación y el cariño que reciban. Por eso,
antes de adoptar, se debe tener en cuenta la historia de cada animal,
recuerdan las asociaciones protectoras.
3. Los perros enormes sí pueden vivir en un piso: Los perros de gran tamaño soportan otros prejuicios que tampoco siempre se ajustan a la realidad. Entre ellos, la idea de que un gran can no pueden vivir en un piso. "Hay perros enormes que se mueven bastante menos que un animal pequeño en casa, por lo que es falso que los canes de gran tamaño no puedan vivir en un piso", dice Álvarez Bueno.
Hay
animales grandes, como los galgos, que se adaptan enseguida a un
apartamento. "Además, a pesar de su pasado, los perros grandes adoptados
están ansiosos por dar cariño", añade, por su parte, el colectivo
Grandes perros, enormes patas (Big Dogs, Huge Paws), que también se ha
especializado en encontrar casa a los canes de mayor tamaño.
Un mastín -o un perro con cruce de mastín- será con mucha seguridad un animal tranquilo. Aunque no es extraño que el can ladre de noche cuando oiga un ruido poco familiar. "Cuando se trata de escoger un perro grande, no es tan importante el tamaño de nuestra casa, pero sí hay que tener tiempo para pasear con nuestra mascota y para jugar con ella", añade el veterinario Javier Gómez.
4.
Adoptar un perro enorme que aprende más rápido: La educación de un
perro tiene como ingrediente esencial la comunicación con el animal. La
mirada tiene, por tanto, un papel esencial en el aprendizaje canino.
De
ahí que para un perro grande sea más sencillo mirar a los ojos de su
dueño. Por ello, los canes de gran envergadura suelen ser más obedientes
y entender mejor las pautas que le dan sus amos.
Las
personas amantes de los largos paseos o del deporte del aire libre,
además, encontrarán en un perro de gran tamaño a su compañero perfecto
de caminatas.
Adoptar un perro grande, precauciones
Un animal grande necesitará un coche de tamaño apropiado, si se quiere viajar con el perro.
Un
animal grande también es fuerte. La edad del adoptante y su capacidad
física son razones que pueden mover la balanza a favor o en contra de
elegir un can grande. No es sencillo para todos manejar un animal de
gran envergadura. "Un perro que pese por encima de los 35 kilos no lo
puede controlar cualquiera, y puede ser difícil de pasear para una
persona anciana o que no cuente con la fuerza adecuada", avisa Gómez.
No hay que desechar al can que se quiere adoptar por su tamaño, sino que hay que tener en cuenta su carácter.
Un perro grande precisará ingerir mayor cantidad de alimento que uno pequeño.
Los animales enormes pueden ser aconsejables en familias adoptantes con niños.
Educar a un can alto suele ser más sencillo