lunes, 16 de julio de 2018

EL FALSO MITO DEL REMORDIMIENTO EN PERROS 2ª PARTE; NO LO REGAÑES POR ESTO


Sencillas soluciones para (al menos ciertos) comportamientos inadecuados

Lo que algunas personas observaron tras ver el video de Vujanic es que era bastante claro que el dueño de Denver, quien dejó afuera los premios del gato desde un principio, fue el causante del problema.
De la misma forma que los humanos que quieren llevar una alimentación saludable saben perfectamente que no deben comer las galletas o papas en la alacena, pero lo hacen de todos modos. Darles a los perros la responsabilidad de contenerse no solo es poco realista, sino también algo cruel.
Una cosa es enseñarles a ser obedientes, algo que eventualmente podría salvar no solo tu vida sino la de ellos, pero como alguna vez señaló un sabio, con frecuencia el humano necesita más entrenamiento que el perro.


Si quieres desarrollar un vínculo fuerte con tu perro y lograr que confíe en ti, la imparcialidad y la consistencia son fundamentales. Parte de la imparcialidad es asumir tu propia responsabilidad. Por ejemplo, es una verdadera tontería que te enojes con un perro por defecar en tu habitación si no has previsto que salga a pasear puntualmente.
De manera similar, guardar los zapatos resulta algo lógico si existe la posibilidad de que tu perro se sienta tentado a morderlos. No dejes el paquete de toallas de papel en el suelo a un lado del armario – ponlo en el estante y cierra la puerta. Los alimentos – los tuyos, los suyos y los del gato – deben colocarse en un lugar que no pueda alcanzar, al igual que las plantas, celulares y cables eléctricos que no quieres que muerda.


Una mejor solución: Entender y trabajar con el comportamiento canino (y felino)

Tal y como Life Hacker observa, queremos que nuestras mascotas se porten bien, pero siguen siendo "seres silvestres en el fondo". Esperar (u obligarlas) a que sigan un nuevo conjunto de reglas básicas que fueron diseñadas para los humanos está en contra de su naturaleza. Por ejemplo, mordisquear es un acto propio de los perros – e indudablemente de los cachorros.
Una razón por la cual los perros mordisquean puede estar relacionada con el fortalecimiento de sus mandíbulas y dientes. Podría tratarse de una afección dental o médica que involucre su estómago o un comportamiento compulsivo, cuestiones que deben ser atendidas por un veterinario. Sin embargo, si sospechas que tu perro está mordisqueando cosas porque simplemente está aburrido, algo tiene que cambiar – de tu parte, no la del perro.


Cuando morder se convierte en algo negativo, también conocido como "masticación destructiva", implica la destrucción de objetos valiosos. Recuerda que un perro que no ha sido entrenado no puede distinguir entre el juguete masticable que le diste y la base del antiguo soporte de la planta de tu abuela. Sin embargo, notarás que esto ocurre con mayor frecuencia cuando tu perro está solo en casa o sin supervisión.
Life Hacker aconseja:
"No dejes que esto ocurra. Algunas veces, masticar (cosas como cables o plantas tóxicas) es peligroso para las mascotas, por lo que es importante abordarlo y detenerlo.


Algunos dicen que los disuasores alimentarios no son recomendables, pero la ASPCA no se opone a estos elementos que están específicamente diseñados para este fin. No obstante, siempre ten cuidado con lo que dejas que tu mascota coma.
No le des juguetes que se parezcan a artículos inapropiados; por ejemplo, no le des un zapato viejo para masticar porque no sabrá distinguir entre el viejo que puede masticar y un nuevo par. Si tu mascota mastica para jugar, asegúrate de jugar con ella".

Cómo manejar el ‘mal’ comportamiento canino
 
Un comportamiento canino "inadecuado", que es difícil de tratar y francamente puede parecer intolerable en ocasiones, es cuando tus cosas son destruidas. Life Hacker señala: "He descubierto que aprender a vivir cómodamente con (mascotas) se resume en 2 factores básicos: Entender y trabajar con su comportamiento".



He aquí otros problemas con los perros (ya sea que sientan mal por hacerlo o no) y las posibles soluciones:

• Se le cae el pelo en todas partes. Está por demás decir que si a tu perro se le cae más pelo de lo que crees que está justificado, recuerda: Son seres peludos, y la cantidad de pelo que se le cae no es algo que puedan controlar, pero tú sí que puedes controlarlo.
Aproximadamente 2 veces al año necesitan deshacerse del pelaje. Prácticamente cualquier sitio de mascotas te indicará con qué frecuencia debe cepillarse la raza de tu perro (o gato) en particular. A menudo, es 2 veces por semana.
Las herramientas de aseo y los champús naturales para mascotas desenredan el pelaje de fondo y los cepillos de "auto acicalamiento" con los que tu mascota se puede frotar pueden ayudar con el problema. Una escobilla de goma que puedas pasar sobre tus muebles y alfombras antes de pasar la aspiradora puede facilitar la limpieza de la casa.


Establecer una rutina de limpieza también servirá para este propósito, al igual que un tipo de alimentación apropiada para su especie. Si no puedes lidiar con la situación, la próxima vez investiga y adopta una raza que mude menos de pelo.
• Orinar en cosas. Lo primero que debes hacer si ocurre este problema es averiguar si se trata de un problema médico. Después de eso, puedes hablar con tu veterinario sobre los factores desencadenantes, como personas extrañas, otros perros (o gatos) o bien, incluso el olor de los mismos en tu ropa.


Esto es lo que no debes hacer:

"La mayoría de los expertos coinciden en que gritarles es algo terrible. Simplemente hace que tu mascota te tenga miedo y no aprenderá que su comportamiento es incorrecto, solo aprenderá a temerte".
Consulta nuevamente los aspectos básicos del entrenamiento positivo para ir al baño si tu perro está teniendo accidentes que estás convencido que no son un problema médico.


• Salta sobre ti. Al parecer, cuando los perros saltan sobre las personas, es porque quieren ponerse al mismo nivel que ellos para saludar. Reírse, involucrarse con entusiasmo o hablar fuerte solo refuerza el comportamiento; incluso los amantes de los perros consideran que este hábito es más molesto (y tal vez incluso más aterrador) de lo que crees.
Ignorarlo tampoco lo curará. Una mejor manera es enseñarle que si se sienta cuando las personas estén saludando, recibirá caricias al instante, rascaran su cabeza y obtendrá premios, que es mucho mejor que usar la rodilla para defenderte. Si el salto persiste, dale la espalda inmediatamente e ignóralo.


Los perros se vuelven 'empáticos' cuando oyen 'ese tono' en tu voz
Business Insider describe de forma concisa la empatía, un término relativamente nuevo creado por escritores de ciencia ficción, como alguien que es excepcionalmente receptivo a las emociones ajenas.
Los empáticos no pueden evitar ser "esponjas emocionales", al absorber el alto nivel de miedo, euforia, ira o angustia en los demás. Curiosamente, las personas que sienten una conexión emocional más fuerte con sus perros afirman que su can puede sentir cuando están tristes o incluso ansiosos; algo en el lenguaje corporal y el tono de voz del humano puede ser la alerta.
Probablemente no exagero cuando digo que la mayoría de los perros son empáticos en automático. Parecen estar "sintonizados" con los estados de ánimo de sus propietarios.


Peter Neville, profesor del Centre of Applied Pet Ethology (Centro de Etología Aplicada de Mascotas) en el Reino Unido quien fue citado por The Telegraph, explica su noción de lo que realmente podría estar pasando cuando las personas expresan sorpresa, enojo o incluso diversión mientras ponen toda su atención en sus perros, quienes responden, con la interpretación humana de una mirada de "lo hice y estoy sumamente apenado":
"Tal confrontación, si bien pretende ser una diversión para los propietarios, puede ser poco compasiva porque el perro no puede experimentar o sentir empatía con estas emociones y simplemente se siente amenazado por su atención negativa en tales momentos".


Los perros pueden aprender del buen comportamiento y el mal comportamiento. Todo depende de cómo tú, la persona favorita de tu perro, manejes ambos tipos. Tanto tu postura como el tono de tu voz son herramientas que puedes utilizar para hacer que las situaciones sean "momentos de enseñanza".
Solo asegúrate de sincronizar tus reacciones mesuradas con la duración del comportamiento tanto como sea posible con el fin de que pueda comprender la conexión. Esa es la mejor manera de reforzar lo bueno y desalentar lo malo.



Publicado en Orbicanes