lunes, 12 de diciembre de 2022

HOMBRES, MUJERES Y PERROS


Cada vez tenemos, lamentablemente, más noticias de hombres que odian a las mujeres. Los diarios cuentan, prácticamente cada día, los casos en que las mujeres son asaltadas. Los agresores aprovechan las más diversas circunstancias. En casa o en la calle. De noche o de día. Nacho Herrero explica en este diario, desde Valencia, que hay un imponente guardaespaldas capaz de vigilar las 24 horas del día. Este vigilante es un perro.


Dice también que hay en España 168.000 órdenes de alejamiento de hombres agresivos, y me gustaría que fuera un error o un malentendido. En cualquier caso, no todas esas posibles víctimas están preparadas para tener un perro adecuadamente entrenado. Pienso que el éxito lo deben compartir la paciencia del hombre y la inteligencia del perro. La Fundación Escan, valenciana, tiene un programa de entrenamiento para resolver este problema. Estoy seguro de que en otras comunidades también se entrenan perros para que descubran rastros y sepan actuar según las circunstancias.


DE ANIMAL AGRESIVO A SERVIDOR

En la antigüedad, los humanos domesticaron a los lobos para convertirlos en perros. El animal agresivo se convertía en un servidor. En un 'compañero' útil. Y ahora, quién lo iba a decir, hay unos perros que han sido adiestrados para luchar contra los 'salvajes' humanos. Y enlazando con la primera frase, tal vez nada me sorprende tanto como que haya hombres que odien a las mujeres. ¿Han sufrido una herida que no se ha podido cicatrizar? ¿Acaso tienen problemas con su propio sexo? Las explicaciones pueden ser muchas.


El odio es una intoxicación, y se puede contagiar. El perro, en cambio, puede ser pacificador y crear sintonías. Unos vecinos tienen un perrito, ¿o perrita?, al que veo cuando coincidimos en el portal. Son gente amable que nos ayuda si tenemos algún pequeño problema doméstico. No creo que destroce ningún sofá. Me atrevería a decir que hay personas y perros que se educan mutuamente.


Publicado en El Periódico