miércoles, 5 de junio de 2019

HISTORIA DEL DÁLMATA


Los orígenes del dálmata aparecen confusos, y son muy variadas las opiniones que al respecto han emitido los más acreditados cinófilos de todo el mundo. En la antigua Grecia y en el Lejano Oriente aparece ya en ilustraciones muy antiguas un perro que, en cuanto a línea, parece idéntico al actual dálmata; sin embargo, no se tienen otras noticias de aquellos lugares que puedan justificar esta teoría. Otros investigadores consideran que su origen fue Dinamarca, país donde por cierto aún hoy es una raza por la que se siente una especial predilección.

Quizá por seguir esta hipótesis, en algunos países se le denomina «pequeño danés», pero también puede ser debido a su cierto parecido en cuanto a línea y color, que lo asemeja bastante con el dogo alemán (denominado en algunos países Gran Danés) cuya similitud del tipo «Arlequín» con el dálmata, es muy notable. Las diferencias más notables en este caso nos las proporciona el tamaño, pero podría deberse a algún cruce con una raza pequeña que hubiera dado como resultado un dálmata de tamaño medio.

Pero el hecho de que en pinturas egipcias muy antiguas apareciera un perro blanco, con manchas muy parecidas a los actuales dálmatas, corriendo detrás de carrozas y carros deportivos de la época, dan a entender que no se trata de una simple coincidencia, sobre todo si tenemos en cuenta la afición, que no es común a la de otras razas. En grabados antiguos en que aparecen diligencias, podemos verlo corriendo detrás de ellas, yendo bajo los carruajes y, en ocasiones, junto al eje delantero o posterior, e incluso entre los caballos. Antiguamente, los gitanos que se iban esparciendo por Europa, acostumbraban a llevar dálmatas y fue así, tal vez, como se dio a conocer la raza por doquier.



A principios de siglo, en Inglaterra, en los ambientes distinguidos, se puso de moda que las carrozas elegantes fueran seguidas por dálmatas, de donde tomaron el nombre de «coach dogs», o sea, perros de carroza. Con el transcurso de los años aparecieron en los Estados Unidos, en los característicos carros rojos de bomberos, llegándose a considerar oficialmente como mascota, y aún en la actualidad, difícilmente encontraremos algún cuartel de bomberos que no tenga uno o varios dálmatas, cosa que constituye ya una especie de tradición.


A pesar de que se le considera como «raza de lujo y compañía», posee cualidades que en el campo le hacen comportarse con la misma desenvoltura que ciertos perros de caza, poseyendo una deportividad que muchos canes, considerados como tales, no son capaces de desarrollar. El dálmata puede efectuar largos recorridos y terminar sin el más mínimo cansancio y con ganas de volver a empezar.


Su gran olfato contribuyó tiempo ha, para que fuera empleado como perro de caza, para lo cual demostraba ciertas aptitudes, especialmente cobrando las piezas. Se están adiestrando también dálmatas como perros lazarillos, aunque todavía no sea muy generalizado su empleo por encontrarse aún en fase inicial. Excelente vigilante y guardián de la casa, no es un perro escandaloso, y tiene por costumbre ladrar solamente lo imprescindible.


No son muchas las razas de perros que se emplean en acciones militares, sin embargo, ésta es una de ellas; el problema que representa su color, que lo convierte en un blanco perfecto, es resuelto a base de ser pintado del mismo color de los carros de combate y material bélico. El ejército británico lo emplea desde hace tiempo en sus operaciones. Pero entre todas sus cualidades y posibilidades de adaptación, que son muchas, indudablemente la más característica y original en él, es la de seguir a los caballos, con los cuales se encuentra muy a gusto aunque nadie sepa el porqué. Especialistas que han estudiado a fondo la raza no llegan a comprender las razones que le impulsan a correr tras ellos, igualando rápidamente la marcha de aquéllos y acompañándolos durante muchos kilómetros, prácticamente los mismos que es capaz de recorrer el caballo en un día.


Como perro de rescate actúa conjuntamente con los bomberos, siendo frecuente verlos entrar y salir de algún lugar en llamas, rescatando personas de lugares donde un hombre no podría entrar. Excelente en el trato con los niños, llega a ser más que un simple compañero, un verdadero niñero que cuida de ellos con singular dulzura.



El dálmata es, en realidad, una raza sumamente interesante, que ha sido considerada como de lujo, debido simplemente a una forma de clasificación que no guarda ninguna relación con la realidad, pues, como hemos podido ver, se trata de una raza de utilidad, que prácticamente debemos conceptuar como «polifacética».

Publicado en ComoCriar