Animales domésticos son aquellos a los que los humanos hemos moldeado para nuestro beneficio. Con este objetivo se han ido escogiendo animales con unas características concretas, como una dieta flexible, capacidad de reproducción en cautividad y sociabilización, entre otras, que han facilitado este proceso. Los animales domesticados comparten un conjunto de características concretas que facilitan este proceso.
En el caso de los perros empezó antes del Neolítico y en
el de los gatos hace unos 10.000 años. La domesticación de los perros
es un ejemplo perfecto de cooperación entre dos carnívoros sociales
(perros y humanos) por un mismo recurso, la alimentación; mientras que
los gatos han mantenido su independencia y se han beneficiado del ser
humano.
Animales en actividades humanas
Con
el paso del tiempo, se han ido usando los animales domésticos en todo
tipo de actividades humanas, incluso las más pioneras en su momento,
como viajar al espacio o actuar en películas y series de televisión. El uso de animales en actividades humanas es tan variado que va desde el cine hasta los tratamientos terapéuticos.
Pero su función más “humana” es en tratamientos
terapéuticos y en trabajos con grupos con estigmas sociales. Esto es
debido a la facilidad de las personas por expresarse con los perros y a
los beneficios psíquicos y físicos relacionados con tocar animales, ya
que se liberan sustancias relacionadas con el placer y disminuyen las
relacionadas con el estrés.
Para entender mejor las relaciones entre los animales domésticos y los humanos, los científicos las estudian desde diferentes ámbitos: Jordi Rosell, desvela los orígenes del perro, Helena Bat, estudia el comportamiento de los gatos, Jaume Fatjó, trabaja la relación entre animales y tratamientos terapéuticos y Victòria Coll, modifica el comportamiento de perros y gatos. Incluso comics como “Blacksad”, de Juan Díaz Canales, permiten entender mejor su comportamiento humanizándolos.
Publicado en RTVE