Definir una conducta estereotipada en caninos es bastante dificultoso ya que cualquier definición no la abarcaría en su totalidad. Hay consenso general para definirla como un acto repetitivo, constante y que aparentemente no sirve a ningún propósito obvio.
Esta es una definición descriptivamente útil pero no del todo exacta, puesto que las estereotipias tienen distintos grados de variación, principalmente en los estadíos iniciales.
Algunas estereotipias o conductas compulsivas en perros no son actos repetitivos, como por ejemplo los animales que quedan inmóviles por determinado tiempo. Otras conductas compulsivas son repetitivas pero sí tienen un propósito obvio, como sería la conducta de rascado o de acicalamiento, por ejemplo.
La clásica descripción del comportamiento compulsivo es la siguiente: “Es una conducta en la cual el paciente está impulsado a realizarla y aunque no le represente una sensación placentera, está impotente de frenar su ejecución”.
Independientemente de que aún no haya una definición del todo satisfactoria, el comportamiento estereotipado o Síndrome Compulsivo es una alteración de la conducta de muy frecuente aparición en los animales domésticos, y por lo tanto es importante conocerla.
Este comportamiento tiene su origen en los cambios neuropatológicos específicos que se originan debido a las alteraciones en la bioquímica cerebral de los animales que exhiben estas conductas.
Estas conductas son expresiones anormales de comportamientos normales típicos de la especie, tales como el acicalado, la vocalización y la locomoción.
Las conductas estereotipadas más ampliamente conocidas en perros son la persecución y automutilación de su cola, el caminar en círculos, el lamido constante de patas generándose lesiones dermatológicas, el mordisqueo constante del flanco de su cuerpo, etc.
La siguiente clasificación de las conductas estereotipadas en los perros resulta bastante didáctica pues se basa en los patrones motores normales de los que parecieran derivar los comportamientos anómalos.
ACICALADO - Autolamido compulsivo; mordisqueo del pelo; granuloma acral; etc.
ALUCINACIÓN - Castañeteo de dientes; Caza de presas inexistentes; Mirar fijamente a la nada; etc.
ALIMENTACIÓN - Polidipsia, Polifagia, Pica (ingesta de productos no alimenticios), etc.
LOCOMOCIÓN - Movimientos repentinos del cuerpo; Correr y saltar; Congelamiento; Girar o caminar en círculos, etc.
VOCALIZACIÓN - Ladrido constante; Lamento constante
NEUROSIS - Automutilación con o sin vocalización; Agresión repentina dirigida hacia la gente u otros animales; etc.
El comportamiento estereotipado ha sido dividido según su etiología u origen en dos categorías:
1 - Comportamientos anormales fisiopatológicos, los cuales a su vez se dividen en: a) Por defectos genéticos y b) Producto de enfermedades adquiridas.
2 - Comportamientos anormales originados en las experiencias vividas por el animal, las cuales pueden ser: a) Experiencias tempranas (en las primeras etapas de vida del animal), b) Mala socialización, c) Experiencia condicionada (condicionamiento) y d) Iatrogenia (malas experiencias a partir de mal manejo de las personas hacia el animal o en forma medicamentosa).
En la práctica, la falta de socialización adecuada con sus congéneres (principalmente en el período de socialización que abarca entre la 3ª y 12/15ª semanas de vida) puede predisponer al animal a exhibir conductas estereotipadas de adulto, incluso aunque el animal se encuentre en un ambiente apropiado.
Asimismo, independientemente de las causas que originaron la conducta compulsiva, un hallazgo muy frecuente es que la gran mayoría de los perros que presentan esta alteración conductual, presentan un nivel muy elevado de ansiedad generalizada.
Por lo antes dicho se desprende que las conductas compulsivas en los perros pueden estar incluidas en varias categorías de comportamientos anormales simultáneamente y que invariablemente las estereotipias son la expresión de un previo o actual conflicto interno del animal, comúnmente debido a lo que se conoce como empobrecimiento ambiental donde el animal sufre algún tipo de stress crónico debido a alguna alteración de su ambiente (llegada de un nuevo individuo, mala relación con algún miembro del grupo social, presencia de otros animales, ocio excesivo, etc., etc.)
El diagnóstico de las Estereotipias en caninos se realiza a partir de los signos clínicos presentados por el animal y por la anamnesis realizada.
El impedimento físico de la conducta compulsiva no es el tratamiento correcto de esta alteración, como tampoco es correcto indicar como causa del problema únicamente al aburrimiento. Tampoco es solución la amputación de la cola en los casos que el animal se persigue y lastima la misma pues luego seguirá con alguna otra parte de su cuerpo, generalmente las patas.
El tratamiento profesional de estos casos es a través de la identificación y remoción de la causa del conflicto y no del castigo al animal cuando realiza la conducta estereotipada, o el impedimento físico al animal de la realización de la misma.
Es fundamental en la terapéutica de estas patologías la utilización de algunas técnicas específicas de modificación de la conducta como así también que el animal pueda desarrollar y ejecutar sus pautas específicas e innatas de conducta.
La terapia farmacológica es de gran ayuda y sin ella es prácticamente imposible solucionar este tipo de casos.
En general en el tratamiento farmacológico de las conductas estereotipadas se utilizan como drogas de elección los Inhibidores de la recaptación de la serotonina como así también fármacos moduladores de dicho neurotransmisor. Los anticonvulsivantes, sedantes y tranquilizantes, generalmente no son efectivos para el tratamiento de los comportamientos estereotipados.
Debido a que en la mayoría de los casos, el paciente que presenta un comportamiento estereotipado también exhibe un alto nivel de ansiedad es que en muchos casos también se utilizan ansiolíticos en el tratamiento de esta alteración conductual.
“No es coherente ni efectivo para corregir una alteración conductual en un animal doméstico de compañía que dicho animal sea el único que deba aprender a comportarse. Las personas con las que convive también deben aprender a comportarse como corresponde para con él. Los animales son seres vivos y como tales tienen sentimientos y pautas de conducta propias de la especie a las que pertenecen. Sólo conociendo las mismas y respetándolas, se puede lograr una convivencia armoniosa y agradable con ellos”.
Agradecemos la colaboracion por la publicacion de este articulo a: Dr. Ricardo Luis Bruno - Médico Veterinario - Especialista en Comportamiento Animal