El otohematoma, que es como se conoce a esta afección, no es más que una inflamación de la oreja del cánido a consecuencia de un hematoma en el pabellón auricular canino, lo que provoca una acumulación de sangre. Es un problema perruno bastante común, sobre todo si nuestra mascota es propensa a padecer otitis o tiene las orejas grandes y caídas. A veces esta hinchazón está producida por pus, por lo que el tratamiento diferirá. La consulta al veterinario permitirá asegurar el diagnóstico, buscar qué ha provocado esa acumulación sanguínea y cuál es el tratamiento más adecuado. Por ello, aunque a priori nos pueda parecer un asunto de salud sin importancia que podemos tratar en casa, es necesario acudir a su consulta.
Síntomas y causa del otohematoma
El síntoma más claro y evidente es la inflamación de la oreja. No es homogénea, sino que es un abultamiento con unas zonas más hinchadas que otras. Si esta inflamación no se trata, pueden formarse coágulos que complicarían el pronóstico del animal.
En la mayoría de los casos, esta acumulación de sangre, que provoca la hinchazón, se debe a un golpe que el cánido se haya llevado en la cabeza o en la zona cercana a la oreja dañada, o que se haya infligido él con la pata mientras trataba de calmar un posible picor o malestar. Este golpe o rascamiento excesivo habría causado la rotura de vasos sanguíneos y un posterior derrame, que es lo que inflama la oreja.
Del mismo modo, hay ocasiones en las que el hematoma se produce sin que haya existido un traumatismo previo. Es el caso de los animales mayores, que tienen unos vasos sanguíneos finos y sensibles que tienden a romperse con facilidad.
Tratamiento del otohematoma
El tratamiento de la inflamación y el sangrado están estrechamente vinculados con el origen que los ha causado. Si se debe a un rascado excesivo por parte del animal, habrá que localizar el origen del elemento que le ocasiona el picor o la incomodidad, ya sea un objeto que se haya introducido en su canal auditivo, ya sea un ácaro.
Igualmente, si la causa es una herida, habrá que tratar esa herida para que el sangrado cese y la oreja vuelva a su forma natural. Incluso puede ser necesario drenar la herida para bajar la inflamación y eliminar el derrame. Y en los casos más complicados, someter al animal a una intervención quirúrgica para curar la herida que ha originado el otohematoma.
Por tanto, el seguimiento médico es indispensable para la curación de este problema.
Publicado en MundoAnimalia