Visitar las Islas Shetland es siempre una experiencia única para mí. Acantilados azotados por fuertes vientos y espectaculares olas habitados por miles de colonias de aves marinas con cabeza. Muchas veces simplemente me sentaba ahí y miraba al frente sin tomar ninguna fotografía. Solo quería disfrutar el momento solo conmigo y con la naturaleza pura. Gracias a eso pude percibir la vida de las colonias de aves en un contexto más amplio. Cuando el sol comenzó a acercarse al horizonte, se desarrolló un hermoso espectáculo de luces y sombras. Debido a la latitud que hay allí, la puesta de sol dura indefinidamente. Después de una larga observación de una colonia más pequeña de alcatraces septentrional en un acantilado cercano, cogí la cámara e intenté capturar la atmósfera. Fotográficamente, esta es una escena muy complicada, así que traté de obtener el máximo brillo y sombras en la foto con las que aún se pueda trabajar. No pude publicar esta foto hasta muchas semanas después de mi regreso. Tenía que volver a sentir algo especial para poder transferir la foto exactamente como tenía en mente. Y creo que lo logré, al menos en parte.