Cazador Perfecto por François Potvin
Tras una larga caminata con raquetas de nieve, llegué a un bosque silencioso de troncos desnudos, esculpidos por el tiempo. En este mundo monocromático, emergió una lechuza gavilana (Surnia ulula): una mirada penetrante, un cazador perfecto, mimetizándose con la quietud gélida. Fue un encuentro fugaz pero atemporal, y el propio invierno pareció contener la respiración.