Si hablas con tu perro, eres parte de la mayoría: el 84% de los dueños de mascotas hablan con sus perros. Tal vez sea solo para pedirles ciertos comportamientos, o tal vez sean conversaciones completas. De cualquier manera, ¿alguna vez te preguntaste cuántas palabras puede entender tu perro? ¿Conocen el significado de esas palabras o simplemente recuerdan que ciertos sonidos conducen a ciertos resultados, como "paseo" que conduce a una salida al aire libre? Investigaciones recientes están arrojando nueva luz sobre si los perros realmente pueden entender el lenguaje humano, y la verdad podría sorprenderte.
Los perros reconocen diferentes idiomas
El habla de personas no es solo ruido para los oídos de tu perro. Según un estudio publicado en la revista NeuroImage, los perros reconocen palabras que no se les han enseñado formalmente. Al colocar a los perros en máquinas de resonancia magnética, los científicos demostraron que los perros pueden diferenciar entre sonidos sin sentido y el lenguaje humano. Incluso pueden distinguir entre idiomas familiares y desconocidos. Las exploraciones mostraron que los perros procesan el habla en dos pasos: primero, su cerebro determina si el sonido que escuchan es habla y luego decide si se trata de un idioma con el que están familiarizados.
Los perros podrían no reconocer los detalles del habla humana
Aunque pueden reconocer idiomas familiares y desconocidos, no siempre pueden distinguir sonidos similares. Un estudio de la Royal Society Open Science descubrió que los perros tienen dificultades para distinguir detalles fonéticos cuando escuchan a la gente hablar. Por ejemplo, "stay" y "shay" harían que tu perro se quedara quieto.
Los investigadores utilizaron electroencefalografía (EEG), una forma no invasiva de registrar la actividad eléctrica del cerebro, en perros despiertos y cooperadores. Descubrieron que las palabras de instrucción que los perros ya conocían, como "siéntate" o "abajo", no se distinguían en el cerebro de los perros de las palabras sin sentido que sonaban de manera similar. Sin embargo, eso no significa necesariamente que los perros no escuchen la diferencia. Es posible que simplemente no consideren que la diferencia sea importante.
Los perros pueden entender el significado de las palabras
Pero ¿qué pasa con “Chaser”, conocida como la perra más inteligente del mundo? Era una border collie que conocía más de 1000 nombres propios. Era capaz de recuperar cientos de juguetes de otra habitación solo por su nombre. Debía tener una representación mental de lo que representaba cada nombre o palabra. ¿Era una genio canina excepcional o otros perros también pueden usar los nombres de los juguetes como etiquetas para los objetos?
Cuando se les pidió a otros perros que buscaran sus juguetes, como Chaser, no obtuvieron mejores resultados. Por eso, los investigadores del Laboratorio de Neuroetología de la Comunicación de la Universidad Eötvös Loránd decidieron probar un enfoque diferente. Utilizando tecnología de EEG no invasiva, los científicos registraron la actividad cerebral de los perros para ver si ciertas palabras representaban ciertos objetos en sus mentes. En otras palabras, ¿al escuchar la palabra se activaba una representación mental correspondiente? En el estudio participaron 18 perros (entre ellos, border collies, un akita, un caniche toy, un pumi, un labrador retriever y razas mixtas, entre otros) y sus dueños. Los resultados se publicaron en la revista Current Biology.
Los dueños decían una palabra para un juguete que el perro conocía y luego le mostraban un objeto. A veces, el objeto era el juguete que coincidía y, en otras ocasiones, el objeto no coincidía. Por ejemplo, el dueño podía decirle al perro que mirara la pelota, pero mostrarle un frisbee. Los perros estaban despiertos y tenían pequeños electrodos de metal pegados a sus cabezas, de modo que se pudiera registrar su actividad cerebral mientras observaban y escuchaban a sus dueños. Las grabaciones cerebrales mostraban un patrón cuando el objeto coincidía y un patrón diferente cuando no coincidía. Esto es similar a lo que se observa en los humanos y se considera evidencia de que los humanos comprenden las palabras. Así que parece que Chaser, por increíble que fuera, no es tan única como se pensaba. Los perros tienen la capacidad de comprender las palabras como etiquetas de objetos, al igual que nosotros.
Según la Dra. Lilla Magyari, neurocientífica cognitiva de la Universidad de Stavenger (Noruega) y una de las investigadoras, este estudio en particular fue particularmente desafiante. Los experimentos de EEG caninos suelen ser fáciles de realizar y se pueden realizar con perros sin adiestrar. En este estudio, fue difícil encontrar perros que supieran al menos cinco nombres de objetos. Además, los perros no podían jugar con los juguetes. Tenían que quedarse inmóviles y observar cómo su dueño les mostraba el juguete y luego lo guardaba. Algunos perros no pudieron hacerlo, otros solo necesitaron un poco de entrenamiento previo y algunos estaban muy tranquilos y aceptaron la tarea. "Esto requirió una enorme cantidad de autocontrol por parte de ellos", dijo la Dra. Magyari, "y estamos muy agradecidos a ellos y a sus dueños por su persistencia".
¿Importa el vocabulario de un perro?
Los resultados se vieron influenciados por el grado de conocimiento de las palabras por parte de los perros, al menos según sus dueños, con una mayor diferencia en la actividad cerebral en el caso de las palabras que los perros conocían mejor. Pero la Dra. Magyari afirma que los perros mayores con más experiencia con el lenguaje humano no mostraron una mayor diferencia en la actividad cerebral que los perros más jóvenes. Sin embargo, dijo, "En nuestra muestra, tampoco hubo relación entre la edad del perro y la cantidad de palabras que conocía".
En cuanto a las investigaciones anteriores sobre los detalles fonéticos, la Dra. Magyari no esperaba que los perros reaccionaran de forma diferente a las palabras que conocen y a las palabras sin sentido que suenan de forma similar, como "frisbee" y "bisbee". Ambos deberían mostrar la reacción de desajuste si se le mostrara al perro una pelota, por ejemplo. Pero cree que es posible que esta reacción de desajuste se pueda modificar por la cantidad de etiquetas de objetos que entiende un perro. "Cuando un perro tiene muchos juguetes, entonces tiene más oportunidades de escuchar palabras diferentes para ellos, tal vez aprender esas palabras y esto puede darles la oportunidad de darse cuenta de que los detalles fonológicos de una palabra importan. Una comparación entre perros con un vocabulario alto y bajo podría arrojar luz sobre esta cuestión en el futuro", explica.
¿Es esta habilidad exclusiva de los perros y los humanos?
Este tipo de comprensión referencial de las palabras no se ha encontrado todavía en ninguna otra especie aparte de los humanos. Podría haber varias razones para ello. La primera podría basarse en la historia evolutiva de los perros. Según Marianna Boros, PhD, neurocientífica cognitiva e investigadora postdoctoral en el Laboratorio de Neuroetología de la Comunicación y una de las autoras del estudio, los perros han sido seleccionados durante más de 5.000 generaciones para cooperar y comunicarse con los humanos. Ese proceso de domesticación podría haber jugado un papel en su capacidad para comprender palabras-objeto. Sin embargo, dice que también es posible que su rico contacto con los objetos y el habla humana sea otro factor importante.
Por último, es posible que esta capacidad esté presente de forma generalizada en los mamíferos, incluidas las especies no domesticadas. La Dra. Boros explica que si los animales pueden entender que las palabras o los símbolos representan cosas o conceptos ha sido un tema de debate científico, aunque ha habido informes de especies salvajes que apoyan la idea. Sin embargo, todas las pruebas anteriores a este estudio se basaban en el comportamiento de los animales, no en sus procesos mentales. "Pero en nuestro estudio, pudimos demostrar que los perros activan la representación mental del objeto cuando escuchan su nombre. Para confirmar los informes de comportamiento anteriores, se deberían realizar pruebas en más especies en el futuro", señala.
Las pruebas de EEG en otras especies no son el único campo de estudio futuro. El Dr. Boros dice que la prueba de la investigación actual de un marcador en la actividad cerebral de un perro cuando hay un desajuste en las expectativas abre otras puertas para probar el conocimiento de los perros sobre su entorno. Por ejemplo, ¿se produce este desajuste en otros contextos semánticos fuera de las etiquetas de los objetos? Chaser conocía adjetivos como más grande y más pequeño. ¿Entienden otros perros esos conceptos? ¿Qué tal si exploramos la cognición física y social? Al observar la actividad cerebral, tenemos una nueva ventana a la mente del perro.
Por Stephanie Gibeault, Máster en Ciencias