miércoles, 31 de julio de 2019

LOS GATOS DE ANGORA DE ARTHUR HEYER



Arthur Heyer (* 28 de febrero de 1872 Haarhausen, Alemania; † 1931, Budapest) fue un pintor germano-húngaro, con especial predilección por los motivos animales.
Fue el segundo hijo del matrimonio compuesto por el profesor de escuela Georg Hermann Heyer y su esposa Friederice. En 1875 se trasladaron a Gotha, donde Heyer pasó su etapa escolar.

Entre 1890 y 1895 estudió en la Unterrichtsanstalt des Kunstgewerbemuseums Berlin («Escuela de Artes Aplicadas de Berlín»), bajo la dirección de Max Koch. Durante ese tiempo comenzó a publicar sus primeros dibujos en diferentes periódicos y publicaciones, bajo la dirección de Eugen Richter, como El Periódico Liberal (Freisinnigen Zeitung) o el semanario satírico Las Avispas (Die Wespen). Debido a sus estudios, entre 1892 y 1895 viajó a Transilvania donde tomó contacto con la cultura húngara. En 1896 se estableció en Budapest, ciudad donde comenzó a vivir gracias a la ilustración de libros. En 1900 aceptó la ciudadanía húngara. Hungría, en aquellos tiempos, formaba parte del Imperio austrohúngaro. En 1906 llevó a cabo la primera gran exposición de su obra en Budapest, a la cual siguieron un gran número de nuevas exposiciones. En 1909 también hizo sendas exposiciones en su Turingia natal en el Museo Grand- Ducal de Weimar y en la Sociedad Artística de Gotha. En 1911 obtuvo el Premio Conde Andrássy. Después de numerosas exposiciones, entre las que destacan una en la Künstlerhaus de Viena y otra en el Palacio de Cristal de Múnich, en 1915 fue designado profesor. En 1929 el Museo Nacional de Hungría, de Budapest, adquirió su autorretrato. En 1931 y a la edad de 59 años, murió y recibió un funeral con honores de Estado. Su cuerpo está sepultado en el Cementerio de Kerepes.


Su estilo es, principalmente, naturalista. Además de sus tempranos retratos satíricosy humorísticos Arthur Heyer pintó -sobre todo- retratos de animales y, especialmente, de gatos. Muchas de sus obras fueron hechas por encargo y sus retratos de gatos quizá son los más conocidos y reproducidos en pósters de tiradas millonarias (lo que le valió el sobrenombre de Cats Heyer) pero también pintó ciervos, liebres, faisanes, pollos y perros.

En 1919 publicó sendos libros infantiles, con poesías e ilustraciones de animales llamados: En el Bosque Milagroso, un cuento de hadas (Im Wunderwald, ein Märchen) y Niki, la divertida historia de un perro (Niki, eine drollige Hundegeschichte).














sábado, 27 de julio de 2019

NUTRIENTES; ¿CUALES Y POR QUÉ?


El ser humano adora a sus perros y los colma de cuidados de todo tipo. Por ello, no escatima a la hora de hacerles la vida más cómoda. Sin embargo, si esta humanización del perro afecta a su alimentación, puede ser peligrosa para su salud.
Para intentar que esto no se produzca por falta de información, vamos a ver las diferencias más importantes entre el hombre y el perro en cuanto a la nutrición, así como los nutrientes fundamentales y sus funciones.



Las primeras diferencias entre ambas especies serían anatómicas, por ejemplo, el número, la forma y la disposición de las piezas dentales, lo que influye en su funcionalidad; el número de receptores gustativos, nueve veces mayor en el hombre; la poca cantidad de enzimas digestivas en la saliva del perro, por lo que no hay predigestión; el volumen y la acidez del estómago; así como el tránsito del intestino delgado del intestino grueso, mucho más rápidos que en el hombre.


Proteínas
Las proteínas están formadas por cadenas de aminoácidos, que permiten la construcción y regeneración de los tejidos. Son las únicas moléculas del organismo que contienen nitrógeno y también sirven para fabricar las enzimas que llevan a cabo las reacciones químicas del organismo.
Obviamente, las proteínas aportan aminoácidos esenciales, como la arginina, la histidina, la leucina, la treonina, el triptófano y la valina; pero también aportan aminoácidos azufrados, como la metionina y la cistina.


Hidratos de carbono
Reciben esta denominación un grupo de nutrientes que básicamente proceden de los vegetales, cuya función, tanto en el hombre como en el perro, es aportar energía de uso inmediato. Los más importantes son los almidones, los azúcares, las fibras alimentarias, los fructo-oligosacáridos (FOS), los manano-oligosacáridos (MOS) y las mucinas.


Lípidos
También son conocidos como materias grasas y además de aportar energía, más en concreto como reserva de energía, son una fuente indispensable de ácidos grasos de distinto tipo, por ejemplo, los ácidos grasos omega 6 y omega 3, el ácido gamma-linolénico, el ácido eicosapentaenoico (EPA) y el ácido docosahexaenoico (DHA) y los ácidos grasos conjugados (ALC). Los lípidos también tienen un papel funcional en el organismo, ya que sin ellos algunas vitaminas no llegarían a las células, por ejemplo las vitaminas liposolubles: A, D, E y K.


Minerales
Estos componentes no son ni materia orgánica ni agua y resultan indispensables para diversas funciones; por ejemplo, el calcio interviene en la osificación, el fósforo en el transporte de energía, el potasio y el sodio en el equilibrio iónico celular, y el magnesio en los impulsos nerviosos. Todos ellos pertenecen al grupo de macroelementos, pero existe otro grupo de minerales, los oligoelementos, que son imprescindibles para el organismo aunque en pequeñas cantidades. Algunos de los más importantes son el hierro, que sintetiza la hemoglobina en los glóbulos rojos; el zinc, vital para la piel; el cobre, que sirve para sintetizar los pigmentos cutáneos; el yodo, que interviene en el funcionamiento de la glándula tiroides, y el selenio, que actúa como antioxidante. Pertenecen al grupo de “cenizas” porque se obtienen por la combustión de las materias primas.


Vitaminas
Por su variedad, es difícil definir la función exacta de las vitaminas, ya que esta varía en función de cada una de ellas. No obstante, se trata de sustancias orgánicas carentes de valor energético propio pero imprescindibles para el metabolismo y la regulación de las funciones celulares. Algunas de ellas son muy conocidas, como la A, fundamental para la vista y la regeneración cutánea, o la D, que interviene en el metabolismo del calcio y del fósforo. Pero otras lo son menos, por ejemplo, la H, al menos con esta denominación, ya que se trata de la biotina, necesaria para la piel y el pelaje. Incluso, está el grupo formado por la familia de vitaminas B, entre otras, B1, B2, B5 y B6, que son, respectivamente, la tiamina (funcionamiento del sistema nervioso), la riboflavina (piel), el ácido pantoténico (crecimiento y piel) y piridoxina (energía celular).


Otros nutrientes
En este grupo se incluyen los nutrientes que suponen un valor añadido en los alimentos y que pueden servir para prevenir algunas enfermedades, para retrasar procesos degenerativos o simplemente para mejorar el bienestar del animal. Estos nutrientes, que realmente no son indispensables para el organismo pero que pueden mejorar su calidad de vida, reciben el nombre de nutracéuticos y son de lo más dispares, como los antioxidantes, los condroprotectores o las bacterias para regular la función intestinal. Dentro del grupo de nutracéuticos están los pigmentos carotenoides y los polifenoles (antioxidantes), la glucosamina y la condroitina (condroprotectores), así como el extracto de mejillón verde (preventivo de la artrosis), el aloe vera y la curcumina (estos dos últimos muy positivos para la piel).


Ya solo nos queda citar el agua, que como todos sabemos es el constitutivo más importante del organismo y que es considerada un nutriente más que participa en todas las funciones vitales del organismo.




Publicado en Royal Canin 

miércoles, 17 de julio de 2019

GALGOS DE PAPEL; POR LORRAINE CORRIGAN


Si eres un ávido amante de los perros o incluso si no, estoy seguro de que estas esculturas juguetonas no te pueden dejar de poner una sonrisa en tu rostro. Lorraine Corrigan de Hounds of Bath en Inglaterra trabaja con alambre, papel mâché y páginas de libros antiguos para captar las delicadas características de los galgos. 



























martes, 16 de julio de 2019

VICTIMAS DE LA MODA "ANTIVACUNAS"


El fenómeno es causante de que algunas enfermedades que se encontraban erradicadas se hayan reavivado.




Las vacunas en los animales de compañía son totalmente eficaces, además de una práctica necesaria
«La grandeza y el progreso moral de una nación se mide por cómo trata ésta a sus animales». Ya lo decía Mahatma Gandhi. Aún queda un largo camino por recorrer para que los animales sean tratados como los seres sintientes que son. Unos meses después de que se aprobase por unanimidad en el Congreso de los Diputados la propuesta de Ciudadanos para añadir una categoría especial en el Código Civil que dejase de reconocer a los animales como seres patrimoniales u objeto de embargo en procedimientos judiciales, el abandono de mascotas o las agresiones físicas que sufren siguen a la orden del día. No sólo estas conductas suponen una forma de maltrato. Privar a una mascota de su derecho a la salud es una falta igual de grave, o más.



El fenómeno «antivacuna», extendido entre la población en los últimos años, con todos los riesgos que ello conlleva, es causante de que muchas enfermedades erradicadas en ciertos países hayan vuelto a reavivarse, por no hablar de las vidas que esta creencia, tan radical como peligrosa, se ha cobrado.
«No cabe ninguna duda de la eficacia y necesidad de las vacunas en animales de compañía», explica Manuel Lázaro, del Colegio Oficial de Veterinarios de Madrid. Hace así referencia a determinadas enfermedades de gravedad o con fuertes secuelas, entre las que destaca la parvovirosis canina o el moquillo. La prioridad de todo cuidador debería ser proteger tanto a su can, de unas condiciones de salud deplorables, como a los que le rodean frente a posibles casos de «zoonosis» –enfermedades que pueden ser contagiadas a humanos–. «En la actualidad, unas 60.000 personas al año siguen falleciendo en el mundo por esta terrible enfermedad por falta de vacunación», comenta el colegiado en lo referente a una patología que hasta mediados del siglo pasado producía miles de muertes en nuestro país: la rabia. 



El error viene de pensar que solamente los animales de países donde ésta se encuentra potencialmente activa necesitan protegerse. Muchos viajeros que visitan en compañía de sus mascotas el norte de África, e incluso otros lugares de Europa, pueden convertirlas, sin darse cuenta, en portadoras del virus. De ahí, la importancia de su vacunación, pese a su inexistencia en el territorio. Es más, según datos de la Organización Mundial de la Salud, el contagio es producido en el 99% de los casos por perros domésticos y los más afectados son los menores de 15 años.



Para el veterinario Juan Manuel Manzano no sería necesaria una revacunación anual para prevenir según qué enfermedades. El experto recomienda no vacunar a las mascotas si éstas no padecen algún tipo de patología más allá de cuando son cachorros o ya son bastante adultos, como mecanismo de refuerzo. En cambio, recalca que hay que tener en cuenta una serie de factores a la hora de tomar decisiones sobre las vacunas a las que someter a su perro, debido al consciente riesgo que puede suponer para la salud del animal. Manzano aconseja: «¿vacunar a un animal adulto sin ningún tipo de patología? No». Acentúa que esto no desestima la necesidad de proteger a la mascota en un periodo base de su vida en el que es fundamental un cuadro de vacunas completo que permita el desarrollo de un sistema inmunológico efectivo para evitar así complicaciones en el futuro.



Repara en que, en cierto modo, la vacunación de animales se ha extrapolado en exceso a todo posible patógeno que pueda ser causante de que nuestra mascota enferme debido al ánimo de lucro de muchos veterinarios. «Se ha transformado en un negocio de una magnitud inimaginable. Existe el llamado «límite de inmunidad» en cada animal que hace inservible cualquier tipo de defensa añadida una vez éste sea alcanzado. Por lo que repetir ciertas dosis no aumentaría la protección», sentencia.



Publicado en La Razón




martes, 2 de julio de 2019

LA DOMESTICACIÓN DE PERROS Y GATOS


Animales domésticos son aquellos a los que los humanos hemos moldeado para nuestro beneficio. Con este objetivo se han ido escogiendo animales con unas características concretas, como una dieta flexible, capacidad de reproducción en cautividad y sociabilización, entre otras, que han facilitado este proceso. Los animales domesticados comparten un conjunto de características concretas que facilitan este proceso.
En el caso de los perros empezó antes del Neolítico y en el de los gatos hace unos 10.000 años. La domesticación de los perros es un ejemplo perfecto de cooperación entre dos carnívoros sociales (perros y humanos) por un mismo recurso, la alimentación; mientras que los gatos han mantenido su independencia y se han beneficiado del ser humano.

Animales en actividades humanas

Con el paso del tiempo, se han ido usando los animales domésticos en todo tipo de actividades humanas, incluso las más pioneras en su momento, como viajar al espacio o actuar en películas y series de televisión. El uso de animales en actividades humanas es tan variado que va desde el cine hasta los tratamientos terapéuticos.
Pero su función más “humana” es en tratamientos terapéuticos y en trabajos con grupos con estigmas sociales. Esto es debido a la facilidad de las personas por expresarse con los perros y a los beneficios psíquicos y físicos relacionados con tocar animales, ya que se liberan sustancias relacionadas con el placer y disminuyen las relacionadas con el estrés.




Para entender mejor las relaciones entre los animales domésticos y los humanos, los científicos las estudian desde diferentes ámbitos: Jordi Rosell, desvela los orígenes del perro, Helena Bat, estudia el comportamiento de los gatos, Jaume Fatjó, trabaja la relación entre animales y tratamientos terapéuticos y Victòria Coll, modifica el comportamiento de perros y gatos. Incluso comics como “Blacksad”, de Juan Díaz Canales, permiten entender mejor su comportamiento humanizándolos.



Publicado en RTVE