lunes, 30 de septiembre de 2024

ESTRUCTURA DEL JUEGO EN EL PERRO


Todos sabemos jugar con nuestros perros, pero ¿has notado si tu perro se pone muy nervioso al jugar?, ¿no se relaja tras una buena sesión de juego? Prácticamente todos los perros tienen una gran predisposición a jugar, que suelen mantener a lo largo de la vida, especialmente cuando son cachorros y jóvenes. Saber cómo entienden los perros el juego y evitar que se descontrolen nos ayudará a entendernos mejor y a disfrutar juntos.


¿Tu perro es capaz de parar el juego cuando se lo indicas?

¿O sigue activado, obsesionado con seguir jugando, no suelta su mordedor? A veces estos comportamientos nos resultan frustrantes, pero, como todo, el juego también se aprende. Es importante saber que no es solo un canalizador de los instintos (de presa o de rastreo), sino un ritual que ayuda en la educación de los cachorros: les sirve para conocer los límites, manejar conflictos y fortalecer el vínculo con nosotros. Un perro que sabe jugar y disfruta con ello, utiliza el esparcimiento para relacionarse mejor con otros perros.
Cambiar los juegos es importante, no solo para no mecanizarlos, sino porque muchos perros generalmente se aburren de jugar siempre a lo mismo, por ello es beneficioso estimularle con diferentes tipos de juegos combinados con obediencia, retos mentales y diferentes juguetes.


Fases de un juego: perseguir y cobrar el juguete 

Unos de los juegos favoritos de los perros es perseguir un mordedor o masticable, o una pelota. En este tipo de juegos se activan instintos innatos en todos los perros: acechar, «cazar y cobrar». Generalmente el juego se inicia mostrándole el juguete perro e indicándole con palabras y gestos que es momento de jugar. Para motivarle y llamar su atención, movemos el juguete, simulamos que lo lanzamos, para que desee apresarlo; si deseamos estimularle más, solemos hacerle «un par de quiebros» para aumentar sus deseos de capturarlo. Después se lo lanzamos durante el tiempo que determinemos, dejándole coger el objeto y que le de unas sacudidas, para que comprenda que el juego es placentero.

 
Para finalizar o detener el juego:

Recogemos el juguete y lo guardamos fuera de su alcance (para que siga siendo algo deseable para él, novedoso, que no lo tenga siempre accesible).
En el momento en el que el juego se descontrola: el perro está demasiado excitado, estira del mordedor demasiado fuerte, no trae el juguete, no lo suelta de su boca, gruñe con tensión excesiva o muerde, simplemente nos detenemos, no seremos activos, le ignoraremos, para que comprenda que solo jugaremos con él bajo unos límites. Cuando se calme, volvemos a reiniciar la sesión de juego.





Publicado en El Blog de Arion











FOTO DE LA SEMANA 40/2024

Un sueño intermitente, por Federico Ranalli

Todos los animales tenemos la necesidad biológica de dormir. Ahora bien, ni dormimos la misma cantidad de horas diarias, ni lo hacemos al mismo tiempo, ni de la misma forma. Desde las casi 20 horas de sueño diarias de un koala, hasta el imponente elefante que tan solo duerme unas 2 o 3 horas, el sueño varía considerablemente según la especie. 
Los zorros, por ejemplo, mantienen un sueño muy ligero y duermen de forma intermitente, una característica que les permite estar alerta todo el día, incluso mientras descansan. 







domingo, 29 de septiembre de 2024

CLAVES EN NUTRICIÓN CANINA


Los grandes progresos realizados en nutrición canina en los últimos años han contribuido enormemente a la mejora del bienestar del perro y a un aumento de su esperanza de vida (se estima que en los últimos 15 años la esperanza media de vida de un perro ha aumentado 3 años). Tanto los excesos como las carencias son perjudiciales para la salud de nuestro animal, por lo que es necesario conocer sus necesidades, muy diferentes de las del hombre y del gato.
Contrariamente a ciertas ideas todavía muy extendidas, el perro no necesita “variar” su alimentación, de hecho es un catador bastante mediocre, ya que en gran parte aprecia los alimentos por su sentido del olfato.


La clave de la nutrición canina

La clave de la nutrición canina y de una óptima alimentación se basa en cubrir las necesidades específicas del perro, que varían en función del tamaño (desde razas miniatura a gigantes), estado fisiológico (mantenimiento, gestación, lactancia, crecimiento, envejecimiento, esterilización, práctica deportiva o trabajo…), o de las necesidades relacionadas con enfermedades (existen alimentos que ayudan a prevenir una recaída o a mejorar la evolución, o incluso que forman parte del tratamiento).


Pese a entender este concepto, existe un error que los propietarios solemos cometer y a causa del cual no alimentamos correctamente a nuestras mascotas: tendemos a “humanizarlas”. No debemos olvidar que un perro es un perro, un animal carnívoro no estricto cuyo comportamiento alimentario difiere totalmente del nuestro. Muchos propietarios todavía creen que la dieta casera es mucho más apropiada para su mascota, pues es más variable en cuanto a sabor. Esto es totalmente falso. No quiere decir que un perro no pueda alimentarse exclusivamente a base de dieta casera, pero en ese caso deberíamos tener en cuenta todas las necesidades nutricionales del animal y es en ese punto donde solemos fallar. Son imprescindibles cinco familias de nutrientes: proteínas, ácidos grasos esenciales, vitaminas y minerales, fibra e hidratos de carbono.  Es por esto que elaborar una ración casera equilibrada no es tarea sencilla (no basta con hervir pollo y arroz) y son necesarios suplementos minerales apropiados para evitar cualquier carencia.
Las ventajas de los alimentos específicos para perros residen en el equilibrio nutricional (si son de buena calidad), en la facilidad de empleo y conservación y en el coste (resultan más económicos que una ración casera correctamente diseñada).


Una vez hayamos decidido qué tipo de alimento es el adecuado para nuestro perro (preferiblemente aconsejados por un veterinario o auxiliar), debemos tener en cuenta que en el proceso de alimentación de nuestra mascota están implicados todos los sentidos, no solo el gusto (al que el propietario suele dar tanta importancia). En primer lugar, el oído y la vista entran en acción cuando se abre el envase o se manipula el comedero provocando un estímulo que prepara al animal para comenzar la digestión del alimento. En segundo lugar, el olfato, que es fundamental para nuestras mascotas, les permitirá determinar el olor y la temperatura del alimento (no es tan importante como el color o la presencia de distintas formas en la ración). El tacto entra en acción durante la toma del alimento y su paso por la boca, y por último, el gusto al saborear la ración.


8 reglas de oro para la nutrición canina

Existen “8 reglas de oro” en la nutrición canina para alimentar de forma correcta a un perro y que aunque resulten muy básicas pueden ayudarnos a evitar caer en los errores más comunes:
El perro debe tener agua potable disponible de forma continua y se debe cambiar con regularidad. El consumo aumenta en cachorros, perras en lactación, así como en climas cálidos o perros con exceso de actividad física.
Los cambios de alimento se deben realizar de forma progresiva, a lo largo de una semana, para favorecer una adaptación gustativa, digestiva y metabólica con el fin de reducir rechazos y problemas digestivos.
La cantidad de alimento diario se debe determinar en función de las necesidades energéticas de cada animal. Estas cantidades se deben respetar y ajustar al peso del animal, que deberemos controlar para evitar la obesidad, tan frecuente hoy en día y que constituye un factor predisponente en el desarrollo de muchas enfermedades.


El alimento debe contener todos los nutrientes esenciales que necesite el perro y en la proporción adaptada a su tamaño, estado fisiológico, edad e incluso estado patológico (enfermedad).
Se debe elegir el alimento adecuado basándose principalmente en la edad, el tamaño y el nivel de actividad. La eficacia se puede controlar observando la evolución del peso, la calidad del pelo y de los excrementos, el apetito y el comportamiento del animal.
Es fundamental seguir las recomendaciones del fabricante, aunque el tamaño de la ración se puede adaptar de forma individual. No se debe alimentar al perro “como si fuera una persona” o “dándole solo lo que le gusta”…
La higiene durante la alimentación es fundamental: el pienso debe conservarse en un envase cerrado, y la comida húmeda o fresca siempre refrigerada y durante menores periodos de tiempo. El comedero debe limpiarse a diario.
Se aconseja consultar al veterinario ante cualquier variación en el apetito, el peso, cambio de alimento… así como ante la aparición de síntomas de enfermedad digestiva (como vómitos o diarrea) puesto que los primeros signos de muchas enfermedades se manifiestan a través de modificaciones en el apetito, sed o peso de nuestras mascotas.






 

















sábado, 28 de septiembre de 2024

CONOCIENDO AL THAI BANGKAEW DOG (TAILANDIA)


El perro tailandés Bangkaew (FCI 358) es una raza de perro asiática. Es un perro tipo spitz de tamaño mediano.


Apariencia
El Thai Bangkaew Dog tiene una constitución compacta y un perfil cuadrado. Está bien proporcionado y tiene un andar suave. El pelaje doble consta de una capa interna corta, con pelos de protección más largos que crecen a través de ella y forman la capa externa. El pelaje es más grueso y largo alrededor del cuello, el pecho y la espalda, formando una gorguera similar a la de un león, que es más notoria en los perros machos que en las hembras. La cola emplumada se lleva con una curva moderada hacia arriba sobre la espalda. La raza se presenta en blanco con tonos de rojo, gris, marrón y negro en una amplia variedad de patrones. Hay algunos que tienen pelaje blanco. Los ojos son de color marrón y negro y son de tamaño medio con forma de almendra. Los dientes contienen una mordida de tijera.



Historia
Bangkaew es una aldea situada en el distrito de Bang Rakam, provincia de Phitsanulok, en la región central de Tailandia. En este distrito, cerca del río Yom, la perra blanca y negra local de un abad budista se cruzó con un perro salvaje ahora extinto, lo que dio origen al primer ejemplar de la raza. Desde 1957, la cría selectiva de sus camadas individuales dio lugar a la raza actual.

Salud y temperamento
Se trata de una raza inteligente, atlética, ágil y robusta. Será un compañero familiar leal y protector, así como un excelente perro guardián. El Thai Bangkaew Dog es un perro cariñoso, inteligente y alerta que es un excelente y fiel compañero familiar, así como un buen perro de trabajo y de caza. Esta raza será cariñosa con su familia, se llevará bien con los niños y un perro debidamente socializado será amable con los niños más pequeños.


El Thai Bangkaew Dog no es una raza agresiva, pero puede mostrarse distante con los extraños y es muy territorial y protector. Sin embargo, es más probable que esta raza amenace en lugar de morder y atacar. Es un gran perro guardián y vigilante que anunciará en voz alta la llegada de cualquier visitante (amigo o extraño).
El Thai Bangkaew Dog se caracteriza por ser muy agresivo con otros perros. Tu perro se llevará bien con otros animales si comienzas a socializarlo desde una edad muy temprana. Esta raza es definitivamente para un dueño experimentado.
El Thai Bangkaew Dog es una raza inteligente, pero independiente y puede ser testarudo. Por lo tanto, no siempre es fácil de adiestrar. Esta raza necesita un entrenamiento constante en sesiones cortas con muchas recompensas como golosinas o elogios. Evite las tareas repetitivas, ya que este perro se aburre rápidamente.



En resumen, el Thai Bangkaew Dog necesita un dueño experimentado y seguro de sí mismo que pueda ganarse la confianza y el respeto del perro. La socialización debe comenzar desde una edad muy temprana.





















viernes, 27 de septiembre de 2024

LA HISTORIA DE UN DURO HIJO DE P*TA, POR CHARLES BUKOWSKI

Una noche llegó piel y huesos a mi puerta, mojado, apaleado, temeroso

era un gato blanco bizco sin cola

lo dejé entrar lo alimenté fue uno más en la casa

desarrolló hacia mí cierta cariñosa confianza

hasta que un buen día un conocido,

aparcando en mi entrada

pasó con su coche por encima del gato blanco bizco sin cola de inmediato llevé lo que quedaba de él a un veterinario que dijo:

"no hay mucho que hacer…dale estas pastillas… su columna está aplastada, pero fue aplastado anteriormente y de algún modo logró sanar, si sobrevive no volverá a caminar, 

mirá estas radiografías, le metieron un escopetazo,

mirá estos puntos oscuros

son perdigones enquistados…además, alguna vez tuvo una cola y alguien se la cortó…

me llevé el gato a casa, era un verano caliente, uno

de los más calientes en décadas,

puse al gato en el suelo del baño,

le serví agua, sus pastillas,

no deseaba comer ni beber agua,

yo sumergía mi dedo en el agua,

le humedecía la boca el hocico y le hablaba,

ese verano no fui a ningún lado, pasé muchos días

de ese verano en el baño hablándole, acariciándolo suavemente, él me miraba con esos ojos que se le entrecruzaban mientras tanto pasaban los días,

una tarde realizó su primer movimiento

arrastrándose con sus patas delanteras

(las traseras no querían moverse)

llegó hasta el rincón donde yo había preparado su cama, se arrastró un poco más y se dejó caer en ella,

fue para mí como el sonido de un clarín presagiando la victoria posible, aturdiendo el baño, desparramándose por la ciudad, yo le conté entonces a ese gato -que lo había pasado mal también, no tan mal, pero bastante mal…

una mañana se irguió, se puso en pie, cayendo luego de espaldas, me observaba mansamente.

"puedes hacerlo" le dije.

él insistió, se levantaba y volvía a caer, una y otra vez,

finalmente caminó unos pocos pasos,

era la viva imagen de un borracho

sus patas se negaban a obedecerle,

cayó nuevamente, descansó

y nuevamente se levantó.

ustedes conocen el resto de la historia:

está mejor que nunca,

bizco casi sin dientes, pero ha recuperado su gracia,

y esa mirada de sus ojos, pícara, no lo ha abandonado…

algunas veces me hacen entrevistas,

ellos desean saber

de mi vida, de mi literatura,

yo me emborracho, alzo en brazos a mi gato

bizco, herido de bala, atropellado dos veces, sin cola

y digo: "miren, miren esto!!!"

ellos no entienden nada, insisto, nada de nada, preguntan

algo por el estilo de: 

-"¿reconoce usted influencias de Celine?".

"no", levanto mi gato, 

"por lo que sucede, con cosas

como ésta, como ésta !!!".

sacudo a mi gato, lo llevo hacia la luz brumosa por el humo y el alcohol,

está relajado, él sabe…

este es el momento en que la entrevista finaliza

a veces me siento orgulloso cuando miro las fotografías ahí estoy yo, ahí está mi gato,

hemos sido retratados juntos

él también comprende que son tonterías,

pero que de alguna manera te ayudan.


Charles Bukowski 

















jueves, 26 de septiembre de 2024

¿VÓMITO O REGURGITACIÓN?, POR STEPHANIE GIBEAULT


Puede resultar desagradable, pero los perros vomitan por todo tipo de razones, desde comer demasiado rápido hasta problemas de salud graves.
Aunque se pueden utilizar los términos indistintamente, vomitar y regurgitar son dos comportamientos distintos. Es importante distinguir cuál de ellos presenta tu perro, ya que tienen causas diferentes y requieren pruebas diagnósticas diferentes. Sigue leyendo para conocer todo lo que necesitas saber sobre la regurgitación y el vómito en perros.


¿Cuál es la diferencia entre regurgitar y vomitar en los perros?
Aunque ambos dan como resultado una masa viscosa en el suelo, regurgitar y vomitar son en realidad procesos corporales diferentes. Según el Dr. Jerry Klein, director veterinario del AKC, vomitar es una acción activa, mientras que regurgitar es pasiva. En otras palabras, el cuerpo de un perro utiliza el vómito para expulsar con fuerza la comida del estómago o de la sección inicial del intestino delgado. Por lo general, se producen gruñidos, arcadas y arcadas a medida que los músculos abdominales se contraen en el estómago. Los perros pueden vomitar poco después de comer o horas después.
Por otro lado, el Dr. Klein explica que la regurgitación ocurre cuando el cuerpo expulsa comida por la boca, la faringe (la parte de la garganta detrás de la boca y encima del esófago) o, en la mayoría de los casos, el esófago (el tubo estrecho y muscular por el que pasa la comida en su camino hacia el estómago). Tu perro no vomitará ni gruñirá e incluso puede parecer sorprendido cuando la regurgitación ocurre, ya que ocurre sin previo aviso. Los perros generalmente regurgitan justo después de comer.


Señales de que tu perro está regurgitando
Además de la típica diferencia de tiempo entre comer y expulsar, también puedes distinguir la regurgitación del vómito observando el comportamiento de tu perro. Si no muestra ningún esfuerzo, es casi seguro que se trata de regurgitación. Si parece que se está esforzando, es vómito. Si no estás seguro de la diferencia, graba un video de tu perro para que puedas mostrarle al veterinario exactamente lo que está sucediendo.

Pero, ¿qué pasa si no ves a tu perro en acción? También puedes notar la diferencia por el excremento que deja. El material regurgitado tendrá exactamente el mismo aspecto que tenía cuando se lo comió. Por lo tanto, las croquetas masticadas seguirán pareciendo croquetas masticadas. También puede haber líquido junto con la comida. Lo más revelador es la forma. La comida regurgitada suele tener forma tubular debido a que se comprime en el esófago.


Señales de que tu perro está vomitando
Sin embargo, el material vomitado generalmente parecerá digerido o parcialmente digerido. Es posible que no puedas reconocer lo que comió el perro y habrá mucho líquido mezclado. Ese líquido puede ser transparente o de diferentes colores.
El vómito verdoso o amarillo en los perros indica que la comida proviene del intestino delgado. El color amarillo brillante del vómito se debe a la bilis que se secreta allí. El rojo es causado por la sangre en el vómito del perro. El rojo brillante indica sangre fresca y los trozos marrones que parecen posos de café indican sangre más antigua que ha sido digerida. El vómito blanco y espumoso en los perros puede significar cualquier cosa, desde indigestión hasta hinchazón, una afección dolorosa en la que el estómago de su perro se llena de gases, dependiendo de si vomita algo además de saliva.
Asegúrese de decirle a su veterinario exactamente cómo se ve el vómito. Incluso puede tomar una foto o una muestra para ayudar con el diagnóstico.


Cómo distinguir la regurgitación del vómito en los perros
La regurgitación y los vómitos tienen diferentes causas subyacentes y, por lo tanto, requieren diferentes pruebas de diagnóstico. Cuantas menos pruebas tenga que realizar el veterinario, menos estrés tendrá el perro y menor será el impacto en su cuenta bancaria. El Dr. Klein afirma: “Dar una descripción precisa del comportamiento del perro ayuda al veterinario a diagnosticar con mayor rapidez y precisión el área y la causa del problema. Esto puede ayudarlo a elegir los diagnósticos adecuados para diagnosticar con precisión una afección de manera más eficiente”.
La forma más común de diferenciar entre vómitos y regurgitaciones implica la realización de pruebas de imagen como radiografías, estudios con bario o ecografías. En el caso de la regurgitación, el veterinario querrá centrarse en el esófago, mientras que, en el caso de los vómitos, las pruebas se centrarán en el estómago y la parte superior del intestino delgado. En lo que respecta a los vómitos, el Dr. Klein afirma que “a menudo se realizan análisis de sangre para evaluar el estado general del paciente y descartar enfermedades metabólicas y determinar el desequilibrio de hidratación y electrolitos”.


¿Qué causa la regurgitación en los perros?
El Dr. Klein explica que la regurgitación puede ser causada por cualquier cosa que bloquee el esófago o afecte su funcionamiento. Algunos ejemplos de cosas que pueden bloquear el esófago son:
Objetos extraños como juguetes o huesos.
Tumores o masas
Problemas cardíacos congénitos como anomalías del anillo vascular
Estrechamiento o endurecimiento anormal, conocido como estenosis
Hernias hiatales (cuando la parte superior del estómago sobresale a través del diafragma)
Ciertos parásitos esofágicos, como el gusano Spirocera lupi, que se encuentra en el sur de los Estados Unidos.
Las afecciones que afectan negativamente la capacidad del esófago para funcionar incluyen el trastorno de la motilidad esofágica (donde el esófago parece normal pero no funciona como debería) y el megaesófago (donde se pierde el tono muscular del esófago y la última parte del órgano se convierte en una bolsa débil, similar a un saco, que acumula comida hasta que el perro la regurgita). Según el Dr. Klein, el megaesófago puede ser congénito o puede desarrollarse como consecuencia de otros problemas médicos.


¿Qué causa el vómito en los perros?
Los vómitos tienen más causas posibles que la regurgitación. Es posible que tu perro simplemente tenga mareos o alergias alimentarias, pero también pueden indicar una afección subyacente más grave.
El Dr. Klein dice: “Los vómitos pueden ser causados ​​por cualquier cosa que irrite el tracto gastrointestinal, como una indiscreción alimentaria, toxinas, cuerpos extraños y obstrucciones mecánicas, parásitos, problemas metabólicos como enfermedades renales, hepáticas o pancreáticas, infecciones virales o bacterianas, estenosis o cánceres o tumores”.



¿Cuándo la regurgitación o el vómito en los perros son motivo de preocupación?
Tanto la regurgitación como el vómito en perros pueden tener consecuencias graves. Por ejemplo, la regurgitación se produce tan repentinamente que tu perro puede aspirar (inhalar) la comida hacia sus pulmones, lo que provoca una neumonía por aspiración, generalmente acompañada de dificultad para respirar y tos repentina. El Dr. Klein recomienda que le comentes a tu veterinario cualquier regurgitación repetida, especialmente si tienes un cachorro joven, porque podría estar causada por un esófago malformado.


Los vómitos también pueden requerir una visita al veterinario. Cualquier vómito repetido que ocurra durante un período de horas debe ser reportado, ya que puede provocar deshidratación o puede indicar una situación de emergencia como una obstrucción. Los gusanos en el vómito del perro también deben enviarte al veterinario, ya que pueden indicar que tu perro tiene una infección por lombrices intestinales. Los vómitos repetidos también pueden significar que tu perro tiene una afección subyacente que requiere atención, como pancreatitis o una infección viral. 





Publicado en AKC





















miércoles, 25 de septiembre de 2024

EL PERRO CIEGO


Viejos o enfermos, muchos perros pierden sus facultades visuales, hasta el punto de quedar completamente ciegos en algunos casos. Sin embargo, la vida no se detiene para ellos. Su enorme capacidad de adaptación les ayuda a superarlo, pero también debemos facilitarles las cosas y velar por que se prevengan los accidentes.

¿Cuáles son las causas de la ceguera en los perros? ¿Qué impacto puede tener esta desventaja en la existencia del animal? ¿Cómo podemos cuidarlo y ayudarlo en el día a día? A continuación se presentan algunos elementos para responder a estas preguntas.


Las principales causas de ceguera en perros.
Ayudada por la edad y la enfermedad, la pérdida parcial o total de la visión es una de las discapacidades más frecuentes en los perros. Las causas de la ceguera canina son múltiples. Aquí están los más comunes:
Catarata: se trata de una opacificación parcial o total del cristalino, lente convergente situada en el interior del ojo. El cristalino se vuelve opaco gradualmente. Un velo azulado cubre el ojo y tu perro ve cada vez menos bien. Puede provocar ceguera total en los casos más graves, pero la enfermedad se puede tratar (mediante cirugía) si se detecta y trata a tiempo.


Glaucoma: enfermedad degenerativa del nervio óptico, que provoca una pérdida gradual de la capacidad visual comenzando desde la periferia y extendiéndose gradualmente hacia el centro del ojo.
Uveítis: esta afección ocular corresponde a la inflamación de la úvea, que es la zona intermedia pigmentaria del ojo.
Luxación del cristalino: es la rotura del ligamento que asegura la sujeción del cristalino, reflejando este cristalino los rayos luminosos sobre la retina a través de la pupila.


Trastornos de la retina: esto puede implicar desprendimiento de retina (separación de la retina de las membranas más externas del globo ocular) o atrofia progresiva de la retina.
Opacidad corneal: la córnea, que es la parte frontal transparente del ojo, puede verse afectada por una úlcera, distrofia o incluso secuestro (o necrosis).
Al aparecer de repente o empeorar progresivamente, todas estas enfermedades son susceptibles de dejar al perro ciego.


¿Cómo notar la ceguera del perro?
Tu perro nunca se quejará de su pérdida de visibilidad. Sin embargo, varios síntomas pueden ser visibles y provocar una reacción.
Tu perro podría empezar a chocar con varios objetos a su paso, contra muebles, sillas, personas. Es posible que su perro tenga dificultades para orientarse en el espacio. Por lo tanto, podría parecer desorientado al levantarse de su perrera. El estrés lo abruma poco a poco. En la calle, el menor ruido le asusta. Su carácter puede cambiar y puede volverse temeroso e incluso agresivo.


Las consecuencias en la vida del perro.
Por supuesto, la ceguera no deja de tener consecuencias en la vida del perro. Simplemente, su impacto varía dependiendo de si la pérdida de visión fue progresiva o rápida, o incluso repentina. Un perro que se queda ciego en un corto período de tiempo, debido a un trauma, por ejemplo, tardará mucho más en adaptarse a su nueva situación. Estará totalmente desorientado, a veces angustiado.
Por su parte, un animal que ha ido perdiendo sus facultades visuales habrá tenido tiempo de orientarse y utilizar sus demás sentidos (especialmente el olfato y el oído) para orientarse y llevar una vida casi normal. En cualquier caso, se ve obstaculizado a diario, a veces topándose con obstáculos y teniendo miedo en determinadas circunstancias.


¿Cómo ayudarlo en el día a día?
El poderoso olfato, la inteligencia y la receptividad de los perros les permiten adaptarse a la ceguera al cabo de un tiempo. Sin embargo, para salvarlo de accidentes y experiencias traumáticas, es posible ayudarlo aplicando algunas medidas sencillas:
Retirar objetos que puedan suponer un peligro para el animal.
No modifiques el entorno del perro: necesita tener puntos de referencia en su entorno. Realizar cambios en él, moviendo muebles grandes, por ejemplo, podría desestabilizarlo.
Manténgalo siempre atado durante los paseos. Los ruidos externos pueden asustar al perro e incluso provocar que se escape.
Asocia comandos vocales con contactos táctiles para que sean más fáciles de entender y guiarle.
Intenta pasar más tiempo con él para consolarlo. Podemos, por ejemplo, alargar las sesiones de cepillado que siempre fortalecen los vínculos entre el animal y su dueño.


Tenga mucho cuidado al encontrarse con otro conespecífico. Como tu perro no puede ver, cualquier reacción podría ser inadecuada o peligrosa para su salud y la de su homólogo. Lo mismo ocurre con otros humanos que no conoce. Su perro puede experimentar un cambio de comportamiento debido a su ceguera. Si el miedo o la ansiedad pueden vencerlo, es posible que esté sujeto a más agresión que en el pasado. Por ello, se recomienda llamarlo por su nombre ante cualquier acercamiento poco delicado. 





Publicado en Woopets





















martes, 24 de septiembre de 2024

APOLO, HÉROE DEL 11-S


Apollo era un perro de búsqueda y rescate que sirvió en la unidad K-9 del Departamento de Policía de Nueva York. Fue galardonado con la Medalla Dickin, el equivalente animal de la Cruz Victoria, en reconocimiento al trabajo realizado por todos los perros de búsqueda y rescate tras los ataques del 11 de septiembre. Apolo y su encargado estaban trabajando en el sitio del World Trade Center poco después de los ataques.


Vida y carrera 

Apollo era un pastor alemán nacido alrededor de 1992, que estaba en servicio en la unidad K-9 del Departamento de Policía de Nueva York (NYPD). En 1994, se graduó de la División de Operaciones Especiales Caninas del Departamento de Policía de Nueva York y fue uno de los primeros perros en aprender a buscar y rescatar. Apollo pasó el entrenamiento Tipo II en Florida en 1997 y Tipo I en Indianápolis en 1999. También formó parte del primer equipo K-9 del NYPD que los aprobó para el Grupo de Trabajo 1 de Búsqueda y Rescate Urbano de Nueva York. Apollo y su manejador Peter Davis también trabajaron en República Dominicana después de un huracán. Apolo murió en noviembre de 2006.



Ataques del 11 de septiembre 

Apollo y su guía, Peter Davis, fueron llamados para ayudar en las operaciones de rescate después de los ataques terroristas del 11 de septiembre. Llegaron al sitio del World Trade Center quince minutos después de la caída de las torres gemelas, convirtiendo a Apollo en el primer perro de búsqueda y rescate en llegar al sitio. En un momento, Apolo casi muere por las llamas y la caída de escombros; sin embargo, sobrevivió, ya que quedó empapado después de caer en un charco de agua justo antes de este incidente. Apollo comenzó a trabajar de nuevo tan pronto como Davis se sacudió los escombros, salvando 18 vidas en total.

Reconocimiento 

Apollo recibió la Medalla Dickin, el equivalente animal de la Cruz Victoria, en nombre de todos los perros de búsqueda y rescate que participaron en las operaciones de rescate en el sitio del World Trade Center y el Pentágono. Recibió el premio junto con los perros guía Roselle y Salty, quienes rescataron a sus dueños del World Trade Center. La mención del premio fue la siguiente:

Por su incansable valentía al servicio de la humanidad durante las operaciones de búsqueda y rescate en Nueva York y Washington a partir del 11 de septiembre de 2001. Fieles a las palabras de mando e impertérritos ante la tarea, el trabajo de los perros y su incansable devoción al deber son un testimonio. a los perdidos o heridos.

Apollo recibió el premio American Kennel Club Ace en 2001. También fue honrado por su trabajo en la exposición canina del Westminster Kennel Club de 2002, en la que él y varios otros perros de la unidad K-9 del Departamento de Policía de Nueva York participaron.