La llegada a casa de un bebé siempre es un acontecimiento único y
nuevo para todos los miembros de la familia incluida la mascota del
hogar. Nuevos olores, sonidos y objetos se darán cita en el núcleo
familiar y supondrán cambios considerables en el día a día, por ello, es
conveniente seguir un proceso de adaptación tanto en los meses previos
al nacimiento como en los posteriores.
En este artículo haremos
énfasis en un protocolo que será útil para que el perro se adapte bien
al cambio y su asimilación a la nueva vida sea lo más normal posible.
Una nueva rutina
Hay
que ser consciente de los cambios que supondrá en la rutina habitual la
llegada del bebé. Estos cambios, en el día a día pueden ser
introducidos meses antes del nacimiento para que el animal vaya
acostumbrándose. No lo hagas de manera brusca. Hay tiempo para hacerlo
paulatinamente. Analiza tu día a día con el animal y ahora piensa cómo
será cuando el bebé esté en casa, haz un cuadrante de horarios y ve
introduciendo poco a poco nuevas rutinas. No hablamos de eliminar
comportamientos como juegos o actividades físicas, hablamos de
alterarlos en la medida de lo posible para compatibilizar el tiempo que
dedicarás al bebé y el tiempo que dedicarás al perro.
Los cambios bruscos en tu comportamiento hacia el perro no son convenientes
Hay
que acostumbrar al animal a cierto nivel de independencia,
introduciendo actividades que no requieran de tu participación o que se
realicen lejos de ti, como podría ser el hecho de estar solo en su cama
sin necesidad de que tú estés en la misma habitación. Utiliza juguetes
interactivos y déjale jugando en otra habitación. No olvides que este
tipo de actividad debe ser introducida de manera gradual.
Si
consideras que en un principio la actividad física del perro se verá
reducida drásticamente sería conveniente que te plantearas la
contratación de los servicios de un paseador de perros. Sobre todo en
los primeros días
Un paseador de perro puede ser la opción ideal para mantener el nivel de actividad óptimo en el perro
Seguramente
existan algunos comportamientos que te preocupen y que quieras cambiar.
Ahora es el momento perfecto para que se adapte a las nuevas normas. Si
por ejemplo quieres prohibirle subir al sofá, busca una buena cama y
prémiale cada vez que se tumbé allí. Siempre trataremos de reforzar los
comportamientos de manera positiva. Busca información de calidad, déjate
asesorar por educadores caninos o acude a cursillos donde te enseñarán a
educar al perro mediante premios y recompensas.
Habilidades para convivir con el bebé
Adaptarse
a la nueva rutina y a las nuevas normas no es todo. Ejercicios básicos
como sentarse, tumbarse, quedarse quieto, caminar al lado durante el
paseo o acudir a la llamada serán imprescindibles para que la
convivencia sea más sencilla.
También es conveniente que el perro aprenda a saludar sin saltar, jugar
sin morder, soltar los objetos que tiene en la boca y diferenciar entre
los juguetes suyos y los del bebé. Además si el perro tuviera algún
problema de conducta o mostrara una conducta agresiva en algunas
situaciones (enseña los dientes, gruñe o intenta morder) debes ponerte
en contacto lo antes posible con un veterinario especialista en conducta
animal. Mejor resolver cualquier problema antes de que llegue el bebé.
Nunca utilices los juguetes del bebé para jugar con el perro.
El mundo de los niños
Puede
ocurrir que el perro haya tenido contacto con niños y bebés desde
cachorro y ya esté acostumbrado a su olor o a sus sonidos, sin embargo
de no ser así, el animal puede encontrar realmente sorprendentes muchos
de los estímulos relacionados con el bebé y por ello te aconsejamos
seguir estos pasos:
- Estímulos acústicos: Puedes encontrar
una grabación del llanto de un niño y ponerla a volumen bajo mientras
juegas con el perro o le entregas trocitos de una comida sabrosa. Cuando
se acostumbre al sonido, puedes ir subiendo el volumen.
- Estímulos visuales: Introduce cuanto
antes los objetos nuevos relacionados con el bebé como el carrito, y
deja que el perro los explore con toda tranquilidad y progresivamente.
Sobre todo, presta atención a los que se mueven y hacen ruidos.
- Estímulos olfativos: Puedes empezar a
utilizar productos para el cuidado del bebé que utilizarás más adelante,
así se acostumbrará a algunos olores nuevos. Además una vez haya nacido
el bebé, se puede traer su ropa usada del hospital y dejar que el perro
la huela mientras se le entregan premios, así tu perro hará una
asociación positiva con el olor del bebé.
Esperamos que estos consejos sean útiles y que tu perro se
encuentre cómodo cuando llegue el bebé al hogar. ¡Ah!, por cierto, no
olvides hacer fotos y vídeos del momento.
Escrito por Gabriella Tami para Affinity
Doctorada en Veterinaria y Máster en Etología