En dicha investigación se expuso a perros de un refugio (por lo tanto, perros con un alto nivel de estrés y ansiedad) a distintos tipos de música: comercial, clásica y rock/heavy metal, además de a conversaciones de personas con periodos de silencio intercalados. Los resultados sobre los perros fueron los siguientes:
- Cuando escuchaban heavy metal, se ponían más nerviosos y empezaban a ladrar.
- La música comercial y la conversación de personas no tenían diferencia con el silencio.
- En cambio, mientras escuchaban música clásica ¡el nivel de ladridos se redujo, y los perros se tumbaban y se relajaban! (disminuía el nivel de estrés y ansiedad).
Por lo tanto, si tienes un perro estresado o ansioso, llegan fechas en las que tu perro puede estarlo (fiestas, petardos, Navidad ...) y/o tu perro está dentro de una terapia de modificación de conducta, puedes usar la música como complemento de reducción del estrés y facilitar de esta forma el equilibrio emocional de tu perro.
¡No lo olvides! Bach, Bethoven, Mozart, Vivaldi... ¡A tu perro le gustan los clásicos!