Las reuniones familiares con niños pueden ser motivo de estrés para un perro poco familiarizado con la presencia infantil
Navidad, perros y niños. ¿Cómo compatibilizar los tres ingredientes sin que surjan problemas? La Navidad implica reuniones en casa y visitas familiares que suelen incluir la presencia infantil. Pero no todos los canes admiten de buena gana a los niños, en especial, si no están acostumbrados. Este artículo recogen seis consejos para evitar conflictos; entre ellos, no invadir el espacio del perro, advertir a los niños que no jueguen con los objetos caninos e intentar que el perro extraiga experiencias positivas de las reuniones.
Navidad, perros y niños, ¿cómo evitar problemas?
La Navidad es tiempo de reuniones familiares. Y los
perros forman parte de estos eventos. Pero las cenas y comidas navideñas
pueden ser fuente de conflictos con canes poco sociables en casa. ¿Cómo
actuar si el can no tolera bien la presencia de niños?
A un perro poco sociable, o con escasa relación con niños, le costará relacionarse en un entorno distinto al habitual. Ante la llegada de visitas al hogar, algo frecuente durante la Navidad, el can se muestra nervioso, ansioso y alterado.
Cada perro, no obstante, tiene su propio carácter y personalidad, que
depende en gran medida de sus experiencias vitales, sobre todo, en su
etapa de cachorro. Hay perros que se relacionan bien con otros canes,
pero mal con personas ajenas a sus dueños, y viceversa. En cualquier
caso, ¿cómo enfrentarse a las reuniones familiares cuando hay un perro
poco sociable en casa?
Consejo 1. Paseos con el perro antes de las cenas navideñas
El ejercicio físico del perro y un paseo largo antes de la reunión
navideña ayudará al can a estar más relajado. Por otro lado, algunas
pautas y normas básicas de obediencia
para el perro -siéntate, túmbate-, serán muy útiles para controlarle si
se muestra nervioso durante la comida o cena de Navidad.
Consejo 2. El perro prefiere las visitas de Navidad en su casa
No es lo mismo que un perro poco sociable salga de su hogar a que reciba
las visitas en su entorno habitual. En el primer caso le resultará más
complicado: no solo tendrá que enfrentarse a la reunión familiar, sino también a un cambio de escenario.
"Siempre que sea posible, es recomendable hacer la cena o comida
navideña en casa", explica el educador canino Gregorio Sánchez. Esto no
significa que haya que ser rehén de la situación, pero sí hay que
intentar moldearla para evitar problemas y roces.
Consejo 3. Advertir a las visitas antes de las celebraciones
Los familiares y amigos que acudan a reuniones de Navidad en las que el perro esté presente deben conocer las limitaciones del can para relacionarse. Hay que advertir a nuestro entorno de las dificultades sociales del perro
y explicar unas sencillas pautas sobre cómo actuar con él para que esté
más tranquilo. Esto facilitará los encuentros navideños.
La premisa básica en este sentido es "no invadir el espacio del perro y no hacerle caso", recuerda Sánchez, a no ser que el animal se acerque y demande atención.
Consejos 4. Niños y perros en Navidad
Los niños deben conocer cómo acercarse e interactuar con un perro. Esto
es válido aunque el animal no tenga problemas para relacionarse con su
entorno. Pautas como no correr delante del perro, no gritarle ni invadir su espacio cuando duerme o come ayudarán a facilitar la relación de los niños con el perro, sobre todo, si este no es tolerante con las relaciones sociales.
Consejo 5. No invadir al perro en Navidad
"No hay que forzar al perro durante la reunión familiar,
sino dejar que sea él quien interactúe con los presentes", recomienda
Sánchez. Si nadie invade el espacio del perro, es decir, no se acercan a
acariciarle, le llaman o le prestan atención, es probable que sea el animal quien rompa el hielo.
"Hay que dejar que sea él quien tome la iniciativa para interactuar de manera espontánea", asegura el educador.
Consejo 6. El perro también quiere una Navidad agradable
Intentar que el perro extraiga experiencias positivas de las reuniones familiares navideñas ayudará a que sea más tolerante con los extraños. Y también a que se relaje en este tipo de eventos sociales.
Para conseguirlo hay que ayudarle. Es importante que el ambiente no se descontrole durante la reunión, que los niños se porten bien con el perro y que sienta que su espacio no ha sido invadido con total impunidad.
Publicado en Consumer