Ha terminado recientemente una experiencia piloto, cuyos resultados acabamos de conocer. Se trata del programa de actividades terapéuticas Huellas de Colores, “el primero que ha incorporado en España las Intervenciones Asistidas con Animales (IAA) en una UCI Pediátrica”. Lo hizo entre enero y febrero de este año en la Unidad de Cuidados Intensivos Pediátricos (UCIP) del Hospital Universitario 12 de Octubre de Madrid.
Es un hospital que ya ha sido pionero en la introducción de otras medidas de humanización para el paciente pediátrico crítico y sus familias, como la política de puertas abiertas 24 horas o la musicoterapia.
En total se llevaron a cabo 23 intervenciones con quince niños mayores de tres años, la mayoría ingresados por complicaciones de enfermedad oncológica y con una media de edad de 14,6 años. Todos han podido disfrutar de la compañía de perros seleccionados y entrenados, supervisados por técnicos en IAA y psicólogos de la asociación terapéutica Psicoanimal dentro de su box de paciente, salvo si sus condiciones le permitían salir de la unidad bajo supervisión.
Han sido tres los perros que se han paseado por esa unidad hospitalaria, seguro que provocando algún arqueamiento de cejas pero muchas más sonrisas: un golden retriever de siete años, Zeni, una mestiza de draghtar de ocho, Senna y una mestiza de labrador que no llega a tres, Koma. de labrador nacida en 2016). Se da además el caso de que los tres perros habían sufrido experiencias de abandono y/o maltrato antes de ser rescatados, recuperados y entrenados por el equipo de Psicoanimal.
La conclusión es que “las terapias asistidas con perros pueden reducir de forma notable los niveles de dolor, ansiedad y miedo de los pacientes pediátricos críticos”. Más pormenorizadamente, esto es lo que concluye:
El estudio, diseñado por expertos del Hospital 12 de Octubre y la Cátedra Animales y Sociedad de la Universidad Rey Juan Carlos, y desarrollado por la asociación de expertos en IAA Psicoanimal, aprecia diferencias significativas en los pacientes antes y después de las intervenciones con los animales en la disminución de los niveles de dolor —hasta tres puntos según las escalas habituales de medida de esta variable— la ansiedad y el miedo.
Según los expertos, se trata de una intervención que aporta a los niños un ‘respiro terapéutico’ durante la hospitalización a través de las emociones positivas que generan los perros.
“Este estudio viene a demostrar el beneficio del uso de las IAA como una forma más de humanizar los cuidados intensivos y de controlar el dolor de los pacientes con medidas no farmacológicas. Estos aspectos están adquiriendo un interés creciente debido a los avances en la medicina intensiva y la mayor supervivencia a las enfermedades críticas”, explica Alba Palacios, investigadora principal del proyecto y pediatra de la Unidad de Cuidados Intensivos Pediátricos del Hospital Universitario 12 de Octubre.
“El perro supone un estímulo novedoso y emocionalmente muy atractivo para los menores ingresados en esta unidad. Supone para ellos la ruptura de la rutina y lo que es más importante focaliza la atención en otro ser vivo, divertido, cálido y que le permite poder expresar su alegría y todo aquello que les define por ser niños y que el entorno hospitalario, la enfermedad, el miedo y el dolor pretende robarles”, afirma Nuria Máximo Bocanegra, investigadora del proyecto y directora de la Cátedra Animales y Sociedad de la URJC.
“Las IAA han demostrado numerosos beneficios en diferentes áreas de mejora de la persona. Producen beneficios a nivel físico, emocional, social, motor y cognitivo, principalmente porque son una increíble fuente de motivación. Creemos en el PERRO como apoyo en las sesiones terapéuticas y es través del VÍNCULO que se genera con los usuarios con lo que trabajamos y potenciamos las diferentes áreas de mejora”, explica Rocío Fernández Andrade, investigadora del proyecto, psicóloga clínica infantil, experta en Intervenciones Asistidas con Animales (IAA) y vicepresidenta de Psicoanimal.
El programa piloto ‘Huellas de Colores’ se ha financiado con fondos de la Cátedra Animales y Sociedad aportados por la compañía de alimentación natural para perros y gatos Dingonatura. La satisfacción global del proyecto ha sido muy positiva —9.71 puntos sobre 10— y la mayoría de los encuestados han manifestado que podría ser un hecho diferencial en la elección de hospital —3.56 puntos sobre 4—. La Cátedra Animales y Sociedad ha buscado nuevas vías de financiación que harán posible prorrogar el proyecto tres meses más, aunque el objetivo es su mantenimiento por tiempo indefinido.
Los autores de esta investigación destaca que hay poco investigado al respecto de emplear a los animales para tratar a personas ingresadas en cuidados intensivos. Mencionan experiencias en el Johns Hopkins School of Medicine de Baltimore, el Policlinico San Matteo de Pavia) y sobre todo en el Ospedale Pediatrico Meyer de Florencia (Italia), “que mantiene programas de IAA en su UCI desde hace más de diez años y confirma, además de los efectos positivos en los pacientes, que no se ha registrado un aumento de la incidencia de infecciones o enfermedades contagiosas transmitidas por los perros empleados en las intervenciones”.