Muchos
perros sufren problemas digestivos. Algunos relacionados con la dieta y
otros con factores desvinculados de la alimentación: parásitos,
infecciones, ansiedad, etc. En este post vamos a repasar los principales
problemas digestivos en perros.
La digestión en los perros
La digestión es el proceso por el cual el aparato digestivo de un animal transforma un alimento y lo convierte en una sustancia útil para el organismo. Una mala digestión puede ser causa o síntoma de un problema mayor.
En un perro, los problemas digestivos pueden alterar considerablemente la salud y también tener efectos sobre el comportamiento.
Fases de la digestión
Gracias
a las digestión, las moléculas de los alimentos se descomponen y pueden
ser absorbidas por el organismo. Se puede hablar de tres fases dentro
de la digestión en los perros:
1- Digestión mecánica: Comprende el masticado del alimento
(se puede decir que la digestión comienza en la boca) y el
desplazamiento de la bola alimenticia que se forma, de consistencia
pastosa, a lo largo de todo el tracto gastrointestinal.
2- Digestión química:
Es la segunda fase, una vez el alimento ya ha sido masticado y
preparado para ser asimilado por el organismo del perro. De la digestión
química se encargan las enzimas digestivas, que son
las que convierten las moléculas grandes de los alimentos en otras más
pequeñas para que puedan ser absorbidas con facilidad.
Los perros tienen enzimas digestivas en el jugo gástrico, en el jugo pancreático y en las secreciones intestinales.
Al
contrario de lo que pasa con los humanos, la saliva de los canes no
contiene la enzima alfa-amilasa, una enzima digestiva que actúa durante
el masticado.
3- Excreción: La fase final de la digestión es la expulsión
de todo aquello que el organismo del perro no retiene, bien porque no
le resulta útil, bien porque existe algún problema digestivo que impide
la absorción de nutrientes.
Principales problemas digestivos en perros
Los problemas digestivos son frecuentes
en perros. Muchas veces, la principal causa es en una dieta
inapropiada, de manera que es útil saber detectarlos para poder cambiar
la alimentación a tiempo.
Los principales síntomas son
la aparición de vómitos o diarrea, pero también la pérdida de peso, los
cambios en el apetito, las flatulencias, los ruidos del estómago o la
inactividad del perro, que aparece de forma repentina.
Ante cualquiera de estos síntomas, lo más adecuado es acudir al veterinario para que haga una valoración y, sobre todo, nos indique cuál es el origen del malestar del perro.
Causas de los problemas digestivos en perros
Si
nuestro perro sufre alguna alteración de su aparato digestivo,
seguramente nos daremos cuenta porque observaremos alguno de los
síntomas descritos más arriba (diarrea, vómitos, etc.). Sin embargo, lo que realmente necesitaremos para poder tratar a nuestro perro y curarlo, es conocer la causa de ese problema digestivo.
Las principales causas de los trastornos digestivos en perros son:
Gastritis
Es la irritación o inflamación del estómago. Sus principales síntomas comprenden los vómitos, la diarrea y el dolor abdominal, pero también pueden aparecer otros signos de la enfermedad.
La gastritis puede ser aguda o crónica.
La gastritis aguda casi siempre es debida a la ingesta de alguna
sustancia dañina para el perro (venenos, objetos indigeribles como
plásticos, telas, juguetes de goma, etc.).
Las infecciones bacterianas o virales, las enfermedades de riñón o de hígado o los parásitos internos del perro también pueden dar como síntoma una gastritis aguda.
La
gastritis crónica es la evolución de la gastritis aguda. Es decir, si
ésta última se prolonga, deviene crónica ya que la mucosa gástrica y la
flora bacteriana del tracto digestivo sufren daños a largo plazo.
Hay
que tener cuidado porque, en ocasiones, algunos perros ingieren un
juguete, un trozo de trapo, un plástico, etc. y este objeto no digerible
permanece en el estómago sin llegar a atravesar todo el tracto
digestivo, causando inflamación e irritación y dando como consecuencia
una gastritis crónica.
Intolerancia alimentaria
Otro de los principales problemas digestivos en perros está relacionado con las intolerancias alimentarias.
Una intolerancia alimentaria es la incapacidad para digerir ciertos alimentos
o para absorber determinados nutrientes sin sufrir una reacción adversa
sobre la salud. Algunos perros son intolerantes a ciertos componentes
del pienso con el que se alimentan y, en ocasiones, es difícil llegar a
determinar qué ingrediente está provocando la intolerancia. Para estos
casos, normalmente se recomiendan dietas de exclusión, que el
veterinario prescribe según sospeche de un ingrediente o de otro.
Las intolerancias a algún alimento normalmente se manifiestan con problemas del sistema gastrointestinal como: diarreas, gastritis, muchas flatulencias, vómitos, etc.
Sobrecrecimiento Bacteriano del Intestino Delgado o SIBO
Otro
de los principales problemas digestivos en perros es el denominado
sobrecrecimiento bacteriano del intestino delgado (SIBO).
El SIBO es un síndrome que hace que el intestino delgado (en el cual, de forma natural, no hay un gran número de bacterias) empiece a acumular un número excesivo de bacterias o bien de un tipo inadecuado.
El exceso de bacterias en el intestino delgado puede tener como consecuencia una mala absorción de nutrientes y, por lo tanto, desnutrición y todos sus problemas asociados.
El SIBO puede producir diversos síntomas gastrointestinales: flatulencia, dolor abdominal, diarrea, pérdida de peso, etc.
Colitis
Igual que en personas, la colitis en perros es la inflamación del colon o intestino grueso.
Cuando el colon se inflama, suelen aparecer diarreas de gran contenido
acuoso. Esto es porque el colon es la parte del intestino que más agua
absorbe.
La colitis puede ser tanto aguda como crónica y puede estar causada por parásitos, por tumores o por pólipos benignos. Sin embargo, una causa muy común es un cambio brusco en la dieta o la alergia alimentaria a algún ingrediente de la misma.
Pancreatitis
La pancreatitis puede ser otra de las causas de los problemas digestivos en perros. Cuando el páncreas se inflama, o bien no produce la cantidad suficiente de enzimas digestivas, el perro puede tener problemas al digerir los alimentos correctamente.
La
pancreatitis puede ser aguda, recurrente o crónica, y sus síntomas son
las heces blandas o la diarrea, los vómitos, la fiebre, el dolor
abdominal, la pérdida de apetito e incluso la deshidratación.
Esta
enfermedad puede tener consecuencias muy graves. En el caso de la
pancreatitis crónica, su completa curación es muy difícil ya que el
tejido pancreático queda dañado de forma permanente.
Prevención de los problemas digestivos en perros
Por otro lado, es muy importante mantener una atenta vigilancia para evitar que nuestro perro ingiera algo que pueda dañar su salud.
En el caso de los cachorros, que muestran una mayor conducta
exploratoria, hay que tener especial cuidado. Si es necesario, se puede
recurrir al uso del bozal durante los paseos mientras se aborda el
problema con la ayuda de un etólogo o educador canino profesional.