Como su propio nombre nos indica, son gatos cuyo origen se localiza en Escocia. «Fold», que significa «pliegue» en inglés, hace alusión a su rasgo distintivo. Y es que su característica más llamativa es que sufren una mutación producida por un gen dominante incompleto que afecta a sus cartílagos y produce osteocondrodisplasia.
A simple vista la notaremos porque la consecuencia son unas orejas plegadas hacia adelante y hacia abajo. La mutación se conoció en la década de 1960, cuando en Escocia se localizó una gata con este rasgo. Además, parió una camada en la que un par de gatitos presentaban esta misma característica.
A partir de uno de estos pequeños se diseñó un programa de cría para desarrollar la raza. El problema es que la mutación que afecta a las orejas también puede originar graves deformaciones, que repercutirán directamente en la salud del gato. Por eso hay debate sobre la ética de su cría y no todas las asociaciones felinas reconocen a estos gatos como raza.
La característica física más destacable son las orejas. De tamaño pequeño, caen dobladas hacia delante. Pero no han perdido la capacidad de moverse cuando el gato quiere captar algún sonido o expresa emociones como enfado o miedo. Los gatitos nacen con las orejas desplegadas. Es hacia las tres semanas de vida cuando comienza a producirse la doblez.
Esta peculiar constitución hace que su cabeza recuerde a la de un búho y les da un aire de peluche. A esto ayuda también la forma redonda de su cara y, en general, de su cuerpo, de cuello corto y patas medianas. La cola es tan larga como el cuerpo. Los ojos son grandes, redondos y se disponen separados. Son amarillo dorado. La nariz es corta y achatada.
Hay dos variedades según la longitud del pelo. Los de pelo corto-medio presentan un manto denso y de tacto suave y afelpado. Por su parte, en la variedad de pelo medio-largo se permite que sea corto en la cara y en las patas, pero no algodonoso. En cuanto al color, se presenta en una gran variedad de tonalidades.
Temperamento
En líneas generales, se considera que los gatos Scottish Fold son muy cariñosos. Crean un vínculo muy especial con sus cuidadores, por eso no serán felices si no estamos nunca en casa. Les gusta el contacto físico. De carácter tranquilo, aceptan bien la convivencia con otros animales, así como con niños. Se muestran muy tolerantes con ellos.
Les encanta jugar. Pueden ser algo asustadizos y reservados con los desconocidos. Son inteligentes y, en ocasiones, se muestran obstinados. Maúllan con suavidad para comunicarse con nosotros. No son nada agresivos.
Cuidados
Los Scottish Fold se adaptan a la vida en los apartamentos, aunque no rechazan la posibilidad de acceder a espacios exteriores. Dado su gusto por el juego, es bueno que dispongan de una buena reserva de juguetes, comprados o caseros. También debemos reservar un tiempo cada día para jugar con ellos.
Podemos recurrir a juegos de inteligencia para estimularlos también a nivel mental. Necesitan de nuestra compañía. En cuanto a la higiene, hay que vigilar las orejas y limpiarlas con regularidad para evitar la acumulación de cerumen. El veterinario puede recomendarnos productos específicos para este cuidado.
El manto tan solo requiere cepillados de vez en cuando, más frecuentes en el caso de la variedad de pelo largo. De esta forma evitamos que ingiera un exceso de pelo durante su autoacicalado, lo que podría derivar en la formación de bolas de pelo.
Salud
Debido a la mutación que sufren los ejemplares de esta raza, todos tienen osteocondrodisplasia. El principal problema es que algunos de estos gatitos sufrirán malformaciones de consideración. Por otra parte, la particular forma de las orejas los hace más propensos a la acumulación de cerumen, de ahí la importancia de extremar la higiene.
Los primeros gatitos Scottish Fold presentaban un único pliegue. Fue la cría selectiva la que fomentó la aparición de hasta dos o tres pliegues. De esta forma la oreja queda totalmente aplanada sobre la cabeza, incrementando la propensión a la acumulación de cerumen.
También se les considera propensos a sufrir riñones poliquísticos y miocardiopatía. En cuanto al aspecto psicológico, no toleran bien la soledad. Un Scottish Fold que pase demasiado tiempo solo acabará presentando problemas de conducta. Si casi no estamos en casa, mejor no adoptar un gato de esta raza.
El principal problema es que la mutación puede provocar más daños que las orejas dobladas. Algunos ejemplares sufren deformidades en las extremidades y en la cola. A pesar de estos graves problemas, los Scottish Fold siguieron criándose y exportándose. Pero hay que tener en cuenta las derivadas éticas de fomentar este tipo de razas.
De hecho, por estos graves problemas de salud la FIFe no la acepta como raza, aunque sí lo hacen otras asociaciones como la TICA. Los criadores se defienden alegando que los cruces no se hacen entre dos Scottish Fold.
Al contrario, se recurre al gato británico de pelo corto o a Scottish Fold de orejas rectas para evitar las consecuencias graves de la mutación. Pero lo cierto es que no permiten el examen exhaustivo de la raza que se les reclama desde la FIFe y la información con la que se cuenta indica que todos estos gatos sufren de osteocondrodisplasia, aunque sea asintomática.