¿Hay algo más especial que el vínculo inquebrantable que se establece entre un niño y su perro? Probablemente no. Y cuando los niños son pequeños y los perros -extra- grandes, el resultado es todavía más conmovedor. Con esta serie, el objetivo del fotógrafo ruso es precisamente capturar y transmitir la complicidad y el cariño que desprende este binomio tan especial. En su página web, Seliverstoff admite que, aunque siente una auténtica pasión por fotografiar perros de todo tipo, tiene “un amor especial por los gran daneses”. Visto el resultado, el amor es mutuo. Las mejores fotografías del proyecto están compiladas en tres libros en los que gran daneses, san bernardos, terranovas y bracos italianos, por mencionar solo algunos, disfrutan de la vida junto a sus pequeños humanos.
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