En las especies animales con un marcado comportamiento social como los perros, se desarrolla el comportamiento alelomimético, comportamiento que facilita la relación social, al cual se debe la capacidad de unión o adhesión entre diferentes individuos. Este comportamiento junto con los comportamientos epimelético y el epimelético (conductas maternofiliales) son indispensables para la supervivencia. Un ejemplo de ello es la fuerte unión que se observa entre madre e hijos en las primeras etapas de vida que garantiza la alimentación y protección de los cachorros, de tal forma que si son separados de la madre es normal observar respuestas de estrés en los mismos. Por otro lado, gracias a la capacidad de facilitación social los cachorros destetados pueden establecer vínculos con individuos de otras especies como el ser humano. La mayoría aprenden a adaptarse a vivir sin su presencia, tolerando permanecer en soledad largos períodos de tiempo, aunque a veces se genere una dependencia, por lo que es normal que algunos cachorros vocalicen al ser separados de sus dueños.Una excesiva vinculación y dependencia de algunos perros con su dueño (hiperapego) genera ansiedad, principalmente cuando el perro se queda solo en casa o cuando tiene restringido el uso de algunas áreas de la casa que le impiden estar en contacto con su dueño (Overall, 1997; Flanningan & Dodman, 2001;Horwitz, 2006). La ansiedad aparece al no poder satisfacer las necesidades de atención que demanda esta situación de hiperapego. Esta ansiedad provoca la aparición de trastornos del comportamiento conocidos como “Síndrome de Ansiedad por Separación”.
Este síndrome está entre los problemas de comportamiento más comunes en caninos domésticos (Overall et al, 2001). Representa entre un 20% y un 40% de los casos referidos a las consultas de comportamiento animal (Voith and Borchelt, 1996; Simpsom, 2000). Es mas frecuente en animales jóvenes y ancianos que en animales adultos. En ancianos es debido al incremento de ansiedad producido al ir perdiendo capacidades sensitivas. Mientras que en jóvenes se debe al hiperapego. Raramente se presenta en animales adultos, solamente en aquellos que la tuvieron de jóvenes (Alto grado de recurrencias).
Este síndrome no excluye a perros bien entrenados que han recibido clases de obediencia. Por otro lado, no todos los perros que han sido criados con muchos mimos y atenciones, a los que se les permite, entre otras cosas, comer en la mesa con sus dueños, terminan sufriendo ansiedad por separación.
Los motivos de consulta más comunes son comportamiento destructivo, auto lesiones, eliminación inapropiada y excesiva vocalización al quedarse solos (King et al., 2000; Simpson, 2000; Horwitz & Neilson, 2007).También se pueden observar otros signos como arañar la puerta principal de la casa, jadeos y salivación, excesivo acicalamiento e incluso intentos de escapar. Algunos dueños manifiestan que el perro desarrolla un comportamiento agresivo cuando se están preparando para salir de casa. Estos perros también suelen ser agresivos en otras circunstancias y frecuentemente tienen comportamientos agresivos no vinculados a la ansiedad por separación (Borchelt, 1983). Los perros con ansiedad por separación tienden a saludar con excesiva emotividad a sus dueños cuando regresan a casa y los persiguen por todas partes. Igualmente, algunos perros no comen mientras sus dueños están fuera de casa (Voith and Vorchelt, 1985). Estos comportamientos relacionados con la ansiedad por separación normalmente comienzan a ocurrir durante los primeros treinta minutos después de la partida del dueño.
Muchas personas en busca de una solución al problema, adquieren otra mascota que sustituya su compañía, sin embargo, la presencia de otros animales no soluciona el problema. El tratamiento adecuado incluye una terapia de modificación de conducta combinada con una intervención farmacológica apropiada.
Situaciones más frecuentes que causan ansiedad por separación
• Aquellos perros que se les deja solos por primera vez estando acostumbrados a la constante compañía humana.
• En las situaciones durante las cuales el dueño y el perro están siempre juntos durante un intervalo largo de tiempo (vacaciones).
• Después de un evento traumático para el perro, tal como un periodo de tiempo pasado en un refugio o en una perrera.
• Después de un cambio en la rutina o estructura de la familia (emancipación de un hijo, un cambio en el horario de trabajo, una mudanza a una casa nueva, o una mascota o persona nueva en la casa
Artículo escrito por Miguel Ibáñez Talegón y Bernadette Anzola Delgado, de la Clínica del Comportamiento Animal de la Universidad Complutense de Madrid.