Ady es un viejo policía con artrosis en la cadera cuyo tiempo de servicio ya ha llegado a su fin, pero no recibirá una pensión con la que pasar el resto de su vida con comodidad. Ady es un pastor alemán, y después de dedicar sus 10 años de vida a servir al Estado, busca ahora una familia que lo acoja. Encontrar un hogar para este y otros agentes caninos es el objetivo de la ONG española Héroes de 4 Patas.
La asociación nació hace un año, en enero de 2015, gracias al trabajo voluntario de siete policías nacionales. Hasta la fecha, unos 35 perros policía han podido jubilarse y encontrar una familia adoptiva. “Son tan policías como un ser humano, solo que de cuatro patas”, comenta a Teknautas la vicepresidenta de la ONG, Rosa Chamorro. En su opinión, los animales deberían contar con algún tipo de compensación cuando no puedan continuar ejerciendo su trabajo, ya que han trabajado salvando vidas como cualquier otro profesional.
La ONG recoge perros de cualquier cuerpo: bomberos, protección civil, ejército, guardia civil… Chamorro explica que los animales llegan inicialmente a estas entidades a través de un particular que los vende o también rescatados de la perrera. ¿A quién pertenecen? Depende: “Si son de policías locales, son del ayuntamiento; los de las Fuerzas Armadas, del Estado”. En las unidades de rescate, como están formadas por voluntarios, los canes pertenecen a una persona concreta.
Al ser propiedad de una Administración y ofrecer un servicio público, algunos países sí facilitan la retirada de estos animales. “En EEUU, los perros que se jubilan tienen una pensión vitalicia”, añade Chamorro. Así se promueve la adopción de unos animales que no son precisamente jóvenes y que, en algunos casos, deben tomar medicamentos el resto de su vida. La vicepresidenta de la ONG no aspira a tanto en España, consciente de que muchas personas han perdido sus ayudas debido a la crisis: "Con concienciar nos vale".
Héroes de 4 Patas no cuenta con ningún tipo de subvención, aunque Chamorro tampoco apoyaría la creación de una especie de residencia para policías perrunos. Después de toda una vida de trabajo, la policía considera que es mucho más adecuado que les cuide una familia y puedan hacer 'cosas de perro'.
Adoptar a un perro policía no plantea ningún problema o peligro en cuanto a posibles secuelas consecuencia de su vida de trabajo. “Se entrenan diariamente a través del juego y cuando finaliza el entrenamiento desconectan, aunque alguno pueda tardar más que otro”, comenta Chamorro.
La vicepresidenta de la ONG asegura que son animales muy agradecidos, ya que pasan de una vida de trabajo a “una de colchón y chuches”. El único problema de su adopción es la edad: “Son animales mayores y el éxito demuestra que hay gente muy solidaria, porque la mayoría tiene algún achaque”. Chamorro se muestra muy agradecida ante las personas que acceden a llevar un perro viejo, con algún achaque, a su casa.
No todos los canes de Héroes de 4 Patas rondan la década. Algunos son jóvenes que no se adaptaron al entrenamiento y nunca han trabajado, por lo que no llegan al año de edad.
Cuestión de olfato
Los llamados 'perros de trabajo' son entrenados para todo tipo de actividades: detectores de drogas y explosivos, rescate de personas, localización de restos humanos, detección de billetes, de acelerantes del fuego… Todo gracias a la aptitud de estos animales para aprender mediante el juego, sumada a su increíble capacidad olfativa.
La ONG recoge perros de cualquier cuerpo: bomberos, protección civil, ejército, guardia civil... Los animales son propiedad de las diferentes administraciones
Si los seres humanos son animales visuales, los cánidos dependen mucho más de los olores para relacionarse con su entorno y su olfato es 40 veces más sensible que el nuestro. Tanto que algunos pueden detectar cuándo un diabético va a sufrir una crisis, la presencia de tumores y hasta componentes tecnológicos ocultos como móviles y discos duros.
Por eso, cada animal de Héroes de 4 Patas tiene, como todos los jubilados, muchas batallitas que contar. Danko, por ejemplo, fue uno de los primeros perros en entrar en los GEO y ha participado en misiones tan delicadas como la detención de terroristas y la asistencia en secuestros. Gracias a su paso por el programa 'El Hormiguero', ahora tiene una familia.
Chacal perteneció a la UME (Unidad Militar de Emergencia), donde ayudó a la localización de restos humanos en grandes catástrofes. Tuvo que retirarse por un tumor en una pata, que hubo que amputar, y fue despedido por su batallón con todos los honores antes de ser adoptado. Al cierre de este artículo, siete perros esperan su adopción: Rico, Rox, Lesy, Roxy, Bronco, Dom y Todor. Del altruismo del ser humano dependerá que tengan una feliz jubilación.