La salud de nuestras mascotas -como en la de los humanos- depende en buena medida de seguir unas normas de higiene y limpieza.
En el caso de los oídos, para mantenerlos saludables, limpios, sin
cera, sin secreciones y sin olor. Sobre la boca, para evitar el sarro,
la enfermedad periodontal y la desagradable halitosis. En el caso del
pelaje para mantener la salud del manto cutáneo,
disminuir la caída del pelo en el hogar y sin olvidar los ojos y su
cuidado; sin olvidar las uñas y su mantenimiento; así como la forma más
indicada para poder manejar al animal ya que no todos se dejan con
facilidad que les toquen.
En palabras del doctor Javier Álvarez de la Villa del Centro Veterinario Víctor de la Serna «para cuidar de su higiene en estos casos lo más recomendable es comenzar desde que son cachorros para acostumbrarlos mejor en el manejo y así lo tomen como algo normal y no con miedo».
Cuestión de oídos
Sobre el cuidado de los oídos, el veterinario consultado recomienda
«realizar una limpieza periódica. Cada dos semanas o incluso
semanalmente». Para ello nos ayudaremos de una solución de limpieza y
una gasa. La solución emulsiona el contenido céreo y los detritos, que
luego son recogidos con cuidado con la ayuda de la mencionada gasa. Esta
acción simple y sencilla es, sin embargo, muy eficaz pues previene un gran número de otitis,
además del componente higiénico al eliminar la suciedad y el mal olor.
Gracias a esta operación, , nuestro perro o gato gozará de una mejor
audición, al permanecer el conducto auditivo externo libre y permeable.
Tenga mucho cuidado y no haga nada de esto sin antes consultar con el
veterinario. Ya que si no se hace con delicadeza puede ser peor el
remedio que la suciedad. Él es quién le enseñará, sin duda, a realizar
de manera óptima esta simple pero importante acción preventiva.
Limpieza ocular
«El
cuidado de los ojos comienza con conocer qué es un ojo normal: Un ojo
no irritado, no enrojecido, sin exceso de lacrimeo ni de legañas»,
comenta el doctor Álvarez de la Villa. Basta inicialmente con una gasa
humedecida en agua estéril o en suero, con la que recogerá con
delicadeza las legañas que se suelen depositar en el ángulo interno.
Actuamos así para evitar su secado y adherencia a la piel y al pelo,
condición que dificultaría su eliminación. «Si los ojos aparecen
ligeramente irritados, se puede administrar unas gotas de solución
salina, produciendo un efecto de baño ocular beneficioso», comenta
nuestro veterinario consultado. Se da la circunstancia de que en algunas
razas de pelo blanco, la oxidación de la lágrima produce un teñido
parduzco en el trayecto o surco lacrimal , que estéticamente es más o
menos molesto para el propietario. La solución en estos casos pasaría
por el empleo de soluciones cosméticas limpiadoras, además del recorte
del pelo de la zona.
Cuidado con la piel y el pelo
El cuidado de la piel y el pelo es realmente importante. Cepillar asiduamente, disminuyendo el pelo muerto y
favoreciendo un adecuado recambio. Lavar cada 2 semanas o cada mes en
función de la raza y sus requerimientos. Eso sí, siempre con el champú
adecuado. No emplear -salvo casos excepcionales- jabones de consumo
humano. Un manto cutáneo limpio es garantía de salud para nuestros
fieles amigos. En el caso de los gatos, la acción que ellos mismos
realizan con el «autoacicalamiento» o «autolimpieza» nos
libra de mucho trabajo. «Ellos mismos se mantienen en perfecto estado,
aunque un cepillado periódico nos ayudará y librará de la ingestión y
luego formación de las temidas " bolas de pelo", con las negativas
connotaciones que todos los propietarios gatunos conocen», comenta
Javier Álvarez de la Villa.
El peligro de las uñas
El
cuidado de las uñas pasa por el recorte del exceso de longitud. Una uña
larga se engancha y se puede romper, chocar con el suelo, produciendo
dolor. En el caso de gatos mayores, la uña sobrecrece y llega a clavarse
en la almohadilla digital. Para cortar la uña hay que tener en cuenta
que en su interior discurren vasos sanguíneos y terminaciones nerviosas.
Un corte excesivo llevaría a una intensa hemorragia y
así mismo, el color negro de algunas uñas no ayuda. Acuda a su
veterinario, le ayudará sin duda e incluso le podrá enseñar la manera
más fácil de realizarlo. No obstante, si queremos que las uñas se
mantengan en un crecimiento óptimo, pasear al perro favorece el desgaste
y, en el caso de los gatos, ayuda el empleo de rascadores específicos.
Los gatos tienen la necesidad vital de afilar sus uñas. Para ello, la mejor solución son los «rascadores», en estos artilugios (los hay de distintos modelos y tamaños ) en los que su «lindo gatito» pueda seguir sus instintos naturales sin que sus muebles sufran las consecuencias. Además, son una zona ideal de juego y descanso.
Sacos anales y glándulas perineales
Por
último no queremos olvidar de los llamados sacos anales o glándulas
perineales o perianales. En estado salvaje, empleaban estas glándulas para marcar territorio. Hoy en día, esta función ha quedado eliminada y el resultado es que dan problemas, ya que se inflaman y se fistulizan. Les producen molestias, picores e incluso dolor. Lo
podemos reconocer porque arrastran la zona perineal o se intentan
chupar. «Un vaciado periódico preventivo y fácil de realizar por su
veterinario ayudará a evitarlo», comenta el doctor Álvarez de la Villa.
Tras todo esto nuestro consejo es el de siempre prevenir para evitar
males mayores.