¿Por qué es tan importante la sociabilización? La respuesta es simple, la falta de sociabilización del cachorro en esta etapa puede provocar problemas de comportamiento futuros. Por otro lado, un perro con una sociabilización insuficiente se convierte en un animal impredecible cuando se enfrenta a una nueva experiencia. Puede reaccionar con temor y, entonces, morder o huir pudiendo resultar heridos ellos mismos o causar lesiones a otras personas de su alrededor con las consecuencias que todo esto conlleva a todos los niveles.
La separación temprana del cachorro de su madre y sus hermanos provoca una insuficiente sociabilización con miembros de su propia especie, no aprende el mordisco suave, los patrones de vocalización ni a jugar. En estos casos, puede desarrollar un apego excesivo y anormal hacia su propietario y, aparte de reaccionar de forma temerosa, pueden aparecer síntomas de agresividad hacia otros perros. Si lo que se produce es un aislamiento a estímulos ambientales, tendremos un perro con una gran tendencia a padecer miedos o fobias, inhibiéndose y convirtiéndose en un animal inseguro y con baja capacidad de aprendizaje. Por último, cuando el contacto con humanos es insuficiente o nulo se producen conductas antisociales, el perro desarrolla miedo hacia las personas y puede mostrar signos de agresividad lo que dificultará su entrenamiento.
Por lo tanto, si tuviéramos que elaborar una lista de cosas para sociabilizar un cachorro, incluiríamos personas de todo tipo, diferentes ambientes, sonidos y ruidos, objetos diversos y otros animales.
Podemos considerar que la sociabilización forma parte de la medicina preventiva del comportamiento. La prevención es mucho mejor que la rehabilitación, así que son innegables las grandes ventajas de aprovechar el periodo sensible de la vida del cachorro para favorecer su aprendizaje.
Antes que nada, es necesario prevenir situaciones que puedan ocasionar estrés al cachorro y, como consecuencia, conseguir el efecto contrario que perseguimos. Es decir, cuando el cachorro vaya a ser expuesto a una nueva situación tenemos que tenerlo todo bajo control. Hay que protegerlo de situaciones que puedan provocarle miedo y evitar así que se esconda o gruña como respuesta.
No debemos dejar que todo el mundo se acerque de forma indiscriminada y de cualquier modo. Pediremos a diferentes personas que se acerquen suavemente y sin movimientos bruscos. Cuando llevemos a cabo la sociabilización con personas, no impondremos a ninguna de ellas, pediremos su colaboración. La mayor parte de la gente estará encantada de ayudarnos.
Los paseos son una buena ocasión para presentar nuevas situaciones a nuestro cachorro. Sin embargo, en un principio, evitaremos los parques para perros. Para prevenir cualquier problema de salud, no dejaremos que huela las heces de otros ni que juegue con perros de los que desconocemos su estado de salud o que muestren actitudes agresivas. No podemos introducirlo en un grupo grande de perros si no lo hemos sociabilizado previamente con grupos pequeños. Es importante que todo se haga poco a poco. De menos a más.
Reconocer las señales que nos muestra el cachorro es imprescindible para una buena sociabilización. Nos ayudará a no crear situaciones de frustración y evitar futuros miedos e inseguridades. Cuando manifieste que está asustado, evitaremos los mimos y las palabras de consuelo, ya que hacerlo no impedirá que deje de tener miedo sino todo lo contrario, estaremos reforzando que muestre temor cuando se presente nuevamente la situación que originó el miedo la primera vez.