Boy acompañó a su amo a la batalla y murió en la batalla de Marston Moor el 2 de julio de 1644.
Orígenes
Boy fue entregado por primera vez al príncipe Rupert cuando estaba preso en la fortaleza de Linz durante la Guerra de los Treinta Años. El conde de Arundel, un inglés que se había preocupado por la difícil situación de Rupert, le dio el animal para que le hiciera compañía durante su confinamiento. El perro era una variedad rara de caniche de caza blanco.
Probablemente le regalaron dos caniches, uno negro y otro blanco, a Rupert en Alemania. El negro se perdió al principio de la guerra; fue el superviviente blanco el que se hizo famoso. A veces se le llamaba "Puddle" (por "caniche"), pero su nombre más famoso era "Boy", aunque podría haber sido hembra. Se difundió propaganda diciendo que Boy poseía poderes oscuros como "perro-brujo".
Era lo suficientemente impresionante y famoso en toda Europa como para que el sultán otomano de la época, Murad IV, solicitara a su embajador que intentara encontrarle un animal similar. Boy acompañó a Rupert durante sus viajes hasta 1644.
Propaganda y poderes mágicos
Boy acompañó a su amo desde 1642 a 1644 durante la Guerra Civil Inglesa.
Rupert fue el caballero realista icónico del conflicto y fue objeto frecuente de propaganda parlamentaria. Boy, quien solía acompañar a Rupert en la batalla, tuvo un papel destacado en ella, y se sospechaba ampliamente que era el familiar de una bruja. Existían numerosos relatos sobre las habilidades de Boy; algunos sugerían que era el Diablo disfrazado.
John Cleveland y otros satíricos y parodistas realistas se burlaron de estas actitudes parlamentarias y produjeron sátiras que satirizaban la supuesta "superstición" y "credulidad" de sus oponentes; Cleveland afirmó que Boy era el familiar metamorfo del príncipe Rupert y de origen demoníaco. Otros satíricos sugirieron que Boy era una "Dama de Laponia" transformada en un perro blanco. Boy también era capaz de encontrar tesoros escondidos, era invulnerable a los ataques, podía atrapar las balas disparadas contra Rupert en su boca y profetizar tan bien como la adivina del siglo XVI, Madre Shipton. Los soldados realistas también ascendieron a Boy, como su mascota adoptiva, al rango de Sargento Mayor General.
Según se dice, Boy tenía otros atributos entrañables, como levantar la pierna cuando oía el nombre de John Pym, líder de las fuerzas parlamentarias. También se suponía que había actuado para Carlos I, dormido en la cama del príncipe Rupert y jugado con los príncipes Carlos, James y Harry y la princesa Henrietta, y que a menudo el propio Carlos I le daba de comer rosbif y pechuga de capón.
Muerte
Boy murió durante la Batalla de Marston Moor en 1644. Lo habían dejado atado y a salvo en el campamento realista, pero escapó y persiguió a Rupert. La batalla fue desastrosa para los realistas, y Rupert se vio obligado a huir del campo de batalla; Boy murió durante el combate subsiguiente.
Se ha registrado a Boy como el primer perro oficial del ejército británico.