Momentos antes de que el modo de vida basado en la agricultura dominase el mundo, el hombre habitaba en cuevas y pintaba en las paredes escenas que revelan muchas cosas sobre sus costumbres y modos de vida de hace unos 12.000 años. En estas pinturas dejan ver animales que podían perfectamente estar domesticados, algunos bóvidos o perros figuran entre ellos.
El proceso de domesticación animal es muy complejo y contiene aún muchos puntos de debate y desacuerdo, aunque todo parece indicar que este tuvo lugar en una época en la que hombres y mujeres iban abandonando la vida nómada. El sedentarismo facilitó la posesión de animales en cautividad comenzando entonces el lento proceso de la domesticación. Para ello es necesario que se disminuya la distancia a partir de la cual el animal no tolera que el hombre se aproxime, es decir la desaparición de la distancia de huida, y en ello es necesario invertir muchos años y cambios adaptativos en la conducta animal. Se produce un sometimiento y una dependencia básica hacia el hombre. A su vez, el hombre ha tenido que cambiar estructuralmente en tanto que individuo y como grupo, modificando su idea social y cultural. Como fue indicado “cuando uno considera que el hombre había sido cazador y consumidor de animales durante millones de años, el cambio de comportamiento requerido para transformarse en protector y cultivador de animales supuso una gran revolución cultural”. ¿Qué pudo suceder para este gran cambio en los grupos humanos? Quizás por esto aparecieron tan tarde los animales domésticos en la historia de la humanidad.
Al principio el hombre capturaba animales salvajes que incluían hembras preñadas, eran encerrados en vallados y más tarde le servían como alimento. Durante esa cautividad el hombre empezó a conocer sus costumbres y necesidades. Poco a poco fue conociendo mejor las necesidades de los animales y fue ampliando el tiempo entre la captura y la muerte con lo que ahorraba energía y no arriesgaba tantas veces su vida. Con la cautividad los animales adaptaron su comportamiento y se acostumbraron a la presencia del hombre, perdiendo su agresividad hacia el y se dejaron manipular. Es fácil suponer que la domesticación de los animales adultos fuese más dificultosa que la de los más jóvenes y, sobre todo, la de los nacidos en cautividad. Con el tiempo estos animales se fueron amansando y adaptando a la nueva forma de vivir, fueron cambiando sus características psíquicas y morfológicas hasta dejar de parecerse a los salvajes de los cuales derivaron.
La domesticación de animales salvajes para convertirlos en animales domésticos es uno de los progresos de la humanidad. Darwin comparaba el proceso evolutivo de la naturaleza con la domesticación, con la diferencia de que los cambios en los animales eran el resultado de la influencia humana.
Hay una serie de factores que favorecieron la domesticación como son las características del comportamiento, la capacidad para reproducirse en cautividad y la genética. Entre los factores de comportamiento más importantes esta la sociabilidad de los animales, es decir su capacidad para vivir en grupos; por este motivo algunos animales solitarios como los osos no han sido domesticados. La sociabilidad es indispensable para la sumisión a la voluntad humana. La domesticación ha impedido el cruce con las formas salvajes e incluso la selección ejercida por el hombre para mejorar la utilidad del animal es otro factor de diferenciación con las poblaciones salvajes.
El tipo de alimentación del ser humano en determinadas regiones también influyó en el proceso de la domesticación. De tal forma que en Suramerica, donde predominaba el componente vegetal en la alimentación, se efectuó más lentamente que en Europa o en Asia, donde la proporción de alimentos de origen animal era mucho mayor.
La domesticación produjo una serie de cambios en los caracteres morfo-funcionales y en los de comportamiento. Aparecieron una serie de modificaciones por adaptaciones morfológicas en el tamaño y forma, así como sobre la piel, grasa y musculatura y un aumento del aparato digestivo. Igualmente se produjeron cambios funcionales, siendo los domésticos más precoces, de mayor crecimiento y con mayores producciones. Por el contrario, la mayoría de los sentidos han perdido agudeza, atributos fisiológicos que les son fundamentales cuando viven en libertad: olfato, oído y vista. Lo más significativo del comportamiento de los animales domésticos es la pérdida de agresividad. En sentido general podríamos hablar en el animal doméstico de ajustes de aprendizaje y fisiológicos.
La importancia de los animales domésticos no es siempre la misma. Unos ofrecen alimentos, materias primas para la industria y fuerza de trabajo. Otros eran tenidos sólo por placer (gatos) o por razones deportivas (caballos y perros). En sentido amplio también son animales domésticos los de laboratorio, que son criados por razones científicas. Por lo tanto el concepto de animales domésticos abarca un grupo amplio de animales que está ligado al ser humano en grados diferentes y que participa de muchas maneras en todos los campos de la actividad humana.
Principales especies domésticas
Los animales domésticos más importantes se encuentran entre los mamíferos (bóvidos, ovinos, equinos, suidos y carnívoros). Otros son las aves (gallina), peces (carpa) e insectos (abejas).
Artículo escrito por Miguel Ibáñez, de la Clínica del Comportamiento Animal de la Universidad Complutense de Madrid.