Pues bien, ahora la ciencia nos da la razón para sentir lo anterior. En un estudio realizado por el Massachusetts General Hospital a 14 mujeres, de entre 22 y 45 años de edad y con al menos un hijo de entre 2 y 10 años y un perro con el que hubieran compartido por lo menos más de 2 años, se pudo comprobar que cuando las mujeres miraban a sus perros, se activaban prácticamente las mismas áreas del cerebro que cuando veían a sus propios hijos.
El resultado básicamente mostraba cómo muchas de las áreas del cerebro involucradas en la emoción y en el proceso de recompensa, como por ejemplo la amígdala o la corteza media orbitofrontal, se activaban cuando las mujeres veían imágenes tanto de sus hijos como de sus perros, pero no cuando veían fotos de hijos o perros desconocidos.
Al mismo tiempo, también se mostraban ciertas diferencias, porque otras áreas del cerebro, solo se activaban cuando veían imágenes de sus hijos, mas no de sus perros. Normalmente áreas con alta carga de dopamina, oxitocina, yarginina, vasopresina, hormonas relacionadas con los sentimientos de recompensa y de unión con otros, químicos que son importantes para generar vínculo entre nuestra misma especie, pero no necesariamente para relacionarnos con nuestros perros.
¿Pero…¿Veo a mi perro como un hijo?
Más de un 76% de dueños de perros se identifican a sí mismos como ” Padres de mascota” o “Padres de perro” más que como “Dueño de perro”, según otro estudio realizado en EE.UU por la compañía Rover.com. Este resultado, no es de extrañar si lo asociamos con el estudio anterior, en donde vamos comprobando que definitivamente se ve al perro como un hijo.
Os proponemos algunos signos que podrían indicarnos si tratamos a nuestro perro como un hijo, por ejemplo:
1. Duerme en tu cama o en tu cuarto
2. Comparte más con personas que con otros perros
3. Le compras ropa y accesorios
4. Te refieres a tu perro como “Mi hijo”, “Mi niño”, “Mi bebé”, etc
5. Tiene acceso y permiso para estar en todos los espacios de tu casa: Camas, sillones, etc.
6. Le celebras cumpleaños y fechas especiales
7. Lo llevas a Spas caninos
8. Viaja contigo en vacaciones
9. Nos dirigimos a él con vocecitas agudas y particulares
10. Lo tratas como tratarías a un niño
¿Se te ocurre algún otro? Vamos, anímate a decirnos que otra cosa haces tu que te hace pensar que consideras a tu perro como un hijo.
Texto extraído de Dogaboo