A muchas personas les encanta tener un perro con el pelo largo, sano y
espectacular, pero hay que ser conscientes de que si queremos que ese
manto tan hermoso esté en perfectas condiciones hay que dedicarle tiempo
de una manera regular. Por el contrario, la proliferación de nudos nos
llevara al corte total o parcial del pelaje. Os damos 5 claves
para que con unos pocos minutos al día o un par de veces a la semana el
mantenimiento del pelo os resulte más sencillo.
Existen
numerosos tipos de pelo largo, con texturas bien diferenciadas: pelo
sedoso o fino que tiende a enredarse, otros más tupidos y espesos, otros
de tacto más áspero, o bien con una textura rizada o acordonada, etc…
cada uno requiere unos cuidados específicos, tanto en los productos
idóneos para ellos como en el tipo de peines y cepillos que nos
facilitarán la tarea.
1. Procurar un cepillado diario, aunque sea breve.
A pesar de que a veces no se disponga de tiempo todos
los días, lo ideal sería realizar un cepillado, de unos pocos minutos
pero intenso, a diario o cada dos días, así se elimina el polvo y la
suciedad cotidiana del pelaje. También es útil para prevenir la
aparición de parásitos, ya que en pelo largo y espeso es más difícil
detectarlos, especialmente tras los paseos o cuando el perro viene del
campo, por ejemplo. Si nuestro perro tiene el pelo largo, abundante fino
y sedoso es imprescindible peinarlo a diario, para evitar la formación de nudos, que si no desenredamos inmediatamente, nos abocarán a cortar esa zona de pelo.
2. Ganar la batalla a los nudos.
La formación de nudos es uno de los grandes problemas si no se mantiene adecuadamente la higiene y el aseo de pelo.
Si
se permite que los nudos prosperen se dificulta la regeneración del
pelo y la piel se resiente al no poder airearse correctamente, dando
lugar a trastornos cutáneos como picores y caspa, esto causa gran
incomodidad al perro. Además los nudos son los “escondites” perfectos
para los parásitos externos o para alojar espigas, por ejemplo. Se debe
prestar una atención especial a las zonas más “conflictivas”: el
interior de las orejas, las “axilas”, y la parte inferior del abdomen.
Un
peine de calidad os será útil en multitud de momentos en el cuidado del
pelo de vuestro perro: para desenredar en profundidad, ayudar a
abrir los nudos, y pasarlo como toque final para dejar el pelo perfecto
tras el cepillado. También es esencial para recogerle mechones del pelo,
si lo hacéis normalmente, como por ejemplo la característica coletita
del Yorkshire o del Shih Tzu.
3. Un baño cuidadoso
Para todos los perros, pero especialmente para los que
poseen un pelaje largo y abundante, una higiene adecuada es un gesto que
favorece su salud y bienestar. Un manto sucio o deshidratado se anuda
más fácilmente.
La frecuencia del baño dependerá de su modo de
vida, así que lo que dicta el sentido común es bañarlo cuando esté
sucio, si se utilizan productos de calidad se le puede bañar
frecuentemente sin problemas, salvo que medie alguna prescripción
veterinaria que lo desaconseje.
Como ya sabréis, los perros tienen
diferente pH cutáneo que las personas, por lo que hay que utilizar
siempre un champú específico para ellos. Existen numerosos productos
disponibles con propiedades hidratantes que no engrasan el pelaje,
respetuosos con la piel, realzadores del color o especiales para pieles
sensibles. Para el mantenimiento diario también podéis encontrar
productos de calidad como los acondicionadores, que facilitan el
cepillado diario, nos ayudan a ”abrir” los nudos para deshacerlos y
proporcionan brillo y cuidado al pelo de nuestro perro.
4. Los útiles idóneos para cada pelo.
Para cada tipo de manto (también puede influir el tamaño o morfología del perro) se necesita un cepillo diferente. La carda,
uno de los útiles más populares, existe en múltiples versiones por su
tamaño y forma como por la suavidad o dureza de sus púas.
Para los perros de mantos sedosos o pelo que tiende a romperse existen cepillos suaves,
de puntas redondas (que no arañan la piel), fabricados en diversos
materiales (nylon, cerdas naturales, metálicos, etc) y los cepillos que
utilizan los profesionales, los “de mantequilla”, extraordinariamente
suaves con la piel y aptos para cepillados profundos y cuidados con el
pelo.
El asesoramiento con el profesional de la peluquería canina
es importante para que nos aconseje cuál es el cepillo y los productos
más adecuados para nuestro perro.
5. Una alimentación que favorezca la salud de la piel y la belleza de la pelo.
El estado general de la piel y el pelaje de nuestro
perro son buenos indicadores de su salud. Un pelo sano debe ser
brillante y fuerte, no frágil, opaco o quebradizo, y una piel saludable
debe ser flexible y limpia, no grasa, escamosa o con lesiones. Es
importante conocer la influencia de la alimentación en la piel y el pelo de nuestro perro.
La piel es el órgano más grande del cuerpo,
y las células de la piel cambian y se reponen rápidamente. En la
mayoría de los perros, la práctica totalidad de la piel está cubierta de
pelo que, independientemente del tipo de manto o raza, crece
constantemente y muda estacionalmente.
Con el fin de mantener la piel y el pelo en un estado saludable, nuestro perro necesita una dieta equilibrada y altamente digestible que
contenga proteínas, carbohidratos, grasas, minerales y vitaminas en
cantidad y calidad suficiente y que proporcione la cantidad adecuada de
calorías para satisfacer sus necesidades energéticas.
Las proteínas son
nutrientes esenciales cuando se trata de piel y pelo. Alrededor de un
tercio de la proteína que un perro ingiere se necesita sólo para
mantener la piel y el pelaje en buenas condiciones. Ha de ser, además,
de calidad y biodisponibilidad adecuada.
El contenido en ácidos grasos es también crucial. En concreto, niveles adecuados de ácidos grasos omega3 y biotina. Ello se traduce en una piel sana y un pelo brillante.
Esto se debe a una correcta nutrición del folículo piloso y una
adecuada oxigenación, favoreciendo de esta manera el crecimiento de un
pelo firme y brillante.
Además, mantendremos la dermis sana y
elástica, y reduciremos la irritación, el prurito y las manifestaciones
alérgicas de cualquier clase por su efecto antiinflamatorio, en caso de
que nuestro perro lo padeciese.