En general el Cocker es un perro alegre, activo y deportista, muy ligado y pendiente de su amo, eso sí, algo cabezota que necesita una buena y firme educación unida a un amable y cariñoso trato, más un ejercicio moderado para un buen desarrollo físico y psíquico.
El carácter, entre otros factores como el genético, va unido al color:
-Los sólidos: rojos (dorados), negros, negrofuego.
-Los particolores: combinación de dos colores o mas, blanco y negro, azul ruano, blanco y naranja etc, tricolores (combinación de tres colores)
Los particolores son, por general, más dóciles pero a la vez más inocentes y cándidos; son también activos y juguetones, utilizados con mayor frecuencia para la caza, en general no tienen maldad en sus actos y son, por tanto, algo mas fáciles de educar.
Otra de las razones para que un perro tenga buen o mal carácter es la genética. Es fundamental que los padres del cachorro y sus antepasados sean de buen carácter, por que esto también se transmite, o sea, es hereditario. Una de las razones por las que ha ido creando esa mala fama es porque tiempo atrás la raza fue muy popular y se criaba en cantidad, tanto por criadores genéricos a los que nada le importaba la raza y solo les movía el hecho que los vendían fácilmente, como por particulares que hacían camadas sin tener en cuenta los caracteres de los padres.
Es pues importante, al adquirir un cachorro, contactar con criadores de reconocido prestigio o con tiendas especializadas, saber su procedencia y, si es posible, para mayor seguridad, ver a alguno de los padres.
VARIOS CONSEJOS
* No debemos dejarnos embaucar por esa mirada de “no haber roto un plato” para no dejar pasar lo que realmente haya hecho mal. Con un simple NO con voz dominante y recompensar con un MUY BIEN y unas caricias las cosas bien hechas, poco a poco ira comprendiendo y conseguiremos con ello tener un perro equilibrado y educado, ideal para toda la vida.
* Esos primeros juegos, mordisquitos en las manos o los pies, no debemos dejarlos pasar: ellos nos están probando para saber si pueden con nosotros. Para morder tienen sus juguetes o sus huesos. Evitaremos así que más adelante no se convierta en algo más serio, aunque esto no es solo para el Cocker, sino es general para todas las razas.
* El cachorro, al llegar a su nueva casa y a medida que vaya conociendo a todos los integrantes de la familia, grandes y pequeños, deberemos hacerle comprender que en su escala jerárquica él es el último; eso sí, también debemos hacer comprender a los niños de casa que no es un juguete para hacerle perrerías. A los Cockers lo que más les gusta son los mimos, las caricias y los juegos de lanzar y recoger sus juguetes. De esa manera la convivencia será genial.
Cocker Valle del Alba