La relación de trabajo entre los humanos y los perros en las regiones árticas y el uso de perros de trabajo se remonta a por lo menos 4.000 años atrás. Los pueblos Chuckchi, que habitaban antiguamente el noreste de Siberia ya en la edad de piedra, se valían de los perros para remolcar cargas. Nuevos descubrimientos arqueológicos sugieren que la asistencia canina fue crucial para la vida humana en las regiones congeladas del norte de América, Groenlandia y Europa, donde las civilizaciones originarias utilizaban trineos tirados por perros convirtiendo al mushing en una de las prácticas más antiguas.
El trineo de perros era, en un principio, una forma de moverse más velozmente, haciendo la caza más efectiva además de permitir a los cazadores transportar las presas hacia su vivienda. Más tarde, la exploración, el comercio, el transporte y la comunicación añadieron a la lista de funciones para las cuales los perros de trineo eran esenciales. Esta interdependencia entre el musher y sus perros es una relación de supervivencia que se ha mantenido a través de los tiempos.
Los perros han desempeñado un papel clave en la historia de las regiones circumpolares del norte. En América, las culturas inuit y Yupik, que son descendientes de los esquimales aún presentes en Alaska, Canadá, Groenlandia y no hubieran sobrevivido de no haber sido por sus perros que ya tiraban de sus trineos aproximadamente 1000 años atrás. Alrededor del 1600, cuando los exploradores y comerciantes europeos llegaron a las congeladas tierras del norte americano, utilizaban los trineos para viajar, transportar la correspondencia, los víveres y sus mercancías, principalmente pieles y el oro. Después de que Jacques Cartier descubriera el río San Lorenzo, jóvenes franceses fueron enviados por Samuel de Champlain a Norteamérica para negociar e interactuar con los nativos ayudando así a los colonos franceses a adaptarse a la vida en la Nueva Francia. Estos hombres, llamados “coureurs de bois” (corredores del bosque) fueron los primeros mushers europeos en América. El origen de la palabra “musher” para designar a quien pilota un trineo de perros surgió cuando después de 1759, los británicos pasaron a controlar la región de la Nueva Francia y los coureurs el bois continuaron utilizando sus trineos y la palabra “Marche” para ordenar a sus perros iniciar la marcha. La adaptación al inglés de esta voz de origen francés dio origen al término “Mush” del que derivan Mushing y Musher.
A finales del siglo XIX, en épocas de la fiebre del oro, los trineos de perros eran utilizados para transportar el oro desde la región de Alaska y Yukón. Durante esos tiempos, personas de todos los rincones del mundo, emigraron a las tierras de Alaska-Yukon atraídos por las reservas de oro de la zona e incorporaron la práctica del mushing a su vida. Las poblaciones de la región experimentaron un crecimiento repentino que contribuyó notablemente al desarrollo de la región y convirtió al trineo de perros en parte de la vida laboral y el pasatiempo preferido para los habitantes del lugar. Tanto la policía montada del noroeste canadiense que patrullaba las tierras del Yukon, como los trabajadores del correo se valieron de trineos de perros para cumplir con su trabajo.
Ciudades como Nome en Alaska experimentaron entre 1900 y 1909, un boom seguido por un éxodo que disminuyó significativamente en su población cuando la fiebre del oro acabó. Sin embargo, fue en esta ciudad donde el mushing fue reconocido como un deporte por el Kennel Club de Nome celebró en el año 1908, la primera competencia oficial de trineos de perros All Alaska Sweepstakes (AAS) y dando comienzo al deporte que ha mantenido con vida la ciencia del mushing.Nome es también una de las ciudades anfitrionas de la Iditarod creado en 1973 que hace que miles de todo el mundo se den cita en Alaska para asistir a la competencia de trineos más importante del mundo y haciendo del mushing el deporte oficial de Alaska.
El 14 de diciembre de 1911 El explorador noruego Roald Amundsen con cuatro hombres y 16 perros de trineo logró llegar al Polo Sur pasando a la historia como el primer hombre en concluir con éxito un desafío en el que habían fracasado muchas otras expediciones. Su logro fue posible en parte gracias a que había aprendido las técnicas del mushing y otras habilidades de supervivencia de los nativos Netsilik, que habitaban la actual región de Nunavut al norte de Canadá, durante una expedición de tres años a través de Pasaje del Noroeste de Canadá, entre 1903 y 1906. En su viaje al Polo Sur, Amundsen lideró una expedición de cinco hombres con cuatro trineos, regresando con sólo 11 de los 52 perros con los que había partido en octubre de 1911. Aunque el nombre del primer explorador que puso su pie en el Polo Norte sigue siendo objeto de discusión, no hay dudas sobre la utilización de trineos de perros por parte de los pioneros que exploraron la extremidad septentrional del mundo.
Durante Primera guerra mundial, en países europeos como Noruega, los perros y trineos usados para recreación se transformaron en ambulancias y vehículos para el abastecimiento de las tropas acantonadas en los campos, montañas y bosques congelados. Hoy en día, medios de transporte modernos han reemplazado al mushing en sus funciones de otros tiempo, sin embargo sigue siendo una actividad de esparcimiento y deportiva que despierta pasión en gran número de mushers y aficionados de todo el mundo.
Publicado en CosmoDoggyLand