HOLA AMIGOS


Bienvenidos a mi blog. Este será un sitio dedicado a la raza que me apasiona, el cocker spaniel ingles, y en general a todos los perros, con raza o sin ella. Aquí iré colgando temas relacionados con ellos, con los cocker y todo aquello que me parezca interesante, sobre veterinaria, etología etc...

Encontrarás que algunos artículos sobre el cocker son un poco técnicos, pero la mayoría son para todos los públicos. ¡No te desanimes !



Agradecimiento:

Me gustaría agradecer a todas las personas que nos han ayudado, explicado y aguantado tantas y tantas cosas, y que han hecho que nuestra afición persista.

En especial a Pablo Termes, que nos abrió su casa de par en par y nos regaló jugosas tardes en su porche contando innumerables “batallitas de perros”. Suyas fueron nuestras dos primeras perras y suya es buena parte de culpa de nuestra afición. A Antonio Plaza y Alicia, también por su hospitalidad, su cercanía, y su inestimable ayuda cada vez que la hemos necesitado. También por dejarnos usar sus sementales, casi nada. Y a todos los criadores y propietarios que en algún momento, o en muchos, han respondido a nuestras dudas con amabilidad.

Y, por supuesto, a Rambo, Cibeles y Maripepa, a Chulapa y Chulapita, y a Trufa, como no, y a todos los perros con pedigrí o sin el, con raza o sin ella por ser tan geniales.

Muchas gracias


Te estaré muy agradecido si después me dejas tus impresiones en forma de comentario.

Espero que te guste y que vuelvas pronto.



PARA LA REALIZACIÓN DE ESTE BLOG NINGÚN ANIMAL FUE MALTRATADO




jueves, 23 de junio de 2016

HACE MUCHO; MUCHO TIEMPO....



Este pequeño relato es una carta de un lector en ABC. Creo que merece la pena reproducirla. Leela, seguro que te gustará tanto como a mí.


"Aquel invierno fue muy duro. Tanto, que varios de nosotros se quedaron quietos y blancos para siempre. Necesitábamos más pieles de oso y alce para abrigarnos. Preferíamos salir a cazar cuando el Sol estaba en lo alto, pero las presas no aparecían hasta el atardecer. Y la noche era mortal. Sobre todo para el regreso. No había forma de marcar el camino con tanta nieve y los animales eran muy pesados. Una pata de mamut pesaba como cinco de nosotros. Nos enterrábamos en la nieve y no podíamos caminar. Pero lo peor eran las jaurías de lobos. Ese invierno estaban muy hambrientos y aparecían por todos lados. Tuvimos que cruzar una montaña junto al río que estaba duro y uno de los nuestros resbaló cayendo por una pendiente. Varios lobos se le fueron encima. Todo ocurrió muy rápido y nuestros gritos no los ahuyentaron. No podíamos perder las lanzas. Nada más pudimos hacer. Continuamos hacia nuestra cueva con la carga cada vez más pesada. Estuvimos varios días afuera y queríamos calentarnos con el fuego que nuestros ancianos nos enseñaron a encender. Además, sabíamos que los lobos vendrían detrás de nosotros. Habrían probado nuestra carne y querrían más, pero estando juntos y cerca del fuego no nos atacarían. Por fin, al llegar vinieron nuestras mujeres y los críos a recibirnos y se produjo un gran alboroto. Enseguida noté que había algo que se movía en el fondo de la cueva. “¡Crías de lobo!” grité y enseguida tomé una piedra para matarlos. Las mujeres se pusieron delante de los cachorros para protegerlos. La loba había muerto al parir. Nos costó mucho soportar el deseo de matar a quienes habían comido a uno de nosotros. Los cachorros fueron creciendo con nuestra comida. 

 
Recuerdo todo eso hoy en esta primavera llena de hierba junto al río mientras acaricio el hocico de mi animal. Ellos nos acompañan a cazar y rastrean a los venados y nos muestran donde están. Hacemos un gran equipo y todos los clanes tienen sus propios lobos, aunque ahora no aúllan como arriba de la montaña, sino que hacen un sonido tan especial que los propios lobos ya les temen más que a nosotros."


Julio Guerrieri - El tercer planeta
Julio Guerrieri - El tercer planeta


Julio Guerrieri - El Tercer Planeta