El canicross eleva su popularidad en España, con más de cincuenta carreras al año. Es una disciplina que depende de la Federación de Deportes de Invierno.
El mejor amigo del hombre también puede participar en pruebas deportivas. El canicross permite al corredor disputar carreras con su perro atado a la cintura. Sólo se necesita un cinturón, un arnés y una línea de tiro. El cinturón es para el deportista, que siempre tiene que correr por detrás del perro. En el cinturón se inserta la línea de tiro que le unirá con el arnés de su can y que debe incorporar un amortiguador.
Esta disciplina deportiva, muy popular en Europa, se introdujo en España hace más de una década. Depende de la Federación de Deportes de Invierno, cuenta con un reglamento propio y un calendario con más de cincuenta pruebas en la temporada.
Las carreras están abiertas a cualquier raza de perro, siempre que que se encuentren en buena forma física y superen el examen veterinario obligatorio antes de participar. El perro no puede tener menos de un año de vida ni más de diez.
El nombre del animal figura en las listas de clasificaciones individuales de cada prueba y es él quien porta el microchip para medir el tiempo.
Los circuitos de las pruebas son de entre dos y ocho kilómetros, sin que sea posible dar más de dos vueltas al circuito.
La próxima prueba del calendario se celebrará en Ezcaray (La Rioja), denominada el Primer Circuito Riojano de Canicross, los próximos 11 y 12 de abril. Se celebrarán tres carreras en dos días, una de ellas nocturna y otra contrarreloj. Participarán un máximo de 200 corredores, que habrán pagado entre 40 y 60 euros por la inscripción.
La anterior prueba se celebró en La Cerdanya. Acabaron la carrera 41 participantes. El vencedor fue Daniel Artero, que recorrió los 7,7 kilómetros en 29 minutos.
La fotografía de la cabecera es del canicross de Arroyo de La Encomienda (Valladolid). Es obra de Alberto Pérez, ganador del concurso de fotografía convocado por los organizadores.
Publicado en Expansión
