El hecho de que cada vez más personas traten a sus mascotas como un hijo, sumado a que muchos canes no comen bien el pienso que les ponen sus humanos, ha impulsado la notoriedad de la dieta BARF, la cual puede prepararse en casa o comprarse ya mezclada.
Marcas importantes ofrecen menús completos, elaborados con aceite de oliva, pollo, pavo, buey y salmón, y verduras y frutas, todas aptas para los perros. Estas recetas presumen de estar elaboradas con productos frescos, sin espesantes, ni conservantes, ni potenciadores de sabor artificiales.
Normalmente, se vende el producto congelado, y el dueño del can deberá ir descongelando lo que estime. Asimismo, muchos de los productos ya preparados para perros no se venden en crudo, ya que están ligeramente cocinados y mezclados con verduras y frutas.
¿A qué se debe el éxito de la dieta BARF?
Además de lo mencionado, la dieta BARF o natural para perros está siendo cada vez más seguida porque muchos dueños de canes quieren ofrecer a sus mascotas lo que éstas comerían si estuvieran en libertad y en un entorno natural.
Un perro, por ejemplo, nunca comería cereales ni arroz, y la mayoría de piensos contienen estos dos alimentos. En cambio, sí que ingeriría carnes y algunos vegetales y frutas. Y aunque este planteamiento tiene toda la razón de ser, es evidente que un perro que se ha criado en casa no lleva la misma vida que tenían sus ancestros, y, por tanto, no tiene las mismas necesidades.
Todas estas contradicciones llenan de dudas a los dueños de perros, los cuales miran con recelo a los piensos comerciales pero tampoco se atreven a dar el paso a la dieta BARF o a una alimentación natural.
Para aclarar todo esto, en THE OBJECTIVE hemos consultado a Nuria Gómez Constanzo, veterinaria de Clinicanimal (Tiendanimal).
«La dieta BARF no es necesariamente la mejor opción»
«Lo primero que hay que tener en cuenta es que la dieta BARF se basa en el alimento crudo, no cocinado, con el objetivo de ofrecer a los canes una alimentación lo más similar posible a la que seguían cuando eran animales silvestres. Esta opción nutricional surge de la creciente preocupación por la dieta que vivimos los humanos y que extrapolamos a nuestras mascotas, para garantizar su salud y su bienestar», comienza Nuria Gómez.
«No obstante, la dieta BARF no es necesariamente la mejor opción, sino que, como cualquier otro tipo de alimentación para perros (ya sea comida húmeda o en lata), tiene beneficios y se adecuará mejor a unos perros o a otros en función de múltiples factores», asegura la veterinaria, quien insta a los dueños a consultar a su veterinario de confianza antes de tomar esta decisión nutricional.
«Ya sea pienso de calidad premium, comida cocinada por nosotros, latas o dieta BARF, si le proporciona al can lo que necesita y cuenta con el aval veterinario, será una buena opción», apunta.
Una opinión que comparte el veterinario Rafael A. Luna Murillo: «La comida, ya sea en pienso o en crudo, debe aportar los nutrientes necesarios para el desarrollo de lo tejidos y órganos para que puedan desarrollar sus funciones. Técnicamente, las excelencias de la nutrición BARF son las mismas que para con el pienso».
Y si le damos pienso, ¿los del supermercados son peores?
«No necesariamente. Lo que marca la calidad de un pienso es su composición, es decir, la proporción de nutrientes que tenga, que sea equilibrado y adecuado para cada animal en concreto; así como que durante el proceso de producción se respeten sus propiedades».
Ya sea pienso de calidad premium, comida cocinada por nosotros, latas o dieta BARF, si le proporciona al can lo que necesita y cuenta con el aval veterinario, será una buena opción.