Los cambios meteorológicos han tenido un efecto claro con respecto a la presencia de la oruga procesionaria: cada vez llega antes y cada vez se queda más tiempo... Hay que tener cuidado, es muy peligrosa para los perros.
Estos son los primeros auxilios que nos recomiendan desde Advantix España para saber qué hacer si tenemos la mala suerte de que nuestro can se acerque demasiado a las orugas.
¿Por qué son peligrosas las orugas de procesionaria?
Las orugas de procesionaria están recubiertas de unos finos pelitos que contienen una sustancia urticante. Cuando se produce el contacto con la oruga, ésta desprende sus pelitos que se clavan en la piel o las mucosas del perro, en zonas ya de por sí poco protegidas, como son la lengua, los labios, la trufa y las zonas de alrededor de boca y nariz, incluso a veces los ojos.
Signos que nos deben alarmar
- El perro se muestra agitado, nervioso y respira de forma acelerada
- Agita la cabeza o la restriega por el suelo o entre nuestras piernas
- Se le hincha la cara o los párpados
- Se inflaman los labios y la mucosa oral
- Detectamos que no puede cerrar la boca debido a la inflamación de la lengua
- Produce una gran cantidad de saliva
- Jadea a causa del dolor
- Presenta dificultad para respirar
Una rápida atención veterinaria es imprescindible para controlar el cuadro clínico y evitar complicaciones, que pueden llevar a un fatal desenlace. Por ello es vital acudir de urgencia a un veterinario.
- Sacar el perro de la zona donde haya las orugas. Es fácil que en el momento de dolor o nerviosismo se produzcan nuevos contactos con las orugas empeorando las lesiones.
- Comprobar que el perro puede respirar sin dificultad.
- Abrir la boca para observar el estado de la lengua y de las mucosas orales para localizar el área afectada.
- Lavar la zona afectada. Lo ideal sería hacerlo con suero fisiológico pero es preferible hacerlo pronto, por lo que lo haremos con lo que más a mano tengamos. Nos sirve el agua del grifo, a poder ser tibia, ya que el calor disminuye la actividad de la toxina.
- Lavar la zona de forma que el perro no la trague el agua sino que vaya de dentro hacia fuera para tratar de arrastrar los pelos de las orugas al exterior. Podemos ayudarnos de una jeringa metiendo el agua por el lateral de la boca y dirigiéndola hacia adelante. Lo mismo nos sirve para los ojos, que pueden lavarse bien con agua o con suero fisiológico abundantes.
- Evitar frotar la zona porque romperíamos los pelos facilitando la liberación de más toxina
- Acudir a un veterinario cuanto antes
Si vivimos en una zona alejada y con presencia de muchos pinos afectados podemos consultar con nuestro veterinario la posibilidad de tener en el botiquín de nuestro perro un medicamento adecuado para utilizarlo en caso de urgencia.
Un contenido elaborado por los expertos de Advantix España