La piómetra es una enfermedad infecciosa producida por bacterias y se
caracteriza por la presencia de pus dentro de la cavidad del útero o
matriz. Afecta a perras y gatas de mediana o avanzada edad, aunque con
menor frecuencia puede afectar animales mas jóvenes. Generalmente
aparece después de haber transcurrido la época del estro, después del
celo cuando los niveles de progesterona están más altos. Las causas son
variadas pero están relacionadas con disturbios hormonales y la edad.
El animal cuando padece esta enfermedad está decaído, tiene
secreciones de pus por vagina (a veces no), toma mucha agua, apetito
disminuido. Es una cuadro infeccioso severo por lo que puede producir
una Insuficiencia renal, alteraciones hepáticas, peritonitis, etc. por
las toxinas que se encuentran en el torrente sanguíneo.
El tratamiento de la piómetra posible es la cirugía, consiste en la extirpación del útero y los ovarios.
Cuando
no queda otra alternativa que recurrir a la cirugía y "vaciar" al
animal aquí la recuperación es completa debido a que se extirpa todo y
con eso la infección desaparece con lo extraído. El tratamiento con
medicamentos está indicado cuando el animal se lo quiere conservar para
reproducción, cuando el estado sanitario no es el adecuado para resistir
una operación y también por razones económicas.
Introducción - Piómetra
Las perras durante el período del celo presentan:
Un incremento en el número y la actividad de las glándulas endometriales.
Una
disminución de las contracciones del miometrio (musculatura del útero)
y, por tanto, facilita la retención de las secreciones en el interior
del útero.
Alteración de la inmunidad propia del útero.
Durante
el celo, las bacterias (la más frecuente es Escherichia coli) que se
encuentran en la vagina pueden ascender hasta el útero donde encuentran
un ambiente muy favorable para su multiplicación.
La utilización
de algunas hormonas (estrógenos y progestágenos) para la prevención de
las gestaciones no deseadas, predispone a la aparición de la piómetra.
Las perras adultas o viejas tienen celos irregulares que predisponen a estos problemas, ya que tienen celo durante toda la vida.
Signos Clínicos de la piómetra
Los
síntomas aparecen a las 3-6 semanas después del celo. Son muy
variables, pero los más frecuentes son: apatía, anorexia (dejar de
comer), fiebre (en un 20% de los casos), vómitos, polidipsia (beber
mucho), poliuria (orinar mucho) y deshidratación.
A veces, cuando la piómetra es "abierta" se observa una descarga de secreción purulenta por la vagina.
Algunas
perras llegan en estado de shock debido a las complicaciones graves
secundarias a la piómetra como: septicemia (bacterias en la sangre),
endotoxemia (toxinas en la sangre), peritonitis o insuficiencia renal.
Recomendación
: Recurre lo antes posible con tu médico veterinario para que trate
esta urgencia de forma inmediata. El tiempo entre que empiezan los
problemas y la actuación veterinaria es muy importante para la
supervivencia de su perra.
Diagnóstico de la piómetra
La
mayoría de las veces con la historia clínica y una buena exploración ya
es posible emitir un diagnóstico. Otras veces, son necesarias otras
pruebas complementarias para confirmar el diagnóstico, así: análisis de
sangre (para valorar el número de glóbulos blancos y la funcionalidad
renal), radiografías del abdomen o ecografías del aparato genital.
Tratamiento de la piómetra
Recuperar
o evitar la presencia del shock en la perra. En esta fase la infusión
masiva de fluidos en la circulación sanguínea es fundamental. También
hay que controlar la funcionalidad renal e iniciar un tratamiento con
antibióticos de amplio espectro.
Una vez que la perra está
estabilizada hay que entrar al quirófano para realizar una
ovariohisterectomía (extirpar los ovarios y el útero).
En las
perras que estén estables y que presenten una piómetra "abierta", se
puede aplicar un tratamiento médico con antibióticos y prostaglandinas
(hormonas que aumentan las contracciones uterinas). Con este tratamiento
se intentaría mantener la capacidad reproductora de la perra, sin
embargo, debido a la gravedad de la enfermedad y a la particular
anatomía del útero de las perras, los resultados son menos
satisfactorios.
Pronóstico de la piómetra
Si
se opera de forma rápida las posibilidades de éxito son muy altas, sin
embargo, si existen algunas de las complicaciones antes mencionadas las
perras pueden morir durante la cirugía o días después de ésta. Si no se
tratan adecuadamente las perras morirán debido a la gravedad de esta
infección.
El tratamiento quirúrgico consigue una curación
definitiva a utilización de un tratamiento médico ha de ser valorado
cautamente por el veterinario y el propietario.
Sin embargo hay
que considerar que las perras que han cursado con piómetra normalmente
quedan con una insuficiencia renal que debe ser tratada (generalmente
vía alimentación) y controlada por tu medico veterinario de por vida.
Prevención de la piómetra:
- Utilizar muy ocasionalmente los medicamentos anticonceptivos en las perras.
- Operar a las perras que no se desea que tengan descendencia.
- Hacer controles post parto del sistema reproductor con su médico veterinario.
Fuente: www.infomascota.com