De promedio, los gatos duermen entre 13 y 16 horas cada día. La cantidad varía
según la edad del gato y su personalidad pero suele
ser más o menos el doble del tiempo que necesitaría dormir un humano.
Entonces, ¿cómo es que los gatos necesitan dormir tanto?
FISIOLOGÍA DEL GATO
Los gatos son
fundamentalmente depredadores. Esto significa que anatómica y
fisiológicamente están diseñados para la caza de su alimento,
independientemente de si lo necesitan o no.
Los gatos salvajes suelen cazar sus presas y luego dormir profusamente. Esto se debe a que la caza requiere una gran cantidad de energía.
Los gatos domésticos son iguales que los salvajes en este sentido,
por mucho que solo cacen su juguete favorito o corran detrás de un
ratón; el resultado es el mismo. Emplean técnicas de movimiento que les
causan un desgaste importante: acechan, persiguen, se abalanzan al
ataque e incluso ascienden hasta posiciones elevadas.
Además,
los gatos se mantienen siempre alerta durante la caza, lo
cual implica niveles altos de adrenalina y un mayor gasto energético
para mantener el cuerpo en tensión. Todo esto significa que a
pesar de que los gatos pasan relativamente poco tiempo cazando, el gasto
energético que les supone es desproporcionadamente alto. Así pues, tras
la caza están exhaustos y la mejor manera de reponer energías es echar
una siestecita.
LA SIESTA FELINA
En contra de lo que se suele creer, los gatos no son animales nocturnos. En realidad, son animales crepusculares. Es decir que
cuando están más activos es durante el anochecer y el amanecer.
Esto encaja con su instinto de caza, ya que estas son las franjas de
tiempo durante las que sus presas están más activas. Los gatos también
perciben mejor el movimiento y ven mejor que los humanos de noche, ya
que les basta un poco de luz para ver con bastante claridad. Es
frecuente que los gatos se mantengan activos tras el anochecer, lo cual
puede explicar el mito de que son animales nocturnos. Sin embargo, por
lo general
los gatos dedican la noche a dormir. Lo que sí que es prácticamente universal es que decidan
despertarnos al amanecer y exigir su desayuno. Por otra parte, por poco que se hayan dedicado a la caza nocturna, tendrán sus reservas de energía bastante bajas, así que
al comenzar el día probablemente hagan una siestecita, la primera de las muchas que harán a lo largo del día.
EL SUEÑO DE LOS GATOS
El sueño de los gatos
oscila entre un ligero sopor y un sueño profundo. El sueño
ligero suele durar entre quince y treinta minutos, mientras que el sueño
profundo suele prolongarse unas cinco horas. Durante el sueño
ligero, los gatos se pueden despertar y actuar de forma inmediata. Esto
queda reflejado por su postura al dormir: la posición de descanso
permite levantarse casi de inmediato y sus orejas suelen mantenerse
levantadas durante el descanso y responden a los sonidos ambientales.
También puede que muevan algo la cola o incluso que mantengan un ojo
medio abierto durante este tipo de descanso, quizás para asegurarse de
que no pasa por ahí ningún ratón sin que se enteren. Por lo contrario,
durante el sueño profundo su postura, incluidas las orejas, será mucho
más relajada, y puede que veas que tiembla o mueve las patitas mientras
duerme.
Los gatitos y los gatos ancianos tienden a dormir más que los adultos sanos.
Sin embargo, independientemente de si tienes un gatito travieso o un
gato mayor más perezoso, constantemente necesitarán hacer una pausa para
recargar las pilas. Esto les permite estar el máximo de activos
mientras están despiertos e interactúan contigo.
Si te parece que
tu gato duerme más de lo que sería habitual en él, consulta con tu veterinario.