Uno de los principales problemas cuando acudimos a la playa son las plagas de medusas. Aunque suponen un fastidio, las esquivamos con cierta facilidad ya que conocemos los riesgos de las picaduras. Sin embargo, los peludos son seres inocentes y curiosos, por lo que podrían convertirse en un blanco fácil para ellas. ¡Ojo con tu mascota! Especialmente si acudes a una playa o cala salvaje en la que no se controlan las plagas.
Aunque los canes están más protegidos que nosotros por su pelaje y las almohadillas, algunas zonas de su cuerpo como la trufa o la cara interna de sus orejas son sensibles a las picaduras. Si a tu peludo le pica una medusa, puede que sufra una inflamación en la piel y que se muestre nervioso o cansado. Igualmente, podría tener dificultades para respirar y lloriqueará debido al dolor. Si reconoces algunos de estos síntomas, no lo dudes y acude al veterinario cuanto antes para aliviar la angustia de tu amigo de cuatro patas.
Por otro lado, debes tener en cuenta que el veneno afectará en mayor o menor medida al peludo en función de diversos factores como su estado de salud, la edad, el peso, la zona afectada, el grosor de la piel o la especie de medusa que le ha picado.
¿Cómo pican las medusas?
Las medusas están compuestas de nematocistos, unas células rellenas de veneno. Estas células poseen un dardo o aguijón así como una especie de anillo disparador (nidocilio o nidocito). Cuando el anillo disparador se activa tras entrar en contacto con un ser vivo, se produce una descarga eléctrica que, al mismo tiempo, dispara estas células rellenas de veneno. ¡Todo en microsegundos!
El motivo de las plagas
Por desgracia, el ser humano es el principal causante de las plagas de medusas. La sobrepesca de especies que se comen a las medusas, el aumento de la temperatura del mar y la urbanización de la costa están detrás de la proliferación descontrolada de esta especie. Además, la urbanización del litoral también ha provocado que se arrojen más vertidos al medio marino. ¡En nuestras manos está hacer lo posible para remediarlo!
Prevenir antes que curar
Como recomendamos desde Muy Interesante, es mejor prevenir antes que curar. Pasear por la orilla con tu perro puede ser una experiencia muy placentera y divertida, pero debes tomar precauciones para que tanto tú como tu mascota no sufráis ningún riesgo. Si vas a una playa salvaje, inspecciona que no haya plaga de medusas y controla en todo momento a tu perro. Igualmente, vigila si escarba en la arena (ya que podría desenterrar una medusa) y ten mucho cuidado con lo que se lleva a la boca.
Cómo actuar ante una picadura
Puede que sepas cómo actuar en el caso de que te pique una medusa. ¿Pero has pensado alguna vez qué debes hacer si le pica a tu perro? ¡Recuerda que ellos no razonan de la misma forma que nosotros! Por lo que tu mascota podría alterarse fácilmente.
El primer paso será calmar al animal. Utiliza palabras cariñosas para que se tranquilice y, sobre todo, evita que se lama o se rasque la zona con la picadura. Así evitarás que el veneno se extienda a otras partes.
Aplica hielo lo más rápidamente posible durante al menos 15 minutos. El hielo deberá envolverse en una toalla para que no entre en contacto directo con la piel del animal. De esta forma estarás consiguiendo un efecto anestésico debido al frío y le aliviarás el dolor a tu mascota.
Cuando se encuentre más aliviado, deberás revisar la piel y el pelaje del perro para asegurarte de que no quedan restos de la medusa o sus tentáculos.
En el caso de que queden restos, tendrás que quitarlos con guantes y aclarar con agua salada. ¡Nunca utilices agua dulce ni frotes la piel! Después, raspa cuidadosamente la zona afectada con una tarjeta de crédito o algo similar.
Ya en casa o tras parar en un supermercado, tendrás que lavarle la herida con vinagre durante diez o quince minutos. Aunque no reduce el dolor, sí que inactiva las descargas de los nematocistos (las células rellenas de veneno).
Finalmente, tendrás que secarle muy bien la zona y aplicarle una pomada analgésica. Estas suelen llevar corticoides o antihistamínicos, por ello lo mejor es que acudas al veterinario para que te recomienden la más adecuada.
¡Este verano disfruta en la mejor compañía! Pero siempre con cuidado y asegurándote de que tu peludo vuelva a casa la mar de contento.
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