A menos que vivas en Finlandia o tengas renos que necesiten pastoreo, es posible que no estés familiarizado con el Lapphund finlandés. Si conoces la raza, sabes qué maravillosos perros familiares pueden ser. Inteligentes y con ganas de agradar, los Lappies también son naturalmente sumisos con las personas y geniales con los niños. Como ya es una de las razas más populares en Finlandia, se merecen la aclamación que están ganando en los Estados Unidos. Entonces, ¿qué hace que el Lapphund finlandés sea especial?
1. Son perros hermosos. Aunque su pelaje voluminoso los hace parecer más grandes, los lapones finlandeses son realmente perros de tamaño mediano, con machos que miden entre 18 y 21 pulgadas de alto y las hembras oscilan entre 16 y 19 pulgadas. Tienen una capa lisa u ondulada con una capa interna suave y densa. También tienen una expresión dulce y suave que seguramente ganará corazones.
2. Esta es una raza antigua. El Lapphund finlandés se originó con los Sami, un pueblo seminómada en Laponia, que cubría partes de Finlandia, Suecia y Rusia. ¡Los restos de perros lapones se remontan al 7000 AC! A medida que la cultura sami evolucionó hacia una cultura menos nómada, los perros se acostumbraron a criar renos.
3. Hablando de renos, esos son animales duros con pezuñas que pueden ser mortales. Aunque el pastoreo de ovejas o vacas requiere habilidades especiales, el pastoreo de renos toma otras habilidades distintas que son inherentes a los lapones. La raza es rápida, valiente y ágil, con un fuerte reflejo de sobresalto que les sirve bien si un reno se revolviera repentinamente.
4. Otro rasgo crucial para este perro de pastoreo es la tendencia a ladrar. Los lapones finlandeses usaron ladridos para controlar la manada, y todavía son ladradores hoy. Por un lado, esto los convierte en muy buenos perros guardianes que le permitirán saber si alguien viene. Por otro lado, enseñarle a tu Lappie cuándo está bien ladrar y cuándo no, es una parte importante del entrenamiento.
5. El Lapphund finlandés a veces se conoce como una "raza pensante". Aunque, como con la mayoría de los pastores, pueden ser fuertes, los Lappies se entrenan y les va bien en los deportes de perros, como la agilidad y el rally. También funcionan bien como perros de rastreo, perros de terapia y en búsqueda y rescate.
6. El Lappie no es un perro guardián. Te alertará de la presencia de extraños, pero no es agresivo. De hecho, es una raza devota, sociable y afable.
7. A pesar de las similitudes en apariencia con el Pastor Australiano, Samoyedo y Husky Siberiano, él es su propia raza. Es tranquilo, amigable y apegado a su manada humana, pero con la inteligencia, la rapidez y el coraje de un perro acostumbrado a trabajar en las duras condiciones del norte. ¡No es de extrañar que la raza se esté convirtiendo en un favorito!
