Como se puede ver, la mayoría de mis pinturas incorporan un labrador de una manera caprichosa. Al vivir con tres, son un recordatorio constante de no tomarse las cosas demasiado en serio. Mientras pinto al aire libre, siempre me interrumpe una pelota de tenis pringosa en mi regazo y una nariz de labrador fría y húmeda que me toca el codo. A pesar de/o gracias a toda la ayuda de mis amigos peludos, he tenido un suministro continuo de inspiración y he podido compartir con coleccionistas de todo el mundo. Con mis fotografías exploro mi entorno cotidiano para revelar luces, ángulos y colores interesantes y divertidos. Creo que todo cuenta una historia.
Tengo experiencia en ingeniería mecánica y programación de computadoras, por lo que a veces tengo que luchar contra la tentación de ser demasiado técnico y lógico con mi arte. Mi pasión por el arte probablemente comenzó en una excursión de la universidad al Museo Guggenheim de Nueva York para ver una exposición de Alexander Calder. Calder también era ingeniero, así que creo que se puede combinar las dos habilidades.
Espero que disfrutes de mi trabajo.