“Algunos de mis mejores protagonistas han sido perros y caballos”, bromeó Elizabeth Taylor ; no es poca cosa si se tiene en cuenta que los otros protagonistas de Taylor incluían a Paul Newman, Richard Burton y Rock Hudson. El gran amor de Taylor por las criaturas surgió desde la infancia: adoraba a Monty, el perro de su familia, y pasaba muchos fines de semana en la granja de su padrino Victor Cazalet, donde se negaba a permitir que sacrificaran pollos. Para su tercer cumpleaños, Cazalet le regaló una poni de Terranova llamada Betty, con quien luego afirmó que pasó los días más felices de su infancia. Acertadamente, la primera película de Taylor fue Lassie Come Home, junto al Collie más famoso del mundo; y fue su papel en National Velvet (1944), junto a un enérgico caballo castrado, lo que catapultó a la joven actriz a la fama.
El afecto de Taylor por los animales duró toda su vida y, a lo largo de los años, tuvo una variedad ecléctica de amigos peludos. Esto incluía una ardilla listada llamada Nibbles, un gato persa-siamés llamado Ali-Kahn, un cachorro de león que le regalaron cuando era adolescente. criando un león!” – y un bebé salvaje que ella y Richard Burton adquirieron en la época en que filmaron The Taming of the Shrew. Sin embargo, fueron los perros los que realmente robaron el corazón de Taylor. Fue dueña de una cabalgata de caninos variados durante sus años de juventud, y era famosa por su cariño a los cachorros de pequinés, pero su favorito de todos los tiempos era un terrier maltés llamado Sugar, a quien adquirió mucho más tarde en la vida.
El maltés es una raza de perro de compañía cuyas características incluyen un cráneo ligeramente redondeado con una cúpula del ancho de un dedo, una nariz de botón negra y ojos marrones. Tiene una larga capa blanca y sedosa, a veces con marcas de color limón o marrón. Generalmente se entiende que el nombre de la raza y los orígenes se derivan de Malta. Los malteses son criados para ser perros de compañía, son muy enérgicos y adoran la atención. Otros propietarios malteses famosos incluyen a Elvis, Marilyn Monroe, Snoop Dogg y Susan Sarandon.
De su propio maltés, Taylor dijo una vez: “Nunca he amado a un perro como este en mi vida. Es asombroso. A veces creo que hay una persona ahí dentro”. Sugar acompañó a Taylor a todas partes desde el día en que la compró cuando era un cachorro de tres meses y fue su compañera constante mientras se recuperaba de una cirugía cerebral. Taylor supuestamente casi se negó a aceptar su título de Dama Comandante de la Orden del Imperio Británico en 1999 cuando se le informó que a Sugar no se le permitiría ingresar a Downing Street.
Con tanta frecuencia en el centro de atención, Sugar pronto se convirtió en una estrella y Christopher Radko incluso hizo un adorno navideño de Sugar un año, y las ganancias se destinaron a una organización benéfica contra el SIDA. No hace falta decir que Taylor estaba desconsolada cuando Sugar murió en 2005, pero pronto buscó a dos malteses más, Daisy y Delilah, que venían de la misma línea que Sugar.
Texto de Daisy Woodward en AnOther
