A tu perro no le gusta que le hables como si fuera tonto
Nos cuesta evitarlo. Vemos a un perro, ya sea nuestro o ajeno y
comenzamos a hablarles como si fueran bebés o les faltara un hervor.
Si bien los cachorros aprecian este gesto, a los perros adultos no
les gusta nada que mantengas esta actitud con ellos. Según ha publicado
un grupo de investigadores en la revista especializada Proceedings of the Royal Society B: Biological Sciences, la forma de hablarles afecta a su comportamiento.
Para averiguarlo, los científicos pusieron locuciones con distintas
voces a los canes. Fue así cómo descubrieron que el tono de voz que
usamos para dirigirnos a nuestras mascotas (más suave, lento y
cariñoso), tenían un buen efecto en los cachorros, pero no en los perros
adultos. Estos últimos no consideran que la cosa vaya con ellos y,
aunque este tono es beneficioso durante la fase de adriestramiento
cuando son pequeños, de adultos no se consigue ninguna reacción.
Tu perro te tiene miedo
¿Reconoces la mirada de la foto? Seguro que tu perro te la ha
mostrado alguna vez cuando ha hecho alguna travesura y has pensado que
era consciente de que había hecho algo mal. Pero no es cierto. Lo que
ves en sus ojos es miedo.
Según una nueva investigación realizada por Alexandra Horowitz, una
experta en procesos cognitivos de los perros, esa mirada está vinculada
al miedo que tiene a tu regañina, más que a la culpabilidad que puede
llegar a sentir.
No hay ningún estudio que haya demostrado que los perros puedan
sentir culpabilidad. Que a ti te lo parezca se debe más a que tendemos a
humanizar su comportamiento.
Imitan nuestra personalidad
Por si no lo sabías, nuestros queridos amigos peludos adquieren rasgos propios de nuestra personalidad.
Según un estudio publicado por un grupo de investigadores de la Universidad de Viena en la revista PLoS ONE,
la idea de que un perro adquiere la personalidad de su propietario
acaba de recibir apoyo científico. Según los científicos australianos,
los perros pueden reflejar la negatividad y la ansiedad de sus
propietarios. De la misma forma, los perros que son relajados y
agradables, también pueden transmitir esta actitud a los seres humanos,
lo que tal vez pueda ayudar a sus dueños a lidiar con el estrés.
Para llegar a estas conclusiones, los investigadores sometieron a más
de 100 perros y sus respectivos dueños a varias pruebas, incluyendo la
medición de la frecuencia cardíaca, su respuesta a la amenaza y muestras
de saliva con el fin de medir los niveles de cortisol, un marcador del
estrés. Después, se evaluó a los propietarios por cinco grandes sellos
distintivos de la personalidad: neuroticismo, extroversión, apertura a
nuevas experiencias, amabilidad y escrupulosidad. También se hizo lo
mismo con los perros.
Según Iris Schoberl, autor principal de la investigación, "nuestros
resultados muestran que los perros y los dueños son díadas sociales
(pareja de dos seres estrecha y especialmente vinculados entre sí) y que
se retroalimentan entre sí, influyendo en su comportamiento". Es decir,
los perros son sensibles a los estados emocionales de sus propietarios y
pueden reflejar sus emociones.