Es una inquietud muy común cuando tenemos una perra en casa, cuando puede reproducirse, cuando debe hacerlo y ventajas y desventajas.
Normalmente una perra entra en celo entre los 6 a 9 meses de edad por primera vez en su vida, este celo no debe ser más que la señal de que nuestra mascota tiene su aparato reproductivo en funcionamiento, sin embargo es mejor esperar algo más de tiempo hasta que haya terminado de crecer en talla y peso lo recomendable es esperar hasta el tercer celo que coincide más o menos con 18 meses de edad.
El celo o estro dura en total 15 a 18 días, empieza con un sangrado que sale por la vulva que en la mayoría de perras dura entre 6 a 8 días, luego este sangrado cambia paulatinamente hacia un líquido más claro hasta llegar a una secreción transparente, cristalina y mucosa, al mismo tiempo la vulva se inflama y empieza la aceptación al macho, antes de este tiempo la perra no acepta la presencia del macho ni sus conductas sexuales, si contamos desde el primer día de sangrado observaremos que la aceptación al macho se produce hacia los días 9 o 10, en teoría los días fértiles son el 12, 13 14 y 15, es de mucha utilidad tener en mente estos datos numéricos por saber los días en los cuales debemos planificar el cruzamiento de la perra o en su defecto tener el mayor cuidado si lo que queremos es que se produzca la preñez.
El celo se repetirá más o menos 2 veces al año y depende del tamaño y raza del animal. En razas más grandes puede espaciarse un poquito más que en las razas más pequeñas. Sin embargo lo que hemos narrado no es una regla y pueden presentarse algunos problemas como la prolongación del sangrado o la no presentación del mismo, un mayor espacio de tiempo de aceptación al macho o el rechazo al mismo. Todas estas anomalías generalmente revelan que hay una regulación diferente de las hormonas que gobiernan el funcionamiento reproductivo de cada perra.
Cuando estos problemas se presentan lo mejor es llevar a la perra a consulta veterinaria, a veces se hace necesario un examen microscópico de la secreción mucosa vaginal (citología vaginal) con lo que se puede observar en que momento exacto se encuentra del ciclo sexual, en muchas ocasiones este examen se hace necesario para saber el momento más adecuado en el que se debe realizar el cruzamiento o la inseminación artificial.
Es de tener en cuenta que sea de la misma raza y sobre todo que el tamaño de los dos animales no sea exageradamente diferente, el cruzamiento entre una hembra pequeña con un macho mucho más grande puede tener consecuencias fatales al momento del parto.
Por otra parte es recomendable pactar con anterioridad con el dueño del macho sobre el número de cachorros a los que tendrá derecho o el costo de la monta que en muchos casos se prefiere.
Y por favor, no involucremos a los Médicos Veterinarios en esas negociaciones, más de una vez nos han propuesto que digamos una mentira sobre el número real de animales que nacieron, eso realmente no es ético.
Autor: Dr. Fernando Fernández de Córdova V.